Por Jorge Luis Vitale.-

La denuncia realizada en el día de ayer por Elisa Carrió contra Daniel Scioli se acumularía a la de enriquecimiento iniciada el 10 de julio de 2015 por el Dr. Jorge Vitale, y a la iniciada el 14 de abril por el Dr. Rafael Velischek.

Estas causas ya habrían sido reabiertas por la Cámara de Casación y fueron pasadas a la Cámara de apelaciones para que ordenara la designación de un nuevo fiscal en la investigación de delitos complejos, ya que el anterior no apeló y, por ende, tramitaría también en otro juzgado de garantías.

La investigación, tanto de enriquecimiento como la de Elisa Carrió, tiene por objeto descubrir que las firmas ALERO, cuya titularidad hoy es de Karina Rabolini (el 91,6%) y de Santiago Rabolini (8.4%); Sunshine S.A., de la cual el 50% es de Capanone, el 39% de Oscar Vacca -amigo personal de Scioli- y el 10% de Graciela Blanco, esposa de Oscar Vacca.

El 99% de la firma Capanone está a nombre de Daniel Scioli, y el 1% a nombre de un testaferro.

Sumados los bienes que tendría en Italia, más las estancias que fueron descubiertas, que no son menos de 5.

Los dineros de Scioli

No declaraba su patrimonio desde 2007 y lo hizo en el 2015.

No puede justificar esa declaración. Sin embargo, antes de las elecciones, declaró en la causa de enriquecimiento en su propio despacho y el juez lo sobreseyó con la ligereza de Oyarbide.

¿Era él quien decía “voy atacar a la corrupción y juzgar a los corruptos”?

Por eso se reabrió la causa de enriquecimiento, la cual había sido cerrada por un juez amigo, tras haber dejado la provincia quebrada y haberse enriquecido. Scioli tiene tres estancias y construye una población satélite millonaria.

El ex candidato presidencial K

El candidato oficialista K mostró su declaración patrimonial, que lo pone más en aprietos, ya que no puede justificar ni lo que declaró. Este secretismo de Scioli, entre los muchos colaboradores a los que sometía a malos tratos día a día, le ha ganado el mote de “araña sin patas; porque no se sabe cómo hizo la tela”.

El cuestionado candidato presidencial K, Daniel Scioli, no lo inquietaba tanto el acompañante que tenía en Carlos Zannini, sino cómo justificaría su enorme riqueza, que poco concuerda con la suma de los salarios que percibió del Estado en los últimos 20 años.

El ex gobernador, se sabe, es un hombre muy afecto a invertir sus “ahorros” en propiedades, no sólo en la Argentina sino que tendría valiosos edificios en Italia. Y en ese recorrido por el extranjero hay suculentos depósitos en bancos de Suiza. Pero de eso no habla.

La propia ex presidenta de la Nación le reclamó en público que presentara sus declaraciones juradas.

Recién entonces admitió tener 201.000 dólares.

Según la Oficina Anticorrupción, al dejar la vicepresidencia, Scioli declaró un patrimonio de 1.257.710,28 pesos, aunque en 2005 había declarado un rojo de 45.273 pesos.

El ex candidato K suma 10.500 hectáreas de tres estancias en fértiles tierras de Balcarce-Tandil, valuadas en alrededor de 200 millones de dólares.

Y ahora se agrega el multimillonario emprendimiento “La Mansa Green City” sobre 270 hectáreas de ricas tierras del partido bonaerense de General Madariaga, a lo largo de la ruta 11, altura de Villa Gesell y Pinamar. Desde ya, todo figura a nombre de Desarrolladora.

“Aquí nos encontramos ante un emprendimiento urbano integral, que se asimila a una localidad satélite del Municipio de Madariaga”, explican en su página los promotores.

También recordemos su mansión “La Ñata”, de Benavídez, y su vivienda en el barrio de Abasto de mil metros cuadrados, valuada en 2,5 millones de dólares.

No le hablen de comprar en La Matanza ni Villa Soldati.

Dirigentes que lo conocen del menemismo de los años 90 señalan que “también su esposa, Karina Rabollini, aprovechó esta carrera de enriquecimiento, al ingresar mercadería al margen de la Aduana, a la que le pone su marca y comercia sin problemas”.

El contrabando habría sido también un medio de vida para sostener la figuración deportiva del motonauta en sus inicios, pero cuando fue descubierto, el que “pagó los platos rotos” fue su padre, un honesto comerciante que soportó en silencio el “desliz” de su hijo con veleidades de aparentar riquezas que todavía no tenía.

Scioli se integra a la extensa lista de funcionarios oficialistas enriquecidos con fondos públicos y, por consiguiente, pone al descubierto su rostro K completo.

Por eso también se supone que Carlos Zannini no estaba para acompañarlo sino para vigilarlo, y para complementarlo en la continuidad del proyecto de latrocinio.

Los juegos online en la provincia le daban 1.300 millones de pesos por mes al gobierno del motonauta.

La Fundación Poder Ciudadano, con muchos de estos elementos, ha insistido en demandarle información de su patrimonio, pero él no responde.

Pablo Scecchi, Director Ejecutivo de Poder Ciudadano, dijo: “Si Scioli no tiene nada que esconder, que haga pública su declaración jurada verdadera”, e inmediatamente desde el sciolismo lo acusaron de montar una “operación” subida a una campaña del macrismo. Pero lo cierto es que Scioli sigue sin hacer conocer el patrimonio que posee realmente.

Se sabe que el mismo ninguneo recibieron otras entidades que requirieron los mismos datos. “El día que se conozca el patrimonio de Scioli y cómo se ha financiado estos años, en particular con el juego, los Boudou y los Jaime serán un poroto”, confió un político nacional.

Hay que tener en cuenta que su cajero fue Chiche Peluso, ex presidente de Lotería provincial y su concesionario del juego bonaerense, la empresa Boldt, favorecida en su momento por Eduardo Duhalde.

“Yo pago Ganancias e ingresos brutos, hay que pedirle la declaración jurada a Scioli, que nunca la presentó”, vociferó el ex ministro de Transporte e Interior, Florencio Randazzo, cuando todavía guardaba esperanzas de disputarle la candidatura presidencial.

En principio, a pesar del secretismo, Scioli es propietario de tres estancias en ricas tierras de Tandil y Balcarce, donde la hectárea tiene un precio que como mínimo es diez veces mayor que en la Patagonia.

Se trata de “La Negra”, de 5000 hectáreas; “La Morocha”, de 5000 hectáreas, y “La Estrella” 1500 hectáreas.

Las dos primeras figuran separadas por un camino de tierra. Mientras “La Estrella”, separada por la ruta 226, tiene un chalet de 1500 m2 y un aeródromo cerca. El “gran elector” Eduardo Duhalde tiene sus 800 hectáreas en Copelina, límite con Gral. Pueyrredón. Todas gozan de accesos mejorados con maquinarias de Vialidad Provincial.

* Ver también: Con qué ingresos se hicieron millonarios Scioli y esposa

Share