Por Alexis Di Capo.-

La posibilidad de que Aníbal Fernández se convierta en el futuro gobernador de Buenos Aires, si vence en las PASO a Julián Domínguez y luego se impone en la elección general, estaría generando alertas en varios organismos internacionales vinculados a la lucha contra el narcotráfico y el lavado de dinero. Concretamente, se estaría profundizando ahora en el exterior la investigación de la eventual relación del Jefe de Gabinete con dos hechos que podrían conectarse: el triple crimen de general Rodríguez y la corrupción en la AFA y la FIFA.

En diciembre del 2012, la justicia condenó a los cuatro imputados a reclusión perpetua por los asesinatos de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, quienes fueron encontrados baleados en agosto de 2008. Los instructores habían concluido que el móvil del crimen había sido una disputa por el negocio del tráfico ilegal de efedrina, que tanto las víctimas como los condenados se disputaban. Los condenados fueron los hermanos Víctor y Marcelo Schilacci, y Cristian y Martín Lanata.

Al tiempo del triple crimen, Lanata era un gestor informal para conseguir permisos de tenencia y portación de armas e instructor de tiro en el RENAR. Los permisos se le suspendieron por tres años a partir de octubre del 2008, cuando el periodismo preguntó por sus gestiones informales y una causa que tenía por haber falseado el pago del monotributo.

Hasta ese momento era «dueño y señor» de la instrucción y el negocio de las armas en la Asociación de Gimnasia y Tiro de Quilmes, al igual que en otro club de Florencio Varela.

Lanata también tenía vínculos con una armería de Varela llamada Pizzu donde el fiscal Bidone secuestró sellos de un médico y un psiquiatra para llenar formularios del RENAR. La presencia de esos sellos da un indicio de que, en realidad, el servicio informal de Lanata incluía un trámite express con las debidas consultas con médicos y psiquiatras por parte de los solicitantes de las armas. «Estaba al límite de lo legal con estos trámites», comentó una fuente.

El abogado de la viuda de Sebastián Forza, Rubén Ramírez, admitió que Lanata le ayudó a la víctima del Triple Crimen a conseguir permisos en el RENAR para tener y portar 4 armas.

EL Director del Registro Nacional de Armas (RENAR) por aquel entonces, cuando Aníbal Fernández tenía a su cargo el organismo como Ministro de Justicia, era Andrés Meiszner, hijo de su histórico aliado José Luis Meiszner, ahora uno de los nombres que podría estar en el horizonte de los investigadores estadounidenses sobre la corrupción en la FIFA y hasta se especula con un posible cercano pedido de captura.

Volviendo al triple crimen, José Luis Salerno, socio de Ferrón en la droguería Fharmaz Group y acusado de participar en el negocio de la efedrina, declaró en el juicio oral el 21 de septiembre de 2012 en los tribunales de Mercedes. Salerno es el único del grupo que quedó con vida.

Salerno testificó que iban a matar a Forza, Ferrón y Bina porque “estaban cagando” el negocio de la efedrina, una sustancia utilizada por los narcos mexicanos como principal precursor químico de las metanfetaminas, la droga por excelencia en México y los Estados Unidos.

“Cuando pasa todo esto, al día siguiente me llama a la farmacia la secretaria de Aníbal Fernández. Fue un día o dos días después de que desaparecieran los chicos”, declaró Salerno ante la Justicia.

“Yo no estaba, atendieron por mí y dijeron que el señor Aníbal Fernández quería hablar conmigo, y que se iba a volver a comunicar. Supe que era cierto porque en la indagatoria que tuve en el juzgado federal de Campana me preguntaron qué había hablado yo con el teléfono privado del señor Fernández”, aclaró ante una pregunta del Tribunal.

Salerno se refería al registro de llamados que consta en la causa por la ruta de la efedrina, entonces a cargo del juez destituido Federico Faggionato Márquez.

Mucho para investigar

José Luis Meiszner actualmente es el secretario general de la Conmebol (que según la acusación pide sobornos desde 1991) y el candidato de Aníbal para la presidencia de la AFA. Histórica mano derecha de Grondona, es el principal aliado de Fernández en el club Quilmes, del que el jefe de Gabinete es presidente y José Luis Meiszner vice. Tiempo atrás, como vimos, Aníbal también le dio a Meiszner hijo la conducción del RENAR y un cargo en el Senado.

Dos semanas atrás, juez federal Claudio Bonadío retomó la investigación por supuestas cuentas bancarias en paraísos fiscales de Meiszner que el mismo juez había archivado el 12 de abril pasado. Luego de la apelación del fiscal federal Federico Delgado para que la causa no se cayera, Bonadío dio un giro de 180 grados y volvió a interesarse en la causa: resolvió reasumir la investigación contra uno de los hombres más poderosos del fútbol argentino y secretario general de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), una de las entidades bajo sospecha de los Estados Unidos en el escándalo de las coimas por la Copa América. También la Oficina Anticorrupción pidió acceder al expediente.

La denuncia contra los Meiszner data de 2011 y sostenía que ambos tenían «cuentas bancarias radicadas en el exterior con fondos públicos y/o privados proveniente de negocios ilícitos realizados a partir de su función». «El denunciante Isaac Pedro Meta apuntaba a tres cuentas: dos a nombre de una sociedad denominada Lanzar Investment Trust Inc., en el Caledonian Bank Limited de las Islas Caimán por US$ 7,6 millones y en el Banque Bruxelles Lambert de Suiza por US$ 2,1 millones; y una tercera a nombre de la firma Morrison Corp Ltd., en el Bank Vontovel AG de Suiza por poco más de US$ 1 millón”

La incógnita que se abre ahora es si existe una conexión entre el lavado de fondos provenientes del tráfico de efedrina que determinó el triple crimen de General Rodríguez con el lavado y la evasión que habrían cometido los socios Grondona y Meiszner. Significativamente, abundan los indicios de la vinculación de Aníbal Fernández a ambos hechos delictivos, siempre en conexión con su amigo Meiszner.

Esta vinculación se estaría trabajando en el exterior hasta ahora como una hipótesis. Pero la posibilidad de que Fernández pase a gobernador la provincia que, junto con Santa Fe, se convirtió en el paraíso del narcotráfico local, causaría serias inquietudes en varios organismos internacionales.

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