Por Guillermo Cherashny.-

Loretta Lynch, la attorney general de los Estados Unidos, es decir la procuradora general y también ministra de justicia, anunció que el juzgado de Brooklyn pide detenciones que ya se hicieron en Zurich por el escándalo FIFA. En este caso, a las relaciones de Torneos y Competencias a través de su CEO, Alejandro Burzaco, quien los habría implicado en pago de sobornos para la organizaciones del torneo Libertadores de América.

Entre ellos se encuentran dos argentinos: José Luis Meiszner, vinculado al fallecido Julio Grondona y fundamentalmente a Aníbal Fernández, ya que se turnaron en la presidencia del Club Quilmes. Andrés Meiszner, el hijo del hasta ahora prófugo de la justicia americana, fue director del Renar bajo el mandato de Aníbal, donde entregó, por intermedio del condenado Martín Lanatta, la portación de armas a una de las víctimas del triple crimen como Sebastián Forza.

Lo que agrava, sin duda, la situación judicial del Jefe de Gabinete, que se acrecentó con la investigación de Jorge Lanata. La investigación en curso se hace en base a la figura penal del arrepentido, en este caso Alejandro Burzaco, quien, para disminuir su condena, facilitó información para descubrir delitos como conspiración extorsiva, lavado de dinero y varios más.

La figura del arrepentido es una de las promesas de campaña de Mauricio Macri, Elisa Carrió, Ernesto Sanz y Sergio Massa, que instrumentará rápidamente Germán Garavano, el flamante Ministro de Justicia. El otro dirigente que será detenido es Delucca, ex presidente de Defensores de Belgrano y de estrecha conexión con Julio Grondona.

Pero la historia continúa. Pablo Paladino, el gerente de Fútbol para Todos, que también responde a Aníbal Fernández, está en la mira, y se habla también de Luis Segura, quien ayer disputaba la presidencia de la AFA con Marcelo Tinelli. Ya no hay duda de que, con la figura del arrepentido, los corruptos del escenario público tendrán en el futuro la condena que tanto reclama la sociedad civil.

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