Por Ricardo Bustos.-

Julián Marías Aguilera fue un filósofo y ensayista español. Doctor en Filosofía por la Universidad de Madrid, fue uno de los discípulos más destacados de José Ortega y Gasset, maestro y amigo con quien fundó en 1948 el Instituto de Humanidades en Madrid.

El año 2005, nos dejó huérfanos de sus pensamientos en vivo.

He sido un privilegiado como locutor y maestro de ceremonias, perteneciendo a la Dirección Provincial de Ceremonial y Audiencias de la Gobernación, al poder presentar, humilde y respetuosamente al «Maestro» en el Teatro Coliseo Podestá de mi ciudad natal, La Plata, capital de la Provincia de Buenos Aires, una tarde casi noche con un auditorio ansioso por escucharlo… y ver su figura ya anciana pero con un poderoso caudal de energía intelectual.

Nos pintó con su pincel imaginario, cómo somos verdaderamente los argentinos, vistos desde otras fronteras.

Julián Marías Aguilera dijo de nosotros, mujeres y hombres argentinos:

• «Son el único pueblo del mundo que comienza sus frases con la palabra NO. Cuando alguien les agradece, dicen: ‘NO, de nada’ o ‘NO’… con una sonrisa. Los argentinos tienen dos problemas para cada solución. Pero intuyen las soluciones a todo problema. Cualquier argentino dirá que sabe cómo se debe pagar la deuda externa, enderezar a los militares, aconsejar al resto de América Latina, disminuir el hambre de África y enseñar economía en EEUU.

• «Los argentinos tienen metáforas para referirse a lo común con palabras extrañas. Por ejemplo, a un aumento de sueldos le llaman… ‘rebalanceo de ingresos’; a un incremento de impuestos… ‘modificación de la base imponible’; y a una simple devaluación… ‘una variación brusca del tipo de cambio’. Un plan económico es siempre… ‘un plan de ajuste’, y a una operación financiera de especulación la denominan… ‘bicicleta’.

• «Viven, como dijo Ortega y Gasset, una permanente disociación entre la imagen que tienen de sí mismos y la realidad. Tienen un altísimo número de psicólogos y psiquiatras, y se ufanan de estar siempre al tanto de la última terapia. Tienen un tremendo súper ego, pero no se lo mencionen porque se desestabilizan y entran en crisis. Tienen un espantoso temor al ridículo, pero se describen a sí mismos como liberados. Son prejuiciosos, pero creen ser amplios, generosos y tolerantes. Son racistas al punto de hablan de «cabecitas negras» en un país donde casi no hay negros de raza pura.»

• Para Julián Marías, «los argentinos son italianos que hablan en español, pretenden sueldos norteamericanos y vivir como los ingleses. Dicen discursos franceses y votan como senegaleses. Piensan como zurdos y viven como burgueses. Alaban el emprendimiento canadiense y tienen una organización boliviana. Admiran el orden suizo y practican un desorden tunecino… Son un misterio».

Estas reflexiones del filósofo Julián Marías, discípulo de Ortega y Gasset, son de hace muchos años, en una de sus visitas a Argentina.

¿Qué opinaría si hubiera venido hoy?

«Las doctrinas falsas suelen buscar la imposición; las verdaderas prefieren justificarse.»

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