Por Guillermo Cherashny.-

El gobierno quiere impulsar una nueva ley de responsabilidad penal empresarial donde se incluye la figura del «colaborador eficaz» para conducir al objetivo de esta ley, que mucho tiene que ver con el escándalo Odebrecht.

En efecto, el proyecto quiere establecer en forma retroactiva que, en caso de coimas, el castigo le caiga al CEO y no a la empresa y por eso el nombre de Ley Mindlin o Calcaterra, porque en 2009 Javier Sánchez Caballero, el CEO de IECSA recibió 20 millones de dólares desde la empresa brasileña. En este caso, si se sanciona la ley, Sánchez Caballero, quien fue echado de IECSA hace mes y medio, cuando Marcelo Mindlin le compró supuestamente a Angelo Calcaterra esa empresa, que es socia en la UTE del soterramiento del Sarmiento junto a Odebrecht y que se vería perjudicada cuando se confirme esa transferencia, porque demostraría que el kirchnerismo y el macrismo fueron socios con la «Cámara argentina de la Corrupción», como la llamó del matutino La Nación en lugar de la Cámara de la Construcción. Además, es un disparate jurídico el intento de que esta ley que propone el ejecutivo tenga retroactividad, cuando es de primer año de derecho que la ley penal no puede ser retroactiva.

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