Por Jorge Luis Vitale.-

Todos los bienes que tiene en la actualidad son producto de sus servicios legales e ilegales del estado. Ahora lo seguimos subsidiando.

Daniel Scioli, el hoy multimillonario con sueldos del estado provincial y nacional, va a obtener la jubilación de vicepresidente en el mes de agosto. Además, pretende una retroactividad de varios millones de pesos. La pregunta es por qué no se jubila como gobernador, cuando el beneficio no supera los 70.000 mil pesos. Pero sin embargo, con esa cifra, en ocho años logró comprar estancias, departamentos, autos, yates y cuentas en el exterior.

Pero lo más grave es que en los últimos años de su gobierno vació las cajas de los profesionales que hoy se jubilan a los 70 años y el promedio es $ 15.000. Y de vez en cuando habla de la pobreza, aunque ahora está en silencio hasta el cobro de su jubilación.

A estas cajas de los profesionales de la provincia de Buenos Aires se las llama “de las viudas”, por lo difícil en obtener el beneficio, la cantidad de años de aportes, la baja de matrícula y el vaciamiento de las mismas, producto del gobierno de Daniel Scioli y la connivencia de las autoridades de esas cajas.

Ni el gobierno ni las cajas de jubilaciones de los profesionales de la provincia de Buenos Aires informan sobre el estado financiero de estas cajas, cuando afecta a miles de personas. ¿Cuál será el motivo?

El presupuesto de la provincia de Buenos Aires no contabilizó la deuda que dejó Daniel Scioli con las cajas de los profesionales.

De la misma manera que a nivel nacional, se tomó dinero e inversiones de la ANSES para fines no específicos. Así, sólo dejaron papeles del tesoro nacional.

Daniel Scioli también tomó dinero de los fondos de las cajas de profesionales, médicos, abogados, escribanos, ciencias económicas, ingenieros, agrimensores, arquitectos, bioquímicos, odontólogos, etc.

Si bien estas cajas son totalmente privadas, con aportes exclusivos de los profesionales, sin ningún aporte del estado y administradas por los profesionales, también tienen control del estado. Siempre está latente la intervención, que los directivos de dichas cajas quieren evitar, para que no haya mayor saqueo, pero además, para mantener sus puestos, que sí son remunerados. Estas cajas en la provincia de Buenos Aires representan algo más de 300.000 personas que recaudan por año no menos de 5.000 millones de pesos. Pero, por otra parte, hay una relación de activos de 10 a 1 de pasivos, vale decir aportar diez por cada uno que se jubila, lo que representa formar un fondo importante, que por ley les permite invertir. De ese fondo, el ex gobernador obligaba a esas cajas a financiar al estado. Por eso existe una deuda con esas cajas no inferior a 5.000 millones de pesos. Esto aumenta más el quebranto de la administración de Daniel Scioli y es necesario investigar el destino efectivo de esos fondos. Éstas son algunas de otras deudas que todavía el gobierno de Vidal no pudo detectar todas. En las provincias existe este sistema y la afiliación es obligatoria.

Legislación: una reforma de 1994 permitió a los profesionales independientes dejar de aportar como autónomos y pasar a una caja previsional.

Curiosidades

Prohibición: como al retirarse el profesional debe dar de baja la matrícula, jubilarse por este esquema equivale a dejar de trabajar.

Diferencia: en el sistema jubilatorio nacional, pasar a cobrar la prestación no impide seguir trabajando.

Compensadoras

Distintas: son cajas creadas para otorgar a sus afiliados un beneficio adicional a la jubilación nacional.

La caja de las viudas

Una de las características de los afiliados a las cajas profesionales de jubilación es justamente su poco apego a acceder al beneficio. Sucede que, a decir de varios especialistas, este sistema se ha ganado un apodo: «La caja de las viudas».

Le decimos así porque muchos afiliados no se jubilan y siguen trabajando. Cuando mueren, el beneficio lo cobra la viuda.

Sucede que para acceder al beneficio es necesario renunciar a la matrícula profesional. En muchas profesiones, como abogados, médicos o contadores, la edad requerida para pasar al régimen de pasivo -65 años- y con aportes de 35 o más años que, por el estado financiero de las cajas, en su mayoría se extiende a los 70 años y toda moratoria que otorguen es carísima y además no hay jubilación ni pensión hasta que se pague.

En las profesiones en las que la matrícula es habilitante, la renuncia a la colegiación es sinónimo de abandonar la vida profesional y muchos no están dispuestos a hacerlo.

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