Por Guillermo Cherashny.-

Según la confesión de la constructora Odebrecht en la bolsa de Nueva York, donde pagó una multa de casi 3.000 millones de dólares, declaró que pagó 35 millones de coimas en la Argentina y a partir de junio se podría conocer quiénes recibieron esos pagos. No habrá sorpresas, porque los culpables hay que encontrarlos entre los funcionarios que le otorgaron las obras públicas durante la era K y es obvio que el matrimonio Kirchner, Julio de Vido, José López y Florencio Randazzo están los responsables. Pero conviene deslindar algunas cuestiones. Una cosa son las coimas pagadas a quienes le concedieron las obras públicas que tuvieron como ingrediente ineludible que se pago mucho más que su valor real. Es obvio que nadie paga coimas si le adjudican una obra al valor real, ya que para pagar hay que tener una alta tasa de retorno que supera largamente los 35 millones de dólares confesados. En efecto, una sola de las obras, el soterramiento del tren Sarmiento, se adjudicó en 2008 por 1600 millones de dólares pero la crisis mundial del 2008 impidió su ejecución, por lo cual se readjudicó en septiembre de 2013 por 2250 millones de dólares a una unión transitoria de empresas integrada por Odebrecht, IECSA, de Angelo Calcaterra, el primo del presidente, la italiana Guella, socia de IECSA, y la española Comsa. De ahí la confesión del cambista Leonardo Meirelles, quien dijo que le giró a Gustavo Arribas -director de la AFI- la suma de 850.000 dólares en los tres días siguientes a la readjudicación del soterramiento del Sarmiento, lo cual podría ser un pago de gestiones de Arribas para la empresa IECSA de Angelo Calcaterra.

También la policía federal de Brasil descubrió un giro de Odebrecht en 2009 por 20 millones de dólares a IECSA, cobrado por Javier Sánchez Caballero, entonces gerente de la compañía, que luego se convirtió en el CEO de IECSA, que hace mes y medio fue «vendida» a Marcelo Mindlin, quien lo primero que hizo fue despedir a Javier Sánchez Caballero como CEO de la compañía, en un tácito reconocimiento del cobro de pagos irregulares.

¿Por qué Odebrecht le giró a Calcaterra 20 millones de dólares en 2009? Muy simple: era el tercio del adelanto que pagó el estado por la obra y, como en 2013 hubo otro adelanto del gobierno K, es posible que Odebrecht le girara por intermedio de un cambista a Gustavo Arribas -entonces residente en Brasil- que es el íntimo amigo del primo de una de las empresas beneficiarias del soterramiento del Sarmiento.

En conclusión, Odebrecht pagó coimas de 35 millones de dólares a funcionarios K pero también efectuó pagos a empresas asociadas como IECSA en el soterramiento y a Roggio y supercemento en la planta potabilizadora de Paraná de las Palmas.

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