Por Lázaro Llorens | Striptease del Poder.-

Las empresas privadas que contaban con acciones propiedad de la ANSES, desplegaron en el último quinquenio la política de acumular y no distribuir dividendos. Y así ahora con “Nicky” Caputo a la cabeza, pretenden comprar las acciones que detenta la ANSES, con fondos que en realidad pertenecen a la ANSES.

Para revertir el mal humor social que generaron algunas de sus medidas, el miércoles pasado, el presidente Mauricio Macri presentó ante el congreso, su proyecto de ley ómnibus de “Reparación Histórica para Jubilados”. El mismo reconoce el derecho a jubilados que se encuentran en proceso judicial, y establece parámetros similares para quienes aún no lo han hecho, abarcando un total de 2,5 millones de abuelos.

Para financiarlo, el gobierno propone un controvertido blanqueo de capitales, que generó mucho ruido político, incluso dentro de las filas de Cambiemos. También el uso de utilidades del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) del ANSES. Entre estos, los acciones (4,3 millones) que el ANSES tiene en 46 empresas privadas, como Siderar, Macro, Banco Galicia, Techint, Mirgor (Caputo), Clarín, entre otras, cuya posible venta también dispararon la polémica.

“En la ley damos a la posibilidad de vender las acciones de la ANSES, pero no creemos que haya necesidad de venderlas por los próximos años. Queremos tener la flexibilidad de operar en el mercado como lo hace cualquier inversor” argumentó Emilio Basavilbaso, actual director ejecutivo del ANSES, para justificar la iniciativa de Cambiemos.

“No voy a votar el capítulo de disponibilidad de fondos del FGS. Con las dos manos voy a votar el proyecto de ley para pagarles a los jubilados, pero no estoy de acuerdo con que se vendan las acciones de la ANSES. Sí se pueden usar las utilidades. Hasta ahora nunca se las usó”, dijo por su parte el diputado Diego Bossio, ex titular del ANSES, actual vocal de la Comisión de Previsión y Seguridad Social, quien señaló que si esto pasaba sería “privatizar parte del ANSES”.

Los mentores

La idea de Cambiemos, donde en acciones de empresas privadas hay un codiciado botín del orden de los 126.000 millones de pesos, no es nueva. Desde el primer día en que Macri puso un pie en la Casa Rosada, desde el gobierno amarillo vienen evaluando la posibilidad de desprenderse de las acciones y otros activos del ANSES. Por eso las empresas se relamen.

Esta tarea se les encomendó especialmente, a tres altos funcionarios macristas, estrechamente ligado a los grandes bancos: Luis Caputo, secretario de finanzas, ex presidente del Deutsche Bank y Jefe de Negocios del JP Morgan. Luis Blaquier, director del Fondo Garantía Sustentabilidad (FGS) del ANSES, ex Goldam Sachs, emparentado con la empresa Ledesma, de la cual el ANSES es accionista. Y Matías Tamburini, Director General de Operaciones del FGS, ex Deutsche Bank.

La estirpe de Gordon Gekko de los tres nombrados, se pone en evidencia en las operaciones de dólar futuro que concretaron cada uno por su lado, alzándose con una ganancia de 3,6, 1,7, y 23,1 millones de pesos cada uno, respectivamente. Por ello es de imaginar el festín que pueden hacerse administrando el FGS de la ANSES.

A ellos se le sumó nada menos que el “hermano” del presidente Mauricio Macri, Nicolas “Nicky” Caputo, propietario de la empresa Mirgor SA, cuyo 22% del capital accionario lo detenta la ANSES. Quien pasó a ocupar el estratégico puesto de vicepresidente del Merval (Mercado de Valores) donde se cocinará no solo esa venta accionaria, sino también la cotización de esas acciones. Con el objeto según hizo trascender públicamente Ámbito Financiero y El Cronista, de pilotear desde allí la recompra de las acciones en poder de la ANSES de su empresa Mirgor, que fundó junto con Mauricio Macri.

Está acompañado en esa tarea como director del Merval, por Delfín Ezequiel Carballo del Banco Macro, cuyas acciones un 31,5% las detenta la ANSES. La estirpe Gordon Gekko de Carballo, también la pone en evidencia las operaciones de dólar futuro. En las que se alzó con una ganancia de 117,8 millones de pesos, buena parte de ellos gracias a las apuestas que hizo el 18 de noviembre, el último día en que funcionó el ROFEX (Rosario Futures Exchange) previo al balotaje, apostando claramente así al triunfo de CAMBIEMOS.

De arranque esa empresa no fue fácil. Debido a la Ley 27.181 aprobada el año pasado bajo el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, toda la cartera de inversiones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Sistema Integrado Previsional Argentino, fue declarado de interés público por el Congreso. Por eso ahora para poder disponer de su venta, Cambiemos, que no controla el Congreso, necesita la mayoría agravada de dos tercios de los votos, en ambas cámaras.

La promulgación de un DNU -Decreto de Necesidad y Urgencia- fue la primera idea que carburaron los financistas Caputo, Blaquier y Tamburini. Con el objeto de vender los bonos de la deuda pública y cancelar plazos fijos que tiene el organismo previsional, para pagarles una porción de la deuda a unos 60 mil jubilados con sentencia firme.

A la par, funcionarios del ANSES hicieron consultas a los CEOs de las empresas Siderar, Molinos, Galicia y BBVA Francés, para avaluar la posibilidad de una recompra de las acciones del ANSES, utilizando para ello los “resultados no asignados”. Esto es, las ganancias que las empresas no repartieron con sus socios, entre estos el ANSES.

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Operación que conlleva una extraordinaria estafa, dado que representa nada menos que comprar las acciones de la ANSES con plata de la ANSES, al pertenecer el 35% de esos resultados no asignados, a las acciones en poder de la misma ANSES. Conforme las cifras de los balances del año 2015, los resultados no asignados contabilizados de diversa manera por las 45 empresas de las que es accionista, ascenderían a 120 mil millones de pesos. De los cuales casi un 20%, 22.350 millones corresponderían a las acciones en poder de la ANSES.

Como la tenencia de las acciones de la ANSES según su valorización bursátil a agosto del 2015 ascendía a 63.718 millones, esos 22.350 millones de resultados no asignados pertenecientes a las acciones en poder de la ANSES, representan el 35% del total de las acciones en poder de la ANSES.

O sea que los afortunados empresarios, que a lo largo de los años no distribuyeron grandes dividendos, porque tenían a la ANSES como socios importantes, ahora en nueva vuelta de tuerca PRO, podrán despojar a la ANSES de esas acciones, con dineros que más de un tercio pertenecerían a la misma ANSES. Además de los enjuagues en el precio de esas acciones, que como autoridades del Merval podrán hacer “Nicky” Caputo y “Eze” Carballo.

Como el uso de un DNU para liquidar estos millonarios activos previsionales era peligroso en términos jurídicos, la idea pergeñada por Caputo, Blaquier y Tamburini, tuvo una vuelta de rosca y, en un momento político complicado, terminó convirtiéndose en un osado proyecto de ley ómnibus, con la modificación de más de 100 leyes. Con el cual el gobierno ahora pretende regularizar la situación de 2,5 millones de jubilados, mediante un blanqueo de capitales y la disponibilidad de la carteras de inversiones del ANSES.

En donde, para garantizarse el voto dócil peronista, se incluyó a última hora, la ratificación de los acuerdos que las provincias firmaron con la Nación para recuperar el 15 por ciento de la coparticipación que cedieron al ANSES en 1992.

El botín

Conforme las actuales cotizaciones, se trata de botín de más 126.000 millones de pesos. Esto es lo que hay habría detrás de la venta de las acciones del ANSES. Estos se conforman por 93.000 millones de pesos al valor actual de las acciones. Y 33.000 millones de dividendos -resultados no asignados- actualizados a la fecha con el mismo índice de la valorización de las acciones. Que las empresas privadas decidieron no compartir con el Fondo de Garantía Social del ANSES. Y con los cuales el macrismo haciendo la GRAN PRO, audazmente planea que se puedan recomprar sus acciones.

Son 33.000 millones de pesos de ganancias liquidas, que curiosamente ni al ex titular del ANSES, Diego Bossio, ni el actual Basavilbaso, parecen importarles. A pesar que con estos dividendos, se pueden pagar holgadamente, todos los juicios a los jubilados con sentencia firme, que actualmente son 50 mil y suman unos $ 12.500 millones.

Quedando además un saldo para cancelar otros 82 mil juicios, por un total de $ 20.500 millones. Representado esta suma un importe un 65% superior a lo que se estima que se podrá recuperar con el blanqueo de capitales dispuesto simultáneamente.

Estos datos surgen de los últimos balances de las empresas, cerrados al 31 de diciembre del 2015. Apareciendo los resultados no asignados como “Resultados No Asignados”, “Reserva Para Futuros Dividendos” “Reserva Facultativa”, “Reserva Especial” y otras figuras contables.

Su compulsa directa en los balances fue la única manera de obtenerlos, dado que desde el 2012 a la fecha, la ANSES no informa nada respecto las utilidades que generan sus acciones en las empresas privadas, ni de cuanto fue su “tasa de reparto” a favor del FGS. En su página institucional, solo tiene información desactualizada y parcial del ejercicio 2015.

Mientras que en los informes trimestrales que el FGS presenta ante el Congreso, incluso el último que acaba de presentar Blaquier, tampoco informa nada de esto. Tratando de disimular la omisión de esa información esencial, la ANSES se explaya informando cuantos impuestos y contribuciones pagan esas empresas al fisco, como si eso justificara una formidable tenencia de acciones, de la que solo obtiene simbólicos dividendos.

Ganan y no reparten

En concreto, según los balances de compañías encabezadas por Macro, Telecom, Siderar, y en total 36 empresas con resultados positivos, durante el 2015 tuvieron utilidades que le correspondían a la ANSES por 7.672 millones de pesos. Sin embargo, durante este año -último dato publicado por el ANSES- sólo recibió 536 millones de utilidades correspondientes a los balances del año 2014, equivalente solo al 8 por mil de su valuación bursátil de $ 63.718 millones.

En términos absolutos, estos 536 millones es un monto un 60% inferior a lo que percibió el ANSES en el 2011, último dato oficial consolidado y publicado. Ese año, gracias a una política agresiva de los directores estatales dentro de las empresas, el organismo a través del FGS, obtuvo dividendos por 1.280 millones de pesos. A pesar que por ese entonces la valuación bursátil de las acciones alcanzaba solo los 22.033 millones de pesos, equivalente en consecuencia al 5,8% de ésta.

Pero en el 2012 el Gobierno kirchnerista creo la Dirección Nacional de Empresas con Participación del Estado (DNEPE). Ya partir de allí, en evidente consonancia con la política empresaria de no distribuir dividendos, los directores estatales se olvidaron enteramente de los dividendos a favor del FGS y de informar al respecto. Lo cual en términos reales reportó en el 2015, conforme los números antes apuntados, un reducción del 85% en el rendimiento de esas acciones.

Entre las empresas que tienen retenidos dividendos del ANSES descuellan:

• Banco Macro S.A.: Propiedad de Jorge Britos, un cortesano del poder que supo tener estrecha relación con el kirchnerismo, igual que ahora lo hace con el macrismo. En este banco, que durante el 2015 obtuvo ganancias por 5.008 millones de pesos, la ANSES tiene el 31% de las acciones. Por ellas el FGS de la ANSES deberí recibir 1.577 millones de pesos, teniendo además en total unos 4.678 millones de pesos de utilidades no distribuidas pertenecientes a la ANSES.

No obstante el Banco Macro en el 2015 no distribuyó ningún dividendo, y como dato elocuente, la última vez que distribuyó dividendos a favor del organismo previsional, fue en julio del 2014, por las utilidades obtenidas en el 2013, repartiendo apenas 187 millones de pesos.

• Siderar-Techint S.A.: la siderúrgica de la familia Rocca, en el 2011 estuvo en el ojo del huracán, justamente por su política de no reparto de ganancias con su socio el ANSES. En esta compañía, que en el 2015 obtuvo ganancias por 1.756 millones, la ANSES posee el 26% del paquete accionario. Por ellas debería recibir dividendos por 457 millones de pesos, teniendo además acumulado en sus balances, ganancias no distribuidas pertenecientes a la ANSES, por 4.622 millones. Sin embargo en el 2015, la siderúrgica de los Rocca remitió utilidades al FGS de la ANSES correspondientes al 2014, por apenas 192 millones de pesos.

• Telecom Argentina S.A.: Empresa telefónica cuyo 20% recientemente fue adquirido por el magnate mexicano David Martínez, titular del fondo de inversiones Fintech. En esta empresa, que durante el 2015 obtuvo utilidades netas por 3.402 millones de pesos, el ANSES tiene el 25% de las acciones. Por ello debería percibir dividendos por unos 850 millones de pesos, teniendo además en sus balances, utilidades acumuladas correspondientes al organismo previsional, por otros 2.645 millones. Sin embargo en el 2015, sólo remitió como utilidades del 2014, 204 millones de pesos al FGS de la ANSES.

• Grupo Financiero Galicia: Propiedad de las familias Escasany, Ayerza y Federico Braun (La Anónima). En este banco, que el año pasado obtuvo utilidades por 4.338 millones de pesos, el ANSES tiene el 20% de su capital accionario. Por esto el FGS debería percibir dividendos por 1.007 millones de pesos, teniendo además un saldo acumulado de dividendos no distribuidos correspondientes a la ANSES por 2.577 millones de pesos. No obstante durante el 2015, apenas remitió utilidades correspondientes al 2014 por 20 millones de pesos al FGS de la ANSES, no habiendo repartido en los últimos cuatro años casi ningún dividendo.

A ello se le añade, que otras empresas relacionadas con el Banco Galicia, de la cual también es accionista la ANSES, tampoco reparten sus ganancias. Se trata de la firma Importación y Exportación de La Patagonia (Supermercado La Anónima) de Federico Braun, tío del actual secretario de comercio Miguel Braun, donde el ANSES es propietario del 20% de las acciones. Esta firma tiene resultados no asignados del FGS por 502 millones de pesos, que sumados a los del Banco Galicia, hacen un total de 3.100 millones.

• BBVA Banco Francés S.A. Banco extranjero, presido por Jorge Bledel, donde el ANSES tiene el 7,9% de las acciones. Este banco el año pasado obtuvo ganancias por 3.784 millones de pesos, y por ellas debería remitir a la ANSES 298 millones de pesos. Tiene además acumuladas utilidades correspondientes a este organismo por 1.002 millones de pesos. Sin embargo en el año 2015 no repartió ningún dividendo, y su última remisión de utilidades al FGS de la ANSES fue en junio del 2014, por 2,2 millones de pesos.

• Petrobras Energía S.A.: Petrolera brasilera. En ella el ANSES tiene el 11,8% de las acciones. Su filial en Argentina fue adquirida, en medio de denuncias de corrupción, por el grupo Pampa Energía, de Marcelo Mindlin, ex ejecutivo Irsa, un empresario ligado al kirchnerismo. El año pasado, Petrobras, obtuvo ganancias por 853 millones de pesos, de los cuales 100 millones deben ser remitidos al ANSES, registrando además en sus balances dividendos acumulados correspondientes a la ANSES por 985 millones. Pero en el 2015 como utilidades del 2014, apenas remitió a este organismo 16 millones de pesos.

Igual que sucede con el Banco Galicia, esta política de no reparto de dividendos se observa en otras empresas del Grupo, donde el ANSES también es accionistas. Como Pampa Energía S. A. (23%), Edenor S.A. (26%), Transportadora Gas del Sur S.A. (23%), que en total registran dividendos acumulados correspondientes a la ANSES por 1.360 millones.

• Mirgor: Empresa fundada por el presidente Macri y su íntimo amigo Nicolás “Nicky” Caputo, hoy propiedad de este último, donde el ANSES tiene el 21% de las acciones. Con grandes beneficios impositivos se dedica, en Tierra del Fuego, al ensamblado de aires acondicionados, electrodomésticos y electrónica. En el 2015, la empresa de Nicky Caputo obtuvo ganancias por 522 millones de pesos, de los cuales 121 millones corresponden a la ANSES, registrando además en sus balances dividendos no distribuidos correspondientes a la ANSES por 781 millones de pesos. Pero en el 2015 Mirgor mezquinamente sólo remitió dividendos al FGS de la ANSES, correspondientes a las utilidades del 2014, por 1,9 millones de pesos.

• IRSA: La empresa de bienes raíces más grande de Argentina. Su máximo referente es el influyente empresario Eduardo Elsztain, número dos del Consejo Judío Mundial. En esta empresa, el ANSES tiene acciones en tres compañías del grupo: Irsa (4,8%), Banco Hipotecario (4,9%) y Alto Palermo Shopping (1,4%). Por ellas, durante el 2015, debería percibir 90 millones de pesos de utilidades, registrando además resultados acumulados correspondientes a la ANSES por 191 millones de pesos. Sin embargo en el 2015 en concepto de utilidades del 2014, las empresas de Elsztain solo remitieron al FGS de la ANSES solo 6 millones de pesos.

Dentro de la lista de las empresas que no distribuyeron sus ganancias con el ANSES, entre otras también figuran: Consultatio S.A. de Eduardo Costantini, desarrolladora de Nortdelta, 568 millones; Grupo Clarín, 416 millones; Aluar 420 millones; Molinos Río de la Plata de Pérez Companc, 408 millones; Ledesma, de Carlos Blaquier, tío del titular del FGS, Luis Blaquier por 108 millones, etc.

Todas ellas compañías desplegaron una sinuosa política de retener dividendos, a las espera de mejores tiempos. Que no sólo parece haber llegado con el gobierno de Macri, sino que además viene con la yapa de poder despojar al ANSES de sus acciones, contando para ello con una sustancial suma de dinero, que en realidad le corresponden a los trabajadores y jubilados, alguno de ellos con paupérrimos haberes.

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