Por Oscar Dufour.-

La foto que puede ayudar a entender qué pasa con todo el negocio de la “megaminería” en nuestro país es de junio de 2010 y fue tomada en el piso 38 del “Hotel Westing Harbour Castle” de la ciudad de Toronto, Canadá. De izquierda a derecha vemos a Jorge Mayoral (Secretario de Minería), Amado Boudou (entonces Ministro de Economía), Juan Manuel Urtubey (Gobernador de Salta), Luis Beder Herrera (Gobernador de La Rioja), Peter Munk (Presidente Barrick Gold Corporation), Cristina Fernández (Presidente de Argentina), Walter Barrionuevo (entonces Gobernador de Jujuy) y José Luis Gioja (Gobernador de San Juan).

Cuando Armando “Antonio” Domínguez aplaudía allá por los comienzos del 2012 en la inauguración de la sede de AOMA, (Asociación Obrera Minera Argentina), donde fue interventor en Jáchal, Provincia de San Juan, “feudo” que como entonces hoy también gobierna José Luis Gioja, no imaginaba su salto a la fama cuando a posteriori con el nombre de “Antonio”, disfrazado de trabajador y casco amarillo, que utilizó en la polémica video-conferencia con la Presidente CFK, en medio de un debate, que la opinión publica mantenía por la manifiesta impunidad de las “mineras a cielo abierto”. En esa ocasión el motivo de la polémica era el “Famatina”, en el “feudo” riojano del Gobernador Beder Herrera.

Por estas horas, aunque no conocemos si Armando Domínguez o “Antonio” siguen aplaudiendo, nuevamente la discusión se instala en la sociedad argentina, después que la “Barrick Glod” reconociera corrigiendo un informe donde en un primer balance afirmaba que eran 224 mil litros; cuando en realidad derramó más de un millón de litros de solución cianurada, en los ríos de la zona donde se encuentra la mina “Veladero” en la Provincia de San Juan; fuga de cianuro que sin dudas produce un fuerte impacto ambiental, contrariando la sustentabilidad de la minería que hoy pretende afirmar el Gobernador Gioja al decir con bastante responsabilidad y/o irresponsabilidad institucional que el “problema está superado”. Para Peter Munk el Ceo de la “Barrik Gold”, la muerte es un fantasma constante en su actividad si le sumamos a la minera, su próspero negocio en el tráfico de armas en muchas de las guerras del planeta, actividad fuertemente cuestionada hoy en el Congreso de los EEUU por su Santidad Francisco, cuando se preguntó ante la atenta mirada de los congresistas e invitados especiales, mostrando su perfil más político, «¿Por qué las armas letales son vendidas a aquellos que pretenden infligir un sufrimiento indecible sobre los individuos y la sociedad? Tristemente, la respuesta, que todos conocemos, es simplemente por dinero; un dinero impregnado de sangre, y muchas veces de sangre inocente. Frente al silencio vergonzoso y cómplice, es nuestro deber afrontar el problema y acabar con el tráfico de armas».

La actividad de la “megaminería”, superan las diligencias judiciales, que siempre se desarrollan, como en los casos del “Famatina” y ahora “Velarde”, con recursos de amparos, ardides técnicos legales etc. No es cuestión de si con alguna diligencia judicial se suspende a la empresa, o si funcionan las medidas cautelares, todo es mucho más profundo y debe ser tratado con responsables políticas de Estado, con rigurosos protocolos, surgidos de un debate amplio, donde no deje de participar ningún sector de la sociedad, en defensa de los intereses nacionales, por el fuerte impacto ambiental que ocasiona, con generaciones de víctimas inocentes. Hoy también ante los ojos del mundo entero, en su histórico viaje a Norteamérica, Francisco pidió “defender la vida humana en todas sus formas, y realizó un llamado de atención al impacto ambiental”.

En conclusión: Ante el silencio del Poder Ejecutivo Nacional, solo Gioja titular del Ejecutivo sanjuanino, deslizó y arriesgó irresponsablemente que el “problema está superado”, declaraciones que acrecientan las fundadas sospechas de certezas que desde el Estado puedan haberse registrado incumplimientos en los controles que establecen los respectivos “Protocolos”, y un silencio que evidencia la necesidad de un serio debate sobre el peligro mortal, de los métodos que se utilizan en la actividad minera y en la “megaminería”.

Esta vez, muchos compatriotas esperamos con ansias una cadena nacional que condene lo ocurrido en nuestro País con la “Barrick Gold”, por la utilización y el derrame de más de un millón de litros de solución cianurada, que evidencia una elevada impunidad de las “mineras a cielo abierto”. El ejemplo, lo brindó hoy el Papa Francisco en el Capitolio de la primer potencia mundial al referirse al impacto ambiental, y al tráfico de armas -fue ovacionado durante dos minutos y aplaudido más de veinte veces- donde además, refirió con la claridad que lo caracteriza, que el beneficio de estas “actividades” es un dinero impregnado de sangre, y muchas veces de sangre inocente».

La foto de portada vale más que mil palabras y, ante al silencio oficial, tal vez pueda ayudarnos a entender qué pasa con todo el negocio de la “megaminería” en Argentina.

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