Por Guillermo Cherashny.-

Está comprobado que lo escrito en los cuadernos de Centeno dicen la verdad, pero la declaración de Angelo Calcaterra, el primo presidencial, en el sentido de que aportó para las campañas electorales del 2013 y 2015, es un cuento chino que sólo la buena voluntad de Carlos Stornelli y Claudio Bonadío le pueden creer. En efecto, en 2013 se relanzó el soterramiento del Sarmiento, donde se pagaron coimas y es más posible que IECSA pagara por esa readjudicación que a una campaña política y, lejos de una extorsión, es un pago vinculado a los sobreprecios de esa obra, que de 1600 millones de dólares pasó a 2200 millones de la misma moneda.

Algunas fuentes aseguran que Calcaterra estuvo reunido con Stornelli el viernes pasado para armar el show del lunes y quedar libre junto a Javier Sánchez Caballero y Juan de Goycoechea, el socio no sólo de Calcaterra sino también de Gianfranco Macri, que le compró los parques eólicos ganado en el pase 48 millones de dólares.

Las diferencias con el lavajato brasileño son muy distintas, porque en el país vecino los empresarios están presos, en cambio acá tomaron un café con el fiscal y el juez y se fueron a su casa lo más panchos.

La rápida libertad de Calcaterra, Sánchez Caballero y De Goycochea son harto sospechosas en relación a la detención de Rodolfo Poblete de la hidrovía y la empresa de basura, y de Héctor Zavaleta. Es que tanto Romero de la hidrovía como Techint fueron competidores en algún momento del grupo Macri, por lo cual se sospecha que es una venganza del grupo Macri por haber perdido unos contratos en épocas anteriores.

Carrió ya señalo que en la hidrovía hay cosas raras, una vieja teoría que por esa vía navegable circula droga de contrabando, pero en nada tiene que ver esa poderosa empresa la hidrovía, propiedad del empresario alfonsinista Gabriel Romero y la belga Jean De Nul, un empresa de fama de mundial, ni que hablar de Techint, la principal inversora en Vaca Muerta, cuyas acciones se derrumbaron.

La incógnita ahora es si Stornelli y Bonadío son dos lobos solitarios que quieren que la economía estalle o bien son dos marionetas de las venganzas personales del grupo Macri.

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