Por Guillermo Cherashny.-

El gobierno decidió enviar al congreso en el mes de marzo la Ley del Arrepentido para ser incorporada al Código Penal.

Los que ven películas y series americanas ven cómo los fiscales utilizan a miembros de una banda donde, a cambio de inmunidad, delatan a sus jefes y en muchos casos son altos personajes de las bandas mafiosas. Si bien su origen fue en Italia, donde se los llama «pentiti», se utilizó por primera vez para desbaratar a las brigadas rojas y luego fue muy efectiva contra la mafia. En Brasil se la llama «delación premiada» y demostró sus efectos benéficos para terminar con la corrupción política y llevar a la cárcel a las dos partes, es decir, a los políticos y también a los empresarios que sobornan.

Pero en nuestro país, sin la aprobación de una ley, el juez federal Ariel Lijo lo procesó al yerno de Ciccone, quien implicó a Boudou, y fue ratificado por instancias superiores. Lo mismo está pasando en la provincia de Jujuy, donde secuaces de Milagro Sala testifican hundiéndola y son meros testigos a los cuales no se les imputa.

En la justicia federal de la Capital, quien hace el papel de arrepentido sin ley es Ricardo Echegaray, el ex titular de la AFIP, que está implicado en el caso Ciccone y zafó, aunque se le puede revisar por cosa juzgada írrita el caso del feed lot de su mujer o su relación complicada con el despachante de aduana conocido como «el uruguayo», por lo cual decidió colaborar con información contra la ex presidente, Amado Boudou y Ricardo Jaime. Habrá novedades a partir del mes de marzo.

Desde su cargo clave en la AFIP, es conocedor de los secretos mejor guardados de los citados jefes de la asociación ilícita o banda conocida como «el kirchnerato», cuya jefa actual es Cristina y su hijo Máximo, junto a Carlos Zannini, Julio de Vido y demás funcionarios.

En el caso del ex Ministro de Planificación, dicen que zafaría, ya que fue «muy generoso» con algunos jueces. Pero el caso Milagro Sala lo puede complicar a él y a la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner.

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