Por Guillermo Cherashny.-

En nota anterior dijimos que el grabado de partes de autos y motos es lo que se llama «un curro innecesario» inventando por unos empresarios con capacidad de «inventar» negocios con contratos obligatorios con los estados provinciales y nacionales que son pagados por los contribuyentes a razón de 1000 pesos anuales, lo que imagina una cifra muy grande si se tienen en cuenta los millones de autos que circulan por Capital, provincia de Buenos Aires y Córdoba, entre otras provincias, y que en la docta no tuvo un final feliz. En efecto, el gobernador Schiaretti dejó sin efecto por seis meses prorrogables la obligatoriedad del grabado indeleble de dominio múltiple a automotores, ciclomotores y motocicletas a la Grababus de la familia Sorensen, porque un fiscal detectó estafas por derivar fondos a la Cámara de grabado de automotores y por evasión impositiva de 27 millones de pesos por impuestos brutos y a los sellos por el 2016, que toralizaron cerca de 40 millones de pesos y se dispuso la libertad bajo caución del Sr. Sorensen y la prohibición de salir del país a sus hijos y directivos. Además, y es lo más importante, que en una nota adjunta se muestra un video sobre cómo se puede borrar con facilidad ese grabado, lo que demuestra que no evita de ninguna manera el robo de automóviles y que es un gasto inútil para el contribuyente y sorprendentemente tanto la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires no imitan al gobierno de Córdoba y eliminan esa carga al contribuyente. Este sistema intentó venderlo al estado nacional, al Registro Nacional del Automotor, cuyo director recibió a un lobista que le hizo un ofrecimiento personal que rechazó, pero increíblemente logró que se firmen contratos en forma obligatoria en CABA, provincia de Buenos Aires y Córdoba.

Quién es Sorensen, el dueño de la empresa de grabado de vehículos

Grababus es una de las ocho empresas de Sorensen, también presidente de la Cámara de grabado de vehículos, dueño de la patente del sistema y prestador monopólico en Buenos Aires y Mendoza.

Por Ary Garbovetzky y Juan Pablo Martínez | Día a Día

Jorge Sorensen, el dueño de Grababus -la firma que tiene a cargo el grabado de autopartes en Córdoba- no es un empresario más del rubro: es el dueño del circo. Ubicado en el centro de la arena, maneja junto con sus hermanos e hijos ocho empresas vinculadas con los grabados, la cámara que las aglutina y la patente del sistema que utiliza para dejar estampada la identificación del vehículo en la carrocería.

Los datos sobre el imperio que maneja Sorensen surgen de una consulta a la base comercial Dateas realizada por Día a Día.

Con el manejo de este universo, Sorensen logró imponer el grabado obligatorio de autopartes en Buenos Aires, Mendoza y Córdoba. El circo de Jorge se llama Grupo Sorensen, con el que también intentó desembarcar en Chubut, donde la idea tuvo un fuerte rechazo en 2011.

Jorge Sorensen desembarca con la Cámara de Grabadores de Autopartes de Vehículos Automotores y Motovehículos (Camgrab) en diferentes provincias con el discurso de que el grabado disminuye el robo de vehículos. Uno de los principales propósitos de la organización es “promover el grabado de autopartes en todo el país”.

Autograb, El Condor SRL y Gravacar son los socios fundadores y activos de la Camgrab. Las empresas fundadoras de la cámara son manejadas por Sorensen (captura de pantalla).

Sorensen era propietario de Autograb y le cedió la empresa a Marcelo Anibal Sorensen y a Mónica Mabel Sorensen, sus hermanos, pero es el gerente. En Gravacar es presidente y en El Cóndor, empresa especializada en grabado de cristales, sólo figura como empleado.

Jorge preside Grababus, la empresa que fue “elegida” por el gobierno de Córdoba para hacerse cargo del grabado obligatorio de autopartes.

GPS Router, Marca Segura, Home Alarm Systems, Identigrab y Merco Brasil completan la nómina de empresas con las que el imperio Sorensen expande su negocio de grabado de autopartes al país y a América, porque Merco Brasil se dedica a la exportación del sistema que se utiliza para dejar la marca de seguridad en los vehículos.

Tenacidad SRL es el último eslabón de la cadena, ya que se dedica a “la venta de papel timbrado y otra documentación para automotores y motovehículos”

Además, los Sorensen manejan dos empresas constructoras especializadas en caminos y desarrollos inmobiliarios: Albertocross Construcciones y Sorensen SRL.

El imperio Sorensen también se dedica a la ganadería con dos empresas creadas para tal fin: Chocos SRL y Agroganadera Jorcar.

Cómo opera. Mientras que en Córdoba se comenzó a implementar el grabado de autopartes de todos los vehículos de la provincia en un solo taller, en Capital Federal y en Mendoza hay siete puestos habilitados.

En Buenos Aires el costo del grabado es de 520 pesos y en Mendoza alcanza los 369.

Avivada. Las empresas de Sorensen ofrecen en Mendoza un servicio completo de grabado de cristales y autopartes que si se solicita en conjunto llega a los 775 pesos.

Cuando en 2011 la medida comenzó a regir en la provincia cuyana los talleres ofrecían una atención preferencial a los contribuyentes que pagaran un “canon” de 40 pesos por fuera del precio del grabado. La sobretasa fue suspendida por el gobierno provincial por el reclamo de los vecinos, según publicó en su momento el sitio El Sol.

Se puede borrar. Según denuncian en Internet, la técnica de grabado de autopartes del grupo Sorensen, que se realiza con el método de presión de aire con óxido de aluminio, se puede borrar utilizando una lija o una amoladora sin dañar la pieza, y aseguran que hay otro método, por microperforado, que no puede ser eliminado.

El usuario Juan Torres subió un video a YouTube que demuestra cómo borrar el grabado que realizan estas empresas.

Share