Por Guillermo Cherashny.-

Ayer a primera hora de la mañana se conoció que Leandro Báez, uno de los cinco hijos del empresario, se presentó ante el juez federal Sebastián Casanello y se autoimputó y solicitó la recusación del juez por direccionar la investigación hacia su padre y establecer un denominado corte a favor de la ex presidente y su hijo Máximo.

Báez no sólo cuestionó la investigación sino que mencionó que el juez se reunió con la ex presidente a través de “Wado” de Pedro, el ex secretario de justicia Julián Álvarez, y que acordó con el poder de entonces no investigar a la presidente y, por tanto, encubrir a su padre, a quien su propio hijo lo calificó de “testaferro” de la familia Kirchner, detonando una bomba política que no sólo alcanza a Casanello y a Cristina Kirchner sino también a todo el gobierno de Cambiemos, que había llegado a la conclusión de que era mucho mejor tener a la ex presidente golpeada y escrachada en los medios de comunicación pero en libertad, para que el peronismo se encuentre dividido entre el cristinismo, el pejotismo de Gioja y Scioli y el frentismo peronista de Sergio Massa y José Manuel de la Sota. Esta división del peronismo es imprescindible para que Cambiemos gane las elecciones de senadores por la provincia de Buenos Aires contra tres fórmulas del peronismo.

Si al gobierno le va bien con la economía, es muy probable que pueda ganar las elecciones del año próximo en ese distrito clave. Pero si se ponen de acuerdo Massa, Urtubey y Randazzo, la suerte del gobierno estaría echada, aunque hoy esa posibilidad está lejana.

Volviendo a la ruta del dinero K, la detonación de la bomba política de Leandro Báez puede traer consecuencias en la política nacional, ya que si Cristina va presa, los gobernadores, senadores, el PJ de Gioja y Scioli respirarán aliviados, aunque de la boca para afuera criticarán la decisión judicial.

En tanto, en el gobierno de Cambiemos deberán pensar en otra fórmula para evitar que las tribus dispersas del peronismo se junten para derrotarlo el año que viene.

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