Por la causa Hotesur, se descubrió un acta secreta que fue rubricada en 2013. Crecen las maniobras en el universo K para intentar lograr impunidad.

La causa Hotesur desvela a la presidenta Cristina Kirchner. Tanto, que la semana pasada bajó línea para que el juez Claudio Bonadío sea removido de esa investigación ni bien el magistrado ordenó allanamientos en las oficinas de la inmobiliaria de su hijo, Máximo, en Río Gallegos.

La Presidenta no quiere que la investiguen y no se preocupa en ocultarlo. Más aún, ya ni siquiera le importa que su conducta pueda ser interpretada como una implícita admisión de culpabilidad. Ella sería la que encabeza las maniobras de corrupción y quiere zafar a toda costa. Por eso, a cargo del caso Hotesur, en lugar de Bonadío, quedó el juez Daniel Rafecas, el mismo que intercambiaba WhatsApp sobre la causa Ciccone con el abogado de José Núñez Carmona (uno de los principales acusados junto a Amado Boudou). Tiempo después el kirchnerismo salvó al polémico magistrado del juicio político.

Ahora trascendió una nueva irregularidad en la pesquisa en la que se analiza si la familia Kirchner tuvo participación directa en el lavado millonario de dinero. Un acta secreta complica más la situación procesal de Máximo Kirchner en la causa Hotesur. El documento otorga poderes al hijo de la Presidenta (se descarta que esa decisión fue de Cristina), para que sean los directores de uno de sus hoteles el Alto Calafate los que deban dar explicaciones a la Justicia, y no él.

El acta de Máximo con Osvaldo Sanfelice (presidente de Hotesur) fue realizada el 30 de septiembre del 2013. Este escrito dictamina que el presidente de Hotesur S.A., Osvaldo Sanfelice, le entregó a Kirchner hijo un “Poder General Amplio de Administración y Disposición” sobre el Alto Calafate, empresa de la que él es accionista.

La ley de sociedades anónimas dice que el cargo de presidente de una empresa como el Alto Calafate es “personal e indelegable”. Por lo tanto, los directores, entonces, se transformaron en simples “pantallas”, o “fusibles”, ya que según las normas son ellos -y no los accionistas como Máximo-, los que deben dar explicaciones a la Justicia si sus empresas son investigadas por lavado de dinero, por ejemplo, como justamente pasa en el caso de Hotesur.

Lázaro recaudó millones para CFK

Durante cuatro años, la firma Hotesur S.A. fue explotada comercialmente por Lázaro Báez, que les pagó a los Kirchner por el alquiler de ese negocio alrededor de 5 millones de pesos por año. El resto de las finanzas del hotel en esa época le daban a la Justicia indicios de maniobras típicas de lavado.

Hoy la administración de ese hotel K la tiene Osvaldo Sanfelice. Paga por alquilarlo 800 mil pesos por año. Deberá rentarlo por 24 períodos para que los Kirchner ganen lo que ganaron con ese mismo negocio gracias a Báez.

“La causa puede terminar en la nada”

La diputada nacional Margarita Stolbizer, quien apeló el polémico fallo de la Cámara Federal que apartó a Claudio Bonadío, advirtió que ahora “la causa puede terminar en nada” en manos del juez Daniel Rafecas.

También cuestionó a los miembros de la sala I de la Cámara Eduardo Freiler y Pati Ballestero. “Castigaron a Bonadío por haberse animado a investigar al poder tres días después de haber llegado a las oficinas de Máximo para buscar documentación”, sentenció. (Hoy)

acta-Hotesur

El acta. El rol del hijo de Cristina en la administración de los hoteles K.

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