Por Guillermo Cherashny.-

Gran sorpresa causó el apuro del juez federal Daniel Rafecas para citar a indagatoria a José López por el delito de enriquecimiento ilícito, cuando resulta ridículo y minimalista que se quiera reducir su comportamiento obsceno a un mero enriquecimiento ilícito, delito que es claramente excarcelable.

López ya tiene una causa abierta más importante en el juzgado de Ercolini, donde el actual Director de Vialidad Javier Iguacel denunció los sobreprecios en las adjudicaciones de rutas para Lázaro Báez y otros empresarios ligados al cristinismo, ya que, si era citado por Ercolini el delito principal, era lavado de dinero. Pero se metió Rafecas y pidió que le enviaran todas las causas en donde está imputado José López.

Sin embargo, ayer a la tarde, Mariano Federici, Director de la UIF, lo denunció por lavado dinero ante el juzgado federal de Mercedes, porque entiende con razón que es ilícito el origen de la posesión de moneda extranjera por parte de López y sus más de 9 millones dólares, a los cuales les quería dar un fin lícito, es decir, blanquearlos al ofrecerlos como donación al monasterio de las monjas.

Ahora seguro habrá una lucha por la competencia ya que, si queda en Mercedes imputado por lavado de dinero, de acuerdo a la legislación José López podría declarar como arrepentido; en cambio, si sigue con Rafecas por enriquecimiento ilícito, no se puede arrepentir sino que hasta podría quedar en libertad, porque ese delito es excarcelable y ya sabemos que el juez Daniel Rafecas no tiene ningún empacho en desafiar a la opinión pública, que exige que José López siga preso, porque en el hallazgo del botín hay varios delitos, como lavado de dinero y evasión fiscal agravada, y también una posible asociación ilícita con la ex presidente y Julio de Vido.

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