Por Guillermo Cherashny.-

Ya no quedan dudas -aunque no pueda probarse- que José López fue víctima de una «cama» que le armaron o la AFI o la inteligencia de la federal u otra fuerza de seguridad o bien la inteligencia de la bonaerense. Alguien le sopló que lo estaban por allanar y fue a buscar sus bolsos, lo siguieron y lo emboscaron con las manos en la masa.

Fuentes ligadas a gobernadores e intendentes del PJ señalan que López, el Secretario de Obras Públicas durante los doce años y medio de kirchner-cristinismo era un tipo afable, un «atorrante» como Ricardo Jaime, en el sentido de que ambos tenían mucha calle, aunque al zar del transporte sólo le gustaban las mujeres y el dinero y tenía amantes que no se superponían; pero López, en los últimos tiempos, es decir, hace un año y medio atrás consumía cocaína en los actos sexuales con mujeres de 5.000 dólares la noche, de ahí que tuviera una «caja chica» de más de 9 millones de dólares; o puede ser que esa suma incautada en el monasterio de General Rodríguez fuera el «canuto» de sus doce años de gestión, ya que siempre fue de la estrecha confianza de Néstor Kirchner y obviamente se llevaba la menor parte. Lo que no se sabe es a dónde iba a parar la parte del león cuando falleció Néstor Kirchner porque, como Cristina no le tenía ninguna simpatía a Julio de Vido es probable que la llevara a alguien cercano a ella.

De Vido está muy vinculado a los banqueros y los empresarios de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC). Sorprendió ayer Juan Chediack, presidente la CAC desde hace más o menos un año, al señalar que en la comisión directiva siempre hablaron con José López, De Vido y la ex presidente y le advirtieron de los sobreprecios de la obra pública diciendo que sus integrantes nunca eran beneficiados por esos sobreprecios ya que había funcionarios corruptos y la coima se la pagaban los empresarios que los corrompían.

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