Por Jorge D. Boimvaser.-

Es extraño el enamoramiento que tuvo Néstor Kirchner por personajes muy mediocres a los que de buenas a primeras los volvió millonarios. Rudy Ulloa fue uno de ellos; Lázaro Báez, el otro.

Ulloa vive aislado en su campo de San Pedro y con un perfil ultra bajo; sólo ruega que no le investiguen el origen de su fortuna.

En cambio Lázaro vive desesperado, escondido, muy lejos de aquellas jornadas bacanales que hacía en el Faena Hotel con modelitos y vedetongas super caras y otros placeres inconfesables.

Leonardo Fariña espera ansioso que en marzo próximo ingrese al Congreso y sea sancionada velozmente la Ley del Arrepentido, que le permitirá presentar pruebas contra Lázaro (y varios más, entre ellos Carlos J. Molinari), acogerse a los beneficios de la ley y comenzar una vida nueva… con algún dinero grosso que le quedó de sus tiempos de valijero.

Dicen los allegados al pibe rodete que nunca le secuestraron una computadora, varios teléfonos celulares y una caja con mail impresos que llevó a Uruguay, todos éstos elementos portadores de pruebas irrefutables sobre corrupción y lavado de dinero en gran escala que compromete al creador de Austral Construcciones.

Desde ya, Fariña le está arruinando la vida mal a Carlos J. Molinari, compañero de fórmula de Mario Ishi (otro indeseable multimillonario dirigente del PJ) que alguna vez armaron una instancia para enfrentar a Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires, pero más que todo para lavar una gran suma de dinero que se filtró como gastos de campaña.

Molinari no puede salir del país por orden judicial, y dejará de atender su constructora e inmobiliaria en Miami, donde además se relacionó con la comunidad latina de La Florida para dar su apoyo en su momento a Obama… y ahora esperaba hacerlo con Hillary Clinton si gana las primarias.

El apoyo no es gratis, pues Obama en su momento le facilitó a Molinari la posibilidad de colaborar en la reconstrucción de la devastada Haití.

Se va cerrando el círculo sobre algunos de los grandes actores de la corrupción kirchnerista. Por eso intentaron asesinar a Leonardo Fariña en la cárcel de Ezeiza, para evitar que llegue con vida a declarar en la Ley del Arrepentido.

Casi es un hecho que Lázaro Báez puede pasar las próximas Pascuas en prisión. No tiene escapatoria; por eso su vida es un calvario, con millones bajo el brazo pero calvario al fin.

Quizás en menos de 60 días leas en los medios que un tal “Lázaro Báez se negó a declarar y fue llevado a prisión”. Y Jessica que lo mira por TV.

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