Por Rodolfo Patricio Florido.-

No hay inocentes en este juego de la familia Báez. Uno será por ser el hacedor de los negocios de la corrupción K y los otros por disfrutar y formar parte de las abundantes mieles de esos “negocios” que saben que su padre, originalmente un cajero de banco, no podría disponer ni por casualidad sino fuera por el demérito de la corrupción. En otras palabras, no pretendan ni jueces ni algunos periodistas u opinólogos que toda la ciudadanía sea tan ingenua como para comerse el circo de la separación de Lázaro (para preservar propiedades en la distribución de bienes) y el cuentito de que su hijo Leandro es un santo varón ofendido porque le secuestraron el cochecito que había comprado con sus ahorros. ¡¡¡¡Por favor!!!! no pretendan que la sociedad además de ser tratada como estúpida, se reconozca como estúpida.

Ayer (más precisamente el 31 a la noche) en el programa conducido por Alejandro Fantino, Anímales Sueltos, el vivísimo y brillante abogado mediático Fernando Burlando, dijo dos cosas de apariencia contradictoria y objetivos clarísimos, excepto que todos quieran seguir el juego del gran bonete.

La primera, que había tantas razones para dejar detenido a Lázaro como al resto de sus hijos y en particular a Martín. Y que, por ende, si ellos estaban libres, el mismo camino debería seguir Lázaro Padre. O sea, una presunta lógica de excarcelabilidad, tratando de obviar la existencia de una lógica preexistente tal cual es que todos deberían estar presos. Luego, en la misma argumentación, se refirió a la inexistencia del riesgo de fuga. Esto, es también ridículo. No es la fuga lo central. Lo central es que, en libertad Lázaro Báez, dispondrá de los recursos y la libertad de acción para evadir más dinero y eventualmente vender propiedades que aún no hayan sido localizadas, mover dinero, cerrar cuentas, etc.

La segunda, que Leandro es un “chico honesto” de “profundas convicciones”, que está abrumado por el mal momento que está pasando sin tener ninguna responsabilidad y que estaba dolido porque le secuestraron el autito. Un absurdo absoluto. Leandro Antonio Báez, no es un niño, tiene más edad que la que tenía Leonardo Fariña cuando lavaba dinero y es además, desde el 30 de marzo de año pasado, según consta en el Boletín Oficial nacional, director titular y presidente suplente en Austral Construcciones. Que se sepa no rechazó el cargo de Director, ni el de Presidente suplente, ni dejó de cobrar salario y dividendos.

Y, como si esto fuese poco, como dicen en la venta callejera, no es el único cargo que el pundoroso hijo menor de Báez ocupa en las empresas: el pasado 27 de marzo fue nombrado accionista gerente junto a su hermano Martín en Loscalzo y Del Curto Construcciones SRL.

En cuanto a Martín Antonio Báez, el otro púber de 36 años, no hay mucho que explicar desde el video de la rosadita, más sus cargos en empresas y su presidencia de un club de fútbol que construyeron cual Pablo Escobar y que cuenta, también, con cancha de básquet, micro cine, salón de fiestas, y gimnasio entre los espacios más destacados. El Club es de ellos, el dinero es nuestro.

Martín Antonio es director suplente en Austral Construcciones SA, presidente de la constructora Loscalzo y del Curto Construcciones SRL, Director de otra constructora Kank y Costilla SA, socio junto a su padre en Valle Hermoso SRL. En el rubro automotor creó y es director de la firma HYU KAR SA con sede en Comodoro Rivadavia dedicada a la compra, venta e importación de autos de alta gama. En la actividad petrolera es director suplente de las firmas EPSUR SA y Misahar, con esta última administran algunas áreas petroleras.

Desde hace poco tiempo, Martín es socio en partes iguales junto a su padre en Alucom Austral SRL, una empresa creada en 2003 el otrora contador y hombre fuerte de Báez, Fernando Javier Butti y su esposa. Desde allí se administraba entre otros negocios el grupo de medios de Báez representados en el diario Prensa Libre, la FM Magna y Magna Media una suerte de servicio de consultoría de medios para empresas: técnicamente grababan todos los programas de radio y TV de la ciudad. Por otra parte, nos exime de comentarios la proliferación de Estancias.

Ahora, veamos a la nena. Luciana Sabrina tiene 37 años y si bien no tiene tanta participación en las empresas, tiene firma autorizada en el banco para operar por Austral Construcciones. Ella se ha diversificado. Desde el 2006 es la socia mayoritaria en la empresa Servicios Integral Alem, en los rubros neumáticos y son representantes de FATE en la ciudad de Río Gallegos.

Luciana, hace poco más de un año, junto a tres socios y con un capital de $ 300.000 creó Grupo4, una sociedad anónima que tiene por objeto emitir programas televisivos, comercializar publicidad, la edición e impresión de periódicos y/o revistas, producción y servicios empresariales entre otros servicios vinculados a los medios de comunicación.

Sé que hubo sarcasmo en todas estas palabras, pero también sé que hay claramente una importante estrategia en desarrollo, paga o no paga, que trata de victimizar a los hijos y a la esposa de Báez como si estos hubiesen sido observadores inocentes de uno de los latrocinios económicos más grande que tuvo la historia económica de la corrupción en nuestro país.

Instalar o intentar instalar que los corruptos son una expresión individual separada de sus familias es, cuando menos, una ingenuidad culposa. Si yo apareciera mañana en mi casa e invitara a mis hijos a viajar en un avión privado y propio o les comprara una o más propiedades a cada uno de ellos, les abriera cuentas comanditas en el exterior, les entregara autos de altísima gama y los nombrara Directores, Presidentes o miembros de empresas que ayer no existían, seguramente mis hijos comprenderían inmediatamente que su padre robó. Será luego su conciencia si aceptan ser parte del robo tomando todo lo que se les da, o abstraerse de todo lo sucedido y seguir sus vidas honestas, duras pero dignas. Esta es la realidad. Realidad mucho más simple que las complejidades que pretenden construir. La Justicia lo sabe y no puede ni debería hacerse la distraída. Será luego y entonces que la Justicia decidirá si se burlan de todos los argentinos que fueron robados, que murieron por la corrupción que los privó de remedios, hospitales, seguridad, educación y trabajo digno, o si actuarán como Jueces y no como Psicólogos de Familia. Sería muy triste ver que cuando todo esto termine, haya un solo condenado mientras que todos los demás viven maravillosamente con gran parte del dinero robado. Los desocupados, los hambrientos, los enfermos, los abuelos y los trabajadores todos, no merecen esta burla a sus honestas y esforzadas dignidades.
baez-45B

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