Por Jorge Luis Vitale.-

El empresario Mariano Martínez Rojas llegó el viernes pasado al aeropuerto Internacional de Ezeiza, en calidad de deportado por el gobierno de Estados Unidos. Detenido en Miami, el 26 de enero pasado, el correntino será trasladado desde allí hacia los tribunales de avenida de los Inmigrantes, en Retiro, donde será indagado por el juez en lo Penal Económico, Gustavo Meirovich. El magistrado, quien lleva adelante la causa más importante que lo involucra, en agosto del año pasado cursó el primer pedido de captura internacional en su contra. La orden fue en el marco de la megacausa en la que se investiga el presunto lavado de dinero realizado a través de 56 empresas «fantasma», por las que se fugaban divisas al exterior. Aunque no hay mayores precisiones sobre su estrategia defensiva, en las últimas horas se comenzó a barajar la posibilidad de que Martínez Rojas se acoja a la figura del arrepentido. Algo que deberá contar con el acuerdo del fiscal del caso, Germán Binkaz. Cuando fue detenido, el 26 de enero pasado en Miami, Martínez Rojas quedó a disposición de las autoridades estadounidenses, y comenzó a enfrentar dos procesos paralelos. Por un lado uno por problemas migratorios ya que tenía su visa vencida desde el 26 de diciembre. Por otra parte, por los pedidos de extradición a raíz de las órdenes de detención en su contra. Además de la de Meirovich, el empresario tenía cuatro más, de distintos fueros en los que se acumulan expedientes que lo tienen entre los imputados. Martínez Rojas irrumpió en los medios en enero de 2016, tras aparecer como el empresario que le había el comprado los medios de Sergio Szpolski y Matías Garfunkel. Después se sumaría su irrupción a los golpes en una de las redacciones del Grupo 23 y el corte de transmisión de radio América, mientras que a fines del año pasado volvió a aparecer en los medios con unos videos en que se lo veía retirando millones de pesos de una caja de seguridad de una sede del banco Patagonia. La investigación general por lavado se inició tras una denuncia del ex titular de Aduana Juan José Gómez Centurión, en agosto de 2016. De esa denuncia inicial, el juez Meirovich investiga allí cómo se fugaron US$ 300 millones entre 2013 y fines de 2015 salteando las restricciones del cepo cambiario, a través de los permisos para importar, conocidos como DJAI (Declaraciones Juradas Anticipadas de Importaciones). El expediente es considerado uno de los más complejos que se recuerden en la historia del fuero Penal Económico y lo comparan con el de Aduana Paralela. El nombre de Martínez Rojas apareció allí por sus vínculos con uno de los principales protagonistas del caso, el empresario Sung Ku Hwang, conocido como “Mister Korea”. Por otro lado, el empresario, su padre y una abogada, fueron alcanzados por una denuncia de lavado de dinero, presentada por la PROCELAC, tras una investigación iniciada luego de que un chofer suyo declarara haber llevado en numerosas ocasiones bolsos con fajos de billetes, entre octubre de 2014 y agosto de 2015. La UIF detectó entonces un total de once operaciones sospechosas, en la que los movimientos bancarios no se condecían con la actividad declarada.

El ex dueño de Tiempo Argentino fue detenido en Sunny Isles, cerca de Miami Beach. La detención fue realizada con fines de deportación, porque se le venció la visa que le permitía permanecer en los Estados Unidos, donde se encontraba refugiado.

Martínez Rojas tiene múltiples causas por extorsión y amenazas en su contra. . En la Argentina tiene dos pedidos de captura, firmados por los jueces en lo penal económico Marcelo Aguinsky y Gustavo Meirovich.

Aguinsky lo investiga en una causa donde, según declaraciones testimoniales, Martínez Rojas es acusado de importar productor textiles por medio de empresas fantasma. Por su parte, Meirovich había ordenado su detención en un expediente por irregularidades en declaraciones juradas de importaciones.

El rol clave de Marta Cascales en la operatoria ilegal denunciada por Martínez Rojas.

El empresario acusó a Marta Cascales de haber sido la persona que estructuró operaciones de lavado millonarias.

De todas las cosas que dijo Martínez Rojas, la principal tiene que ver con el rol clave que jugó Marta Cascales.

Estamos hablando de una denuncia de un señor que le compró los medios de comunicación kirchneristas Tiempo Argentino y Radio América a Sergio Szpolski, aunque se encargó de decir que en realidad eran de Cristina Kirchner.

El empresario acusó a Cascales de haber sido la que estructuró el lavado de más de 2 mil millones.

Cuando uno va a su trayectoria como escribana, se encuentra con cosas que valen la pena certificar. Tienen una relación con Cristina más estrecha de la que nos podíamos imaginar, fue directora de Arsat, un área clave que dependía de Julio De Vido y Alessandra Minnicelli.

Cuando creó Meldorek S.A. a nombre de dos jubiladas, constituyó 100 empresas más, con las mismas personas, además para la causa de Sueños Compartidos constituyó 46 empresas, la mayoría del lavado de dinero off shore. Fue accionista también de Enarsa y de la empresa de satélites Arsat.

La esposa de Guillermo Moreno fue a su vez directora de EnArSA (2004-2006), una empresa considerada la mayor caja de la corrupción kirchnerista. También directora de la empresa Soluciones Satelitales Argentinas S.A. (2006-2007). Integra la empresa Fonres S.A., asociada con la esposa de Julio de Vido, Alejandra Minnicelli. Esta empresa asesoró al Órgano de Control de Consorcios Viales (OCCOVI). Además colaboró con Claudio Uberti en el armado de fideicomisos destinados supuestamente a intensificar el comercio entre nuestro país con Venezuela. Uberti era un “embajador paralelo” ante el “chavismo”, circuito por el cual transitaron préstamos “solidarios” de los venezolanos a un exorbitante interés del 15 por ciento.

Creó además la empresa Oruga Films y la Cooperativa Tostaki, producciones todas financiadas por el INCAA, e incursionó en producciones televisivas. Ha sido arquitecta de decenas de empresas “fantasma” con titulares que eran jubilados o personas insolventes. Todas sospechadas de cobrar irregularmente subsidios, empresas “off shore” para lavar dinero y fugar divisas al exterior.

Su nombre aparece además en las causas judiciales Boudou-Ciccone, tarjeta SUBE, subsidios al trigo, al transporte y los combustibles. Toda una trayectoria poco transparente.

Durante estos años, Cascales fue íntima amiga de la ex-presidenta, desde abril de 2015 el Papa Francisco, la ha designado Administradora de las donaciones de la iglesia Católica en el Vaticano.

Moreno, más modesto, se asoció con el HOY PRESO general César Milani en el negocio “Tío Tola S.A.” para vender salchichas alemanas.

No hay que olvidarse, entonces, de la señora de Moreno.

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