Por Guillermo Cherashny.-

Los audios de WhatsApp que el supuesto abogado Marcelo D’Alessio le envió al empresario Pedro Etchebest, donde le exigía que le pagara 300.000 dólares para no ser citado a indagatoria por el fiscal Carlos Stornelli porque había sido mencionado en las declaraciones del arrepentido Juan Campillo, ex administrador general de la ONCA, son una bomba de tiempo, en caso de ser verdad, o no, si estamos en presencia de un «girador», es decir uno de los cuantos operadores que piden dinero porque dicen que son intermediarios de fiscales y jueces.

En efecto, D’Alessio, que se vendía como experto en narcotráfico en los medios de comunicación y era muy creíble, ya que para los que lo vieron en la tele mostraba una gran solvencia en el precio de la cocaína y la marihuana en Bolivia y Paraguay y al que se vendía en la Argentina y cuando llegaba a Europa desde nuestro país. La excelente impresión que daba a los televidentes el supuesto experto en narcotráfico que fue invitado a varios programas de televisión, el último la semana pasada, cuando se presentó en el programa de Eduardo Feinmann con un testigo arrepentido de los negociados de PDVSA. Es más fue el denunciante de las compras fraudulentas de GNL en la época de De Vido por parte de Enarsa, donde fue un asesor en 2013, causa que recayó en Bonadío y Stornelli, y por lo cual se quedaron con la causa de los cuadernos porque Baratta era el que pedía las coimas en nombre de De Vido, Néstor y Cristina. El empresario Etchebest presentó la denuncia por extorsión en el juzgado federal de Dolores y Stornelli declaró que era una operación política de los K y hace dos días Carrió recibió una denuncia anónima con escuchas de Roberto Baratta en el marco de una causa donde está imputado el «rey de la efedrina» Mario Segovia, pero esas escuchas se hicieron en un pabellón donde no está alojado Segovia, por lo cual son poco creíbles y serían completamente ilegales. Si Carrió no aparecía con esta denuncia inculpando a Roberto Baratta desde la cárcel, suena raro, como que Stornelli tardó cinco días en denunciar por defraudación al «girador» experto en narcotráfico.

En el día de ayer, Rodrigo González, abogado de Leonardo Fariña y de Marcelo D’Alessio, renunció a su defensa en el juzgado de Dolores porque hay hechos comprometedores. En conclusión, los cuadernos de la corrupción describen el sistema de recaudación del kirchnerismo. De eso no hay ninguna duda, pero no obsta que se deba investigar hasta las últimas consecuencias si el experto en narcotráfico era un «girador» o bien actuaba de consuno con Stornelli.

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