Por Guillermo Cherashny.-

Ayer el diario Perfil señaló que José Olazagasti, ex secretario privado de Julio de Vido, declaró ante Gustavo Arribas, jefe de la AFI, y se comprometió a llamarlo a José López para que sacara sus dólares y lo agarraran con las manos en la masa.

Después de conocerse el video con las monjas entrando los bolsos y el timbre que tocaban los policías, se derrumbó el relato del 911 y se confirma la sospecha de que el gobierno lo siguió a Lopecito y lo descubrió ante la opinión pública en una inteligente operación política que debilitó al kirchnerismo y afectó seriamente al peronismo.

Fue un antes y después de los bolsos. Olazagasti salió de Planificación para ser el número 3 de la AFI, detrás de Oscar Parrilli y de Juan Martín Mena y, si Daniel Scioli hubiera ganado, Carlos Zannini lo habría echado, porque lo desprecia. De ahí que José María Olazagasti tomara contacto con Silvia Majdalani y le ofreciera colaboración al gobierno a cambio de no ser citado en la justicia. Además, puso a disposición del gobierno Radio El Mundo, que la adquirió hace un año por intermedio del empresario José Levy.

Arribas y Majadalni se guardaron esta carta y la jugaron en el momento oportuno, es decir, cuando los K amenazaban con desestabilizar el conurbano con la falta de comida para la gente que se acercaba a pedirlo por la suba de precios que se produjo en este semestre.

Olazagasti tuvo un gran manejo en Planificación. Fue embajador paralelo en Venezuela después de Claudio Uberti y fue la mano derecha de Julio de Vido hasta que pasó a la AFI en diciembre del 2015 y, con información en la mano, se convirtió en un arrepentido silencioso y no sólo dio la pista de López sino que también tiene información para «embocar» a más funcionarios del cristinismo.

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