Por Guillermo Cherashny.-

Ayer Valentín Díaz Gilligan tuvo que renunciar. Pero lo más sorpredente fue que el diario El País, uno de los más importantes de España, que en una investigación descubrió la cuenta en Andorra, tituló: “El gobierno de Macri debió rendirse ante la cuenta de Díaz Gilligan”. Pero el matutino Clarín interpretó que esas tapas del diario El País durante cuatro días seguidos obedecían a una “operación” de Telefónica de España, enojada con el gobierno de Cambiemos por autorizar la fusión de Cablevisión con Telecom, es decir, entre Clarín y el mexicano David Martínez, que molestó a Telefónica, ante lo cual, el gobierno de Rajoy le exigió como compensación otro negocio al gobierno de Macri que éste no cumplió.

En efecto, hoy Nicolás Dujovne, ministro de hacienda, viajó a España para hablar con el ministro de economía español, el Dr. De Guindos flamante vicepresidente del Banco Central Europeo. Pero parece que las tapas de El País no provenían de la molestia del grupo Telefónica sino de la poderosa empresa Mediapro, que comercializa la televisación de los partidos del Barcelona y el Real Madrid en la liga de ese país y que compitió contra Fox y Torneos por la comercialización del torneo argentino de la superliga y que llegaron al país de la mano de Marcelo Tinelli, vicepresidente de San Lorenzo, y que contaba con el apoyo de D’Onofrio, el presidente de River, pero finalmente la licitación la ganó Torneos y Fox, con el apoyo de Angelici, Tapia y Moyano, con la decisiva participación de Valentín Díaz Gilligan, subsecretario general de la presidencia, es decir, el segundo de Fernando de Andreis, el secretario general, hermanastro de Ivonne Bordeau, la primera esposa de Mauricio Macri, con el cual tiene tres hijos. O sea que a Díaz Gilligan y al gobierno argentino le pasaron una factura por la exclusión de Mediapro y de ahí que el FinCEN, el organismo antilavado de los Estados Unidos obligara al Banco Privado de Andorra a revelar las cuentas off shore entre las que aparecía la de Díaz Gilligan y aparentemente el FinCEN le notificó esa información a la UFI argentina, presidida por Mariano Federici y María Eugenia Talarico, que no hicieron nada porque Díaz Gilligan era un funcionario de confianza de Gustavo Arribas, el jede de la AFI y ex representante de jugadores de fútbol.

Pero la historia no termina ahí: ahora la comisión fiscalizadora de River Plate le pidió al presidente de River que expulse como vocal de la comisión directiva del club de Núñez a Díaz Gilligan, ante lo cual en River Plate no saben qué hacer, porque los enemistaría aún más con el gobierno nacional.

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