Por Hernán Andrés Kruse.-

Este sábado se cumple medio siglo de una epopeya futbolística. En el mítico estadio Centenario de Montevideo, Racing se coronó campeón intercontinental al vencer 1 a 0 al Celtic de Glagow (Escocia). Fue el broche de oro de un increíble proceso que comenzó dos años antes. En efecto, en septiembre de 1965 Racing andaba a la deriva. Fue entonces cuando se hizo cargo de la dirección técnica Juan José Pizzuti, una gloria de la Academia. En poco tiempo supo acomodar a los jugadores en el campo de juego y con algunas incorporaciones de renombre, como Humberto Maschio, surgió uno de los mejores equipos de la historia del fútbol argentino. El aporte de Pizzuti fue tan extraordinario que luego de hacerse cargo del equipo, logró que Racing estuviera 39 partidos invicto, record que recién fue superado por el Boca de Carlos Bianchi en 1999. El campeonato obtenido en 1966 indica que el equipo de José disputó 38 partidos, de los cuales ganó 24, empató 13 y perdió sólo un encuentro (frente a River en el Monumental). Su poder ofensivo era notable (70 goles) y su defensa era granítica (recibió sólo 24 goles). Ese Racing contaba con jugadores de gran temple y técnica: Roberto Perfumo, Alfio Basile, Agustín Cejas, el Panadero Díaz, Nelson Chabay, Oscar Martín (capitán), Juan Carlos Rulli, Joao Cardoso, Humberto Maschio, Juan Carlos Cárdenas, Juan José Rodríguez, Norberto Raffo y otros más. El título obtenido en 1966 le permitió participar en la copa Libertadores de 1967. El equipo de José jugó al principio contra River (subcampeón de la edición anterior), Independiente Santa Fe, Bolívar, Independiente Medellín y 31 de Octubre. De los 10 partidos jugados ganó 8, empató 1 y perdió el restante, clasificándose primero con 29 goles a favor y 7 en contra. En la segunda fase jugó contra Universitario (la base de la selección peruana), Colo Colo y nuevamente River Plate. Obtuvo el primer lugar (junto con el equipo incaico) luego de disputar 6 encuentros, de los cuales ganó 4, empató 1 y perdió el restante. En consecuencia, el equipo de José se vio obligado a jugar un partido de desempate en Santiago de Chile frente a Universitario para definir a uno de los finalistas del certamen. El triunfo le correspondió a Racing (2 a 1). Esa victoria le permitió disputar la final contra el poderoso y aguerrido equipo de Nacional de Montevideo. Fue tanta la paridad (los encuentros de ida y vuelta terminaron 0 a 0) que hubo necesidad de un desempate. Más que partidos de fútbol se trató de verdaderos combates que contaron con la permisividad de los árbitros. Fueron verdaderos duelos de guapos en los que sobresalieron Roberto Perfumo, Alfio Basile, el Peta Ubiñas y Cococho Álvarez. Quiso el destino que nuevamente fuera el estadio chileno el escenario del partido definitorio, del encuentro que terminó consagrando campeón a Racing (2 a 1, goles de Cardoso y Raffo). El sueño se había hecho realidad: el equipo de José se había ganado el derecho de disputar la copa intercontinental contra el campeón europeo, el Celtic escocés. El encuentro de ida se disputó en el Hampden Park de Glasgow el 18 de octubre, siendo ganador el local por 1 a 0. La revancha tuvo lugar el 1 de noviembre en el Cilindro forzando Racing (ganó 2 a 1) un tercer partido. El último duelo tuvo lugar el sábado 4 de noviembre en el Centenario. En una final que fue una batalla campal (hubo 5 expulsados) el equipo de José se coronó campeón intercontinental al vencer por 1 a 0 con el inolvidable golazo del Chango Cárdenas a los 11 minutos del segundo tiempo. Los once gladiadores que salieron al campo de juego fueron Agustín Cejas, Oscar Martín, Roberto Perfumo, Alfio Basile, Nelson Chabay, Joao Cardoso, Juan Carlos Rulli, Humberto Maschio, Juan José Rodríguez, Juan Carlos Cárdenas y Norberto Raffo. Era la primera vez que un equipo argentino se coronaba campeón mundial. A partir de ese momento Racing pasó a ser el primer grande.

El 1 de diciembre de 2001, Página/12 publicó un artículo de José Pablo Feinmann titulado “Otra vez el gol de Cárdenas”. Escribió el autor: “Corre el año 1951 y se juega la final del campeonato de fútbol. Por un lado, Banfield, el equipo chico que se abrió paso hasta las alturas y está en el corazón de todos, porque todos quieren el triunfo de los débiles cuando se enfrentan con los poderosos. Frente a Banfield, Racing, el poderoso, que ya ganó varios campeonatos al hilo, que es el equipo del Poder, del peronismo de la abundancia y, sobre todo, el equipo del ministro de Hacienda, Ramón Cereijo, hombre fuerte del régimen que, se dice, le ha hecho su hermoso estadio y hará todo para que Racing gane esa final, devorándose al pequeño insolente, a esos aguerridos banfileños que se le atreven al Goliath peronista” (…) “Hay, no obstante, en el peronismo, alguien que quiere el triunfo de Banfield. No era Perón, que seguramente andaría en otra cosa, sino Evita, que quería el triunfo de Banfield porque, precisamente, era el débil, era el chico, era, cómo no, el pobre, el grasita, lo más parecido a esos descamisados, a esos desheredados nacidos para perder que Evita tanto quería. Le ordenó a Cereijo que Racing perdiera. Pero-el fútbol es así: se ama lo que se ama hasta los extremos de la traición-Cereijo, soterradamente, se rebela, ve a los jugadores de Racing y les ofrece una desbocada cantidad de premios (sobre todo automóviles) si ganan, si doblegan la soberbia banfileña. Así las cosas, se juega el esperado partido. Y todo va parejo, peleado, difícil, hasta que Mario Boyé, el fenomenal goleador de Racing, se lanza por la margen derecha del field y, acaso desde un ángulo imposible, o, al menos, muy difícil, saca un bombazo que entra por el palo del arquero Graneros, formidable atajador, tipo de los tres palos, que vuela, manotea, pero nada, la pelota estaba destinada al “rincón de las ánimas” y entró, y Banfield no coronó su sueño, pero sí Racing y Cereijo y la Argentina peronista” (…) “Pasaron los años. En 1966, el equipo humilde era Racing. Lo había hecho “con nada” el entrenador José Pizzutti. Había juntado a perdedores como el Yaya Rodríguez, a veteranos como Maschio, a irregulares como el Panadero Díaz, a irrecuperables como Martín y a jóvenes prometedores como Perfumo y Cejas, que se habían lucido en un juvenil en Tokio. Al equipo se lo nombra con el nombre de su entrenador, a quien se le atribuyen los grandes méritos de ese equipo-hazaña” (…) “Al año siguiente, Racing juega la Copa Libertadores de América y se corona campeón derrotando en Chile a Nacional de Montevideo con gol del Cabezón Raffo. Y luego enfrenta por la final del mundo al Celtic, de Glasgow, equipo del que era hincha nada menos que James Bond, o sea, Sean Connery. La final se juega en Montevideo. En cierto momento, el chango Cárdenas se va desplazando por la izquierda, cerca de la mitad del campo, y le llega una pelota a media altura, justo para la zurda. El maestro Maschio, que armaba el equipo en la cancha, le grita: “¡tirá al arco!”. Y Cárdenas le pega con la zurda y la pelota empieza a volar. Sigue, sigue y entra en el ángulo derecho del arquero escocés, que vuela (no tan bien como Graneros), pero sólo para la foto, sólo para que el gol se viera más lindo, porque los goles son más lindos cuando vemos a los arqueros volando como palomas elegantes, pero impotentes, decorativas” (…) Era increíble, pero cierto. ¡Era gol! El Chango Cárdenas había metido el zapatazo desde media cancha, la pelota había entrado y Racing era campeón del mundo. El primer campeón del mundo de la Argentina” (…) “Luego, el país y Racing empezaron a vivir tiempos difíciles. Los tiempos del país fueron aún más difíciles que los de Racing. Difíciles y hasta trágicos. Tanto, que algunos (lo confieso; yo, entre ellos) nos olvidamos de Racing. Dejamos de “ser de Racing”. Ya era bastante tragedia “ser argentino” como para, además, “ser de Racing”. Y en los ´90 surgió una leyenda formidable. Era así: durante muchos años, el gol de Cárdenas se pasaba por la tele en la apertura de los programas deportivos. O sea, todos llegaron a ver el gol de Cárdenas. La pelota que vuela, vuela y se mete en el ángulo imposible, golazo de media cancha. De pronto, el gol deja de pasarse. Y uno se preguntaba: “¿Por qué no pasan más el gol de Cárdenas?”. Y alguien le decía: “Porque ahora lo erra”. El destino de la Argentina se unió al del gol de Cárdenas: tan mal nos iba, tanto nos habíamos venido abajo, tan honda era nuestra decadencia que ya no nos pasaban el gol de Cárdenas porque ahora…salía por sobre el travesaño, afuera, desviado. Desviado como el destino del país” (…) “Apareció, de este modo, un tipo de argentino doblemente sufrido: el que añadía, a su condición de argentino, la otra, la lacerante condición de hincha de Racing. ¡Treinta y cinco años sin salir campeón!” (…) “Porque usted tiene por delante, como todo argentino, dos posibilidades. Una, lo hará feliz. La otra, como siempre, desdichado. Primera posibilidad: ¡Racing salió campeón otra vez, carajo! El gol de Cárdenas volvió a entrar. Ya no se va sobre el travesaño sino que ahora, como antes, injuria poderosamente la red del adversario” (…) “Además, con Racing, milagrosamente, volvió el peronismo y-según nadie olvida-“los días felices de la patria fueron y serán peronistas”. El espíritu ganador de Racing se ve en Rodríguez Saá, que es un fenómeno hiperkinético, un político que se las sabe todas, que está vivo y no dormido como el gilastro que supimos echar a patadas” (…) “Segunda posibilidad: no me jodan, dice usted. Racing salió campeón porque el fútbol es pura guita, puro negocio y ahora quieren privatizarlo, y como a Racing ya lo tienen gerenciado, conviene que salga campeón para privatizar a todos los demás. Pura guita, insiste usted. Y en cuanto a este loquito, a este puntano que se ríe todavía más que Perón, ¿a quién le ganó? Estaba cantado que la deuda podía no pagarse. Y encima va a la CGT y se pone a cantar la marchita esa con todos los caciques del sindicalismo” (…) “Tá bien, De la Rúa era un plomazo inaguantable, pero ¿otra vez el peronismo? ‘’¿¿Otra vez Racing?? ¿Otra vez el gol de Cárdenas? Un consejo: elija la primera posibilidad. Le va a ayudar a pasar mejor el fin de año y brindar por algo. Total, la esperanza nunca dura mucho en la Argentina. Usela esta vez. Beba su sidra, como su pan dulce y muéstrele a los suyos su mejor sonrisa. Y luego, a medianoche, levante su copa y diga su brindis a toda voz. Diga: “¡Por el regreso del gol de Cárdenas!”. Pero esta vez lo hacemos todos: esta vez la metemos todos en el ángulo imposible”.

José Pablo Feinmann publicó el 16 de agosto de 2015 en Página/12 un artículo (“¡Agustín! ¡Agustín! ¡Agustín!”) en homenaje a ese gran arquero que fue Agustín Mario Cejas. Escribió el autor: “Vamos a decirlo ya: entre muchos otros, que sería largo enumerar, hubo tres grandes arqueros en el fútbol argentino. Carrizo, Cejas, Fillol. Fueron tan grandes que ninguno tuvo la suerte que merecía” (…) “Y Cejas no pudo jugar el que seguramente iba a ser su Mundial. El de 1970, en México. Largamente se venía discutiendo sobre quién sería “el arquero del ´70” (…) “En una jornada triste de agosto de 1969, en la Bombonera boquense, elegida porque ahí el rugido de las tribunas se amplificaba atemorizando a los rivales y exaltando a los propios, Argentina empató 2 a 2 con Perú y se quedó fuera del Mundial. Agustín atajó como un león. Sacó pelotas durante los 90 minutos. Pero Cachito Ramírez lo derrotó dos veces. En buena ley. En el primer gol logró eludir la tapada, siempre infalible, de Agustín y en el segundo lo quemó, solo, a pocos metros. Agustín voló hacia su derecha, con toda su alma voló, con todos sus reflejos, tocó la pelota, la detuvo pero no del todo, ella siguió su carrera lenta pero fatal y, cuando parecía que no entraba, entró apenas junto al poste derecho. No hubo un solo jugador argentino para darle una caricia, sólo eso, y mandarla al corner. Ahí, Cejas perdió la oportunidad de su vida: ser el arquero de la Selección Argentina en el Mundial de Pelé, el del ´70. Perfumo, en El Gráfico, declaró: “En este Mundial vamos a ver muchas cosas. Muchos de esos delanteros que tanto necesitamos. Pero no vamos a ver a un arquero como Cejas” (…) “Si hubiera jugado el del ´70 habría pasado a la historia grande del fútbol mundial. Ni siquiera el inglés Banks, que en ese Mundial le sacó a Pelé un increíble frentazo esquinado, abajo, le podría haber arrebatado la gloria de ser el mejor. Sin embargo, tuvo un verdadero consuelo, tan grande como grande era el que se lo ofreció, Pelé. En un amistoso jugado el 8 de marzo de 1970, Pelé maniobra entre varios defensores argentinos. El material que entrega You Tube es brasileño, de modo que busca exhibir la grandeza de ese gol. Así, aclara: “Cejas era el mejor golero de la época”. Como, en efecto, lo era, lo vemos adelantado, como si diera por indubitable que Pelé dribblearía a todos y él tendría que anticiparlo antes de que pueda rearmarse y se le venga encima con pelota dominada. Pero no sucede así. Pelé, en un exquisito momento en que está algo tapado para Cejas, saca no un zapatazo, sino un deleitable disparo alto, al ángulo derecho, ese ángulo al que Borocotó llamara “el rincón de las almas”, que deja parado a Cejas. Después, el héroe del Santos declara: “Sí, claro que lo vi adelantado. ¿Cómo no lo iba a estar? Es un gran arquero. Siempre está en el achique. Ojalá lo tuviera en mi equipo”. Lo tuvo” (…) “¿Qué hacía de Cejas el gran arquero que era? No fue el arquero atajador. No fue el arquero jugador. Fue las dos cosas. Atajaba y salía. Nadie, en la historia de su puesto, salió a tapar al delantero que viene con pelota detenida como Cejas. “Las tapadas de Cejas” eran su especialidad de la casa. Usaba sus puños como si rechazaran tres defensores juntos. Contra Nacional, en Montevideo, en 1967, dio una clase deslumbrante del uso de los puños (siempre los dos) para despejar pelotas complicadas” (…) “¿Cómo tapaba Agustín? Hoy, y desde hace tiempo, se tapa mal. Se tapa con los pies. O no se tapa. Se ve a cientos de arqueros internacionales que “esperan” al delantero, lo dejan patear y se tiran. Nunca llegan. Siempre es tarde. Si el delantero patea, el arquero no llega ni llegará. No hay que dejar patear al delantero. Y si patea hay que estarle “ya” encima. Se tapa adelantando las dos manos y protegiéndolas con el cuerpo. El cuerpo siempre detrás de las manos, entre erguido y arqueado. Se trata de que la pelota no pase por arriba ni por abajo” (…) “La corpulencia del arquero es esencial en este tipo de jugadas. Y Agustín era muy corpulento” (…) “Era muy veloz. Siempre -o casi siempre- tomaba una decisión y una sola. Después de la noche negra contra Estudiantes en La Plata y luego en River, dijo: “Cuando anduve mal siempre se me ocurrían dos cosas para hacer en cada jugada”. El arquero debe jugarse siempre a una” (…) “Agustín podía y sabía volar. Pero no era un arquero volador” (…) “El gran arquero no vuela mucho. Sabe dónde irá la pelota” (…) “Estar colocado en el punto justo es la gran sabiduría del arquero. Agustín “mataba” los tiros violentos, a media altura, sin molestarse mucho.” (…) “Era bueno de arriba. Sabía que el área chica es y debe ser siempre del arquero. Tenía dos defectos que nunca solucionó. No es que fuera malo entregando desde el arco, pero tuvo que aprender y duramente” (…) “En 1970 se lo llevó Pelé. Su último partido fue contra San Lorenzo. Lo fui a ver. Llevé conmigo a mi querido sobrino David Feinmann, que todavía era un pibe. A Cejas le toca el arco que tiene detrás a la hinchada de San Lorenzo. Mientras se va acercando, la hinchada azulgrana empieza a cantar: “¡A-gus-tín! ¡A-gus-tín!”, tal como le cantaba la hinchada racinguista, y que era un reconocimiento doble, ya que relacionaba el “¡A-gus-tín!” con el ¡”A-ma-deo!” que los de River le dedicaban a su gran arquero-ídolo. “Escuchá-le digo a mi sobrino-. Son los de San Lorenzo los que lo reciben como si fuera uno de ellos”. Al lado mío, un señor azulgrana me dice: “¿Sabe qué? No solamente es un gran jugador, es una gran persona” (…) “Las redes sociales han reaccionado poderosamente ante la muerte de Agustín Mario Cejas. Se ve, en él, al grande, al ídolo, de una época que murió. Lo saludan los hinchas de todos los equipos. De San Lorenzo, de Boca, de River, de Estudiantes. Hoy, que entre las hinchadas hay violencia, hay muerte, y no reconocimiento, todos reconocen a un grande. Un tipo que no despertó odios. Que limpiamente jugó al fútbol, defendió su valla, y lo hizo con brillantez y humildad”.

En su edición del 12 de marzo de 2016, Página/12 publicó un artículo de Martín Granovsky titulado “Perfumo, el inmortal”. Escribió el autor: “Ahí lo veo a Roberto Perfumo, como todos los días, en el salvapantallas de la compu. Está parado después de Cejas y Basile y con Martín a su izquierda en la misma fila que Rulli y Chabay; En cuclillas posan el brasileño Joao Cardoso, Maschio, J.J. Rodríguez, Cárdenas y Raffo. Es la formación de Racing que el 4 de noviembre de 1967 le ganó al Celtic en el Centenario de Montevideo” (…) “La historia no se borra. Todavía me acuerdo de cómo gritamos el gol con mi amigo de la primaria Mendi Perel, hincha de Argentinos Juniors” (…) “Época rara: uno se ponía contento también por el triunfo internacional de un equipo ajeno” (…) “Perfumo persona era el jugador que, según definían los relatores deportivos, tenía prestancia” (…) “Prestancia era otra cosa. Resultaba difícil entender el significado pero nosotros, los hinchas de Racing, repetíamos la palabra como si supiéramos. Perfumo y prestancia eran la misma cosa. O porque en la cancha se lo veía muy lejos o porque la tele también filmaba de lejos, solo teníamos registro del Perfumo fino y señorial, el 2 capaz del quite limpio y el armado desde atrás. Después sabríamos, incluso por sus propios relatos, que Perfumo era un genio pero además un asesino serial” (…) “Por eso quedó tan grabado el momento en que, jugando contra Estudiantes, el mariscal le tiró una patada a Carlos Salvador Bilardo. Era 1968, lo expulsaron, y yo de bronca tiré al piso la portátil roja que me había regalado la tía Eugenia. El mito es que, antes, Bilardo había provocado a Perfumo hablándole de un supuesto amante de su mujer, Mabel. Bilardo siempre lo negó. En esa época nadie sabía el nombre de las mujeres de los jugadores. No eran modelos sino amigas del barrio, en este caso la novia de un pibe de Sarandí hijo de albañil y sobrino de carnicero” (…) “Racing era Racing, con esa tautología que solo tiene lo sagrado, y Perfumo era como la esencia de Racing. Uno crece y las imágenes permanecen intactas, como los santos o los fundadores de la patria. Primero, cuando también son personas, los jugadores son gente más grande que uno. Pero después pierden edad y quedan congelados en el momento de gloria. Por ejemplo Agustín Mario Cejas se murió hace poco, a los 70. Yo lo sigo teniendo delante de mí, como si careciera de edad” (…) “El miércoles, en el auto, lo escuché en Pasión Nacional, el programa de tango y fútbol que hacía con Horacio Pagani y Carlos Ares” (…) “Perfumo también fue funcionario. Néstor Kirchner lo tuvo de Secretario de Deportes poco menos de un año. No sé si fue bueno o si fue malo. Tampoco sé si tenía condiciones para la gestión pública. Intuyo las razones de Néstor para nombrarlo: quería darse un gusto. “Kirchner amaba a Racing y vivía pidiéndome que le contara anécdotas”, le confió una vez el Mariscal al periodista deportivo José Luis Ponsico, un notable recolector de historias” (…) “También para él Racing era una identidad y Perfumo un prócer como el que veo ahora en el salvapantallas. Si hago el cálculo sabré que en esa foto el mariscal ya había cumplido 25 años y que se murió el último 10 de marzo a los 73. Pero no tiene sentido: los ídolos no tienen edad y son inmortales. Acá o en Honolulu”.

En su edición del 1 de noviembre, Página/12 publicó artículos de Cora Gamarnik (“¿Cuál es el límite?”) y Claudio Scaletta (“La parábola histórica”).

Escribió Gamarnik: “Los medios masivos de comunicación tienen el poder de instalar temas de agenda, propagar rumores, reforzar opiniones ya establecidas, generar climas sociales y propagar mentiras como datos sociales que luego no son comprobados. Pero no son todopoderosos. Diversas investigaciones nos han enseñado a lo largo del siglo XX que no existe una omnipotencia mediática que pueda anular la conciencia social y convencer a los individuos de aceptar indefinidamente opiniones opuestas a sus intereses. La idea de medios omnipotentes ayuda a sembrar desánimo y a deslindar responsabilidades políticas. Tampoco se trata de subestimar las operaciones cada vez más refinadas que proponen nuevas formas de manipulación social” (…) “En la posguerra europea algunos investigadores se preguntaron cómo y por qué una parte importante de la sociedad alemana apoyó al nazismo. Sus conclusiones fueron que la comunicación manipulatoria se ejercía más fácilmente en sociedades con autoritarismo político, en las que existen la censura y un discurso oficial muy dominante, así como en sociedades formalmente libres pero con sistemas de información concentrados u oligopólicos, en donde la libertad de elegir resulta muy restringida” (…) “Pero también las investigaciones en comunicación nos traen buenas noticias. Que haya intención manipulatoria no significa que haya necesariamente efectos manipulatorios” (…) “La complejidad de la realidad social anula toda chance de reducir a una-la visión dominante-la multiplicidad de variables reales o potenciales que pueden explicar el orden de las cosas. No hay “interiorización muda” de los valores o discursos dominantes sino una compleja red de intereses de clase, deseos, impugnaciones, demandas, historias previas, vínculos sociales. Las experiencias vividas, las redes de socialización, las competencias culturales, las historias familiares, las relaciones laborales o gremiales, las interacciones con otros complementan, median y se interrelacionan con los discursos mediáticos. Como explicó hace tiempo Raymond Williams cualquier intento de construcción de hegemonía no es un proceso simplemente adaptativo. Hay rupturas, negociaciones, límites y presiones. Nunca se da de modo pasivo sino que es continuamente renovada, recreada, defendida y modificada pero al mismo tiempo resistida, limitada, alterada, desafiada. Lo que está en juego hoy en definitiva es aquello que llamamos sentido común. La idea de sociedad que tenemos, la idea de justicia, de igualdad, la forma en que vemos a los otros, la forma en que nos vemos nosotros en relación a los otros. En ese contexto los medios son uno más de los escenarios donde el sentido común se disputa. Al mismo tiempo entraron en escena las redes sociales y con ellas nuevas formas de intervención social” (…) “Al mismo tiempo que una hegemonía intenta imponerse se construyen miles de acciones contra hegemónicas diseminadas por todo el tejido social. Para enfrentar un sistema de tamaño poder como el que hoy gobierna Argentina no alcanza con la crítica moral o ética. Se requieren respuestas significativas, persistentes y variables. Que no sean solo deseables sino sobre todo factibles”.

Escribió Scaletta: “El nuevo ministro Luis Miguel Etchevehere fue el candidato a dirigir el área de agricultura macrista desde antes del triunfo de Cambiemos en el ballottage de 2015, es decir desde antes que la secretaría elevada a ministerio por el kirchnerismo pase a llamarse de “Agroindustria” (…) “Cualquiera sea el caso, el nuevo ministro siempre estuvo en el banco de suplentes y su ascenso, más allá de la dispar consideración de sus pares, no representa una ruptura en la representación de un sector conducido desde fuera por las grandes exportadoras. El dato, sin embargo, no deja de ser fuerte. Para encontrar a hombres de la Sociedad Rural (SRA) ocupando ministerios es necesario remontarse a la última dictadura militar, cuando José Alfredo Martínez de Hoz y Jorge Zorreguieta…nutrieron el gabinete que abortó a sangre y fuego el modelo de desarrollo con inclusión de la ISI (Industrialización Sustitutiva de Importaciones), proceso que dio origen a un cuarto de siglo largo de neoliberalismo. Como puede observarse, desde la llegada de Cambiemos al poder el género de la parábola histórica no demanda mayores esfuerzos” (…) “Dentro del llamado “campo” es conocido que la burguesía agraria más dinámica y vinculada a la producción, la más “moderna” en la jerga autorreferencial, se encuentra agrupada principalmente en CRA (Confederaciones Rurales Argentinas), cuna del ministro saliente Ricardo Buryaile, quien en rigor provenía de la periferia de la agrupación” (…) “No obstante, la SRA siempre conservó su ascendente oligárquico. Como fue señalado por sus dirigentes en tiempos de las revueltas de 2008, “el campo es anterior a La Nación”, financió la mal llamada “Campaña del Desierto”, que aniquiló a mapuches y ranqueles para sumar extensos territorios a sus financistas, y batalló duramente contra el estatuto del peón de campo y el aguinaldo, dos estandartes de su gran enemigo desde mediados del siglo XX, el peronismo. Su historia reciente es más conocida. La SRA no sólo apoyó ideológicamente y nutrió de cuadros al golpe de 1976, sino que lo empujó abiertamente a través de una sucesión de lockouts. Ya en las últimas décadas se destacaron los abucheos a Raúl Alfonsín en el picadero de la exposición rural y el férreo enfrentamiento con el kirchnerismo desde la Mesa de Enlace” (…) “Aunque la SRA no es en la práctica el sector que conduce a la burguesía agraria pampeana, que con la extensión de la frontera agrícola a partir de la sojización dejó de ser sólo pampeana, sí es garantía de “pureza ideológica” en materia de librecomercio y libremercado” (…) “Sin embargo, las causas del recambio en agroindustria fueron más triviales. Entre las decisiones clave del macrismo destacaron, ya en el mismo diciembre de 2015, la fuerte devaluación, una decisión con efectos transectoriales, y la eliminación parcial de retenciones, agrarias y mineras. Desde la visión neoliberal del mundo, se esperaba que estas dos medidas redunden en un salto exportador y alentaran el ensueño del “supermercado del mundo”. A casi dos años del cambio de gobierno apenas se registró un aumento inicial de las ventas al exterior como producto de la liquidación de stocks acumulados a la espera del cambio de reglas” (…) “La segunda cuestión es la de las llamadas economías regionales, como se define a los enclaves productivos de las provincias que no son ni aceiteras ni cerealeras, desde la lechería, a la vitivinicultura, las frutas, los cítricos, tabaco, yerba mate, caña de azúcar, etc. Se argumentó que estas economías se encontraban destruidas y, aquí también, se creyó que la política más eficiente era el simple abandono de la intervención estatal, la devaluación y la eliminación de aranceles. El resultado, que parte de los funcionarios de Cambiemos atribuyen a la virtual ausencia de gestión de Buryaile, es que estas economías regionales no sólo no mejoraron, sino empeoraron” (…) “A grandes rasgos, el cambio de ministro tiene de fondo el problema exportador. Los sectores que se suponía deberían ser los mayores proveedores de divisas “genuinas” de la economía no las está proveyendo en la magnitud que se esperaba en los papeles, donde sólo crece el déficit estructural de la cuenta corriente. Dicho esto al margen del neoliberalismo ingenuo de liberar por una década la obligación de liquidar las divisas de exportación. Sin embargo parece difícil que un abogado provocador que ganó fama por las denuncias de trata laboral, extremista en lo ideológico y cultor de la baja de aranceles y el tipo de cambio alto sea el perfil ideal para un giro productivista en la agroindustria local que, por ahora, parece lejos de asomar”.

En su edición del 1 de noviembre, La Nación publicó artículos de Loris Zanatta (“Una obra maestra de ineptitud política y borrachera ideológica”) y Santiago Kovadloff (“El desafío de rescatar al país de su involución”), y un editorial titulado “El camino del cambio hacia una república”.

Escribió Zanatta: “La crisis catalana parece el teatro del absurdo. Tiene razón quien, refiriéndose al ya famoso “Procés”, evocó otro, que le cae como anillo al dedo, el de Kafka. Si nos abstraemos por un momento de las convulsiones que atraen nuestra atención y observamos el conjunto, se tiene la impresión de una mala broma, de una farsa terminada en tragedia; o incluso peor: de una tragedia terminada en farsa” (…) “La crisis catalana sigue de una manera tan pedante la trama típica de las crisis que conducen al surgimiento de regímenes populistas que parece copiarla. En este sentido, ve lejos y resulta muy lúcido Juan Luis Cebrián cuando escribe que la pandilla de los cuatro catalanes, con su estilo “bananero y churrigueresco”, es más que una amenaza a la unidad territorial de España: es una amenaza para la democracia. De eso se trata, justamente” (…) “Durante años, aquellos que señalamos en los populismos latinoamericanos fenómenos antiliberales de raigambre hispana, intolerantes del pluralismo y la constitución, partidarios de una idea plebiscitaria del pueblo y de la democracia, fuimos reprendidos: ¿por qué entonces no hay populismo en España?, se nos preguntaba. Desde entonces, la antigua madre patria ha producido populismos para todos los gustos, a menudo inspirados en sus hijos legítimos de América latina” (…) “Todo comienza, como en cada populismo que se respete, con una crisis de disgregación. O con la percepción de disgregación: la percepción, en la historia, a menudo pesa más que la realidad; alguien la llama posverdad. La grave crisis económica que puso fin al largo ciclo de crecimiento español, los efectos perturbadores de las grandes migraciones, el debilitamiento de la soberanía del estado debida a la globalización: todo esto abrió sin duda profundas grietas en el pacto democrático garantizado por la constitución de 1978” (…) “Frente a estos cambios, el tradicional nacionalismo catalán fue cambiando su piel, creó un nuevo relato histórico: ya no era una forma peculiar de ciudadanía, sino una identidad rígida; no expresaba respeto por la legalidad y la racionalidad, sino nostalgia por una cultura y una espiritualidad unívocas” (…) “El victimismo, en estos procesos, es un arma poderosa y diabólica: el pueblo sería feliz y unido si un agente externo, el chivo expiatorio, no lo contaminara” (…) “¿Y quién, a la luz de la historia, se presta mejor a este papel sino España, Madrid, el rey, el sistema constitucional, la partidocracia? Sobre ellos vuela, superior, etéreo e inalcanzable, el pueblo catalán” (…) “Y ahí tenemos a ese pueblo parcial erigirse en todo el pueblo. No importa que sea minoritario, verdadero o inventado: como encarnación de esa identidad imaginada, el pueblo catalán, investido de una misión providencial, se transfigura en pueblo sagrado. Los otros, los no catalanes, los catalanes tibios, los catalanes españoles, son por eso mismo vendepatrias, traidores, enemigos. Está así servido el menú habitual de todos los populismos: adiós al pluralismo, adiós a la convivencia; se impone el esquema maniqueo que al pueblo sacrificado de la pobre Cataluña opone el cruel y poderoso satanás español” (…) “Parece increíble que se siga empleando un esquema tan vetusto, que todavía funcione en un país moderno en el corazón de Europa” (…) “Sus efectos son siempre los mismos, son funestos y son los que vemos hoy frente a nosotros: el reclamo de la unanimidad causa fracturas, la imposición de la identidad destruye las instituciones, el amor por el pueblo mítico genera odio en el pueblo real. Una obra maestra de ineptitud política y de borrachera ideológica” (…) “No sé cómo terminará todo esto; ni cuándo. Nadie sabe si la burbuja catalana se desinflará o explotará, produciendo efectos en cadena. Por ahora, Puidgemont y sus compañeros no lograron mucho: querían más recursos, pero han causado la fuga de corporaciones y capitales; querían la simpatía del mundo, pero nadie quiere reconocerlos; querían independencia y despertaron el nacionalismo español. No parece una gran visión estratégica. Me gusta pensar que su resultado confirmará la madurez de nuestras sociedades, la solidez de nuestras democracias; que la crisis catalana pronto será recordada como otro fracaso populista y Puidgemont, como un Maduro cualquiera. Pero qué amargura para Cataluña”.

Escribió Kovadloff: “No creo que, en la historia de América del Sur, haya otro país expuesto a la decadencia en los términos en que lo estuvo Argentina. Uno tras otro, extravió todos sus logros. Ninguna sociedad, en tan poco tiempo, evolucionó como la suya. Ninguna, tampoco, cayó tan rápido desde tan alto” (…) “De todos los signos de esta pavorosa involución, el de la multiplicación exponencial de la pobreza es el peor; el más vergonzoso y el más profundo” (…) “La pobreza es, de más está decirlo, un gravísimo problema. Eso significa que no es, de ningún modo, un problema fecundo. Fecundos sólo son los problemas que plantea el desarrollo, la innovación” (…) “La Argentina, tras las recientes elecciones de término medio, pareciera encaminarse hacia la renovación del conjunto de problemas que importa resolver; los que son gravísimos y por ello mismo urgentes, y los que revisten fecundidad y piden, para irrumpir, que se salga del atraso” (…) “Si la Argentina alcanzara, en las próximas dos décadas, la equidad social indispensable, no sólo contará con mayor inclusión social. Habrá también mayor identidad cívica general. La riqueza acaudalada por unos pocos es tan inhabilitante para un proyecto democrático republicano como la pobreza extendida a millones de habitantes” (…) “Lo que tienen de esterilizantes los regímenes populistas es que hipotecan el protagonismo personal en la figura de sus líderes. En ellos y sólo en ellos se concentran todas las posibilidades de alguna significación por parte de quienes no alcanzan a ser sujetos de sus propias vidas. Es decir, quienes viven por delegación, condenados a durar en lugar de ser alentados a desarrollar sus aptitudes. Los carenciados, en el marco de los populismos, hipotecan su desarrollo personal en la despótica omnipotencia de aquellos que los subsidian” (…) “Cambiemos les debe lo que es a muchas personas y no sólo a una. Mauricio Macri es un nuevo líder, en el sentido de un líder original. Y lo es porque no presume haber dejado atrás su incompletitud, su sensata insuficiencia, para pretender saberlo todo. Dirige, pero no agota ni quiere agotar en su persona el sentido y el alcance de esa conducción” (…) “El trabajo orquestal desplaza de la política al personalismo intransigente, verticalista y caudillesco” (…) “¿Cómo fue posible que el sentido del liderazgo político haya dejado de ser, en la percepción colectiva, previsible y estático para pasar a ser innovador? ¿Qué debió suceder para que “lo de siempre” se transformara en inédito? ¿Qué entendió Cambiemos? Entendió que, en la sociedad, el cansancio ante lo repetitivo era más fuerte y podía llevar más lejos que la resignación al inmovilismo, a la política entendida como renuncia a la transformación. Que la desesperanza reinante podía transformarse en expectativa y no sólo en indignación” (…) “Por cierto, Cambiemos tiene, en el escenario político, adversarios. Pero no tiene enemigos. Sus enemigos están fuera de la política” (…) “El orden republicano sólo puede afianzarse si los adversarios del oficialismo se consolidan como oposición y si los enemigos del sistema dejan de infiltrarse en el poder para quedar expuestos como lo que son: delincuentes” (…) “Desde la pseudooposición se combate mal al presidente de la Nación, es decir, ineficazmente, cuando se lo acusa de encarnar el pasado, la dictadura, la represión. Y ello no sólo porque ese aluvión de descalificaciones es objetivamente falso, sino porque, además, no logró ni logra ser persuasivo donde quiere serlo: en la mayoría de la gente. Cambiemos ha ampliado su espacio electoral porque su argumentación sobre el pasado y sus voceros, así como sobre el porvenir indispensable, resultó más verosímil que la de esa pseudooposición y la de la oposición sin más” (…) “Al convocar, tras las elecciones, a un encuentro nacional entre fuerzas políticas para consensuar las reformas imprescindibles del Estado, Mauricio Macri expresa, con claridad, que es plenamente consciente de que, sin una oposición sólida e inscripta en el modelo democrático republicano de gobierno, no hay posibilidad alguna de llevar a cabo las transformaciones estructurales imprescindibles. Esas que pueden hacer de este país una auténtica nación” (…) “Repitámoslo: el adversario, en un sistema político como el nuestro, es un requisito primordial, pues sólo con él pueden generarse los consensos necesarios para afirmar la convicción de que la política es negociación en el marco de la ley”.

Escribió el mitrismo: “La convocatoria presidencial a construir consensos básicos tendientes a combatir la inflación, bajar el déficit fiscal y los impuestos, generar empleo y elevar la calidad institucional debe ser contundentemente apoyada. El mensaje del primer mandatario ante gobernadores, empresarios y sindicalistas podría constituir un punto de inflexión en la historia argentina de las últimas décadas si efectivamente encuentra una respuesta positiva a su llamado a modificar viejos paradigmas que han dominado por demasiado tiempo la Argentina, como el populismo y el estatismo” (…) “Cambiemos, efectivamente, obtuvo un claro triunfo electoral. Pero ahora su conductor político y presidente de todos los argentinos deberá liderar una batalla cultural no menos compleja para dejar atrás funestas convicciones que llevaron a que cada vez más personas vivieran de un Estado cuya creciente obesidad es inversamente proporcional al crecimiento de la actividad privada y a la creación de empleo genuino y de calidad” (…) “El presidente sostuvo que “el cambio cuesta, pero no hay excusas para no animarse” y fue contundente al señalar: “Es ahora o nunca” (…) “Desde esta columna editorial, hemos señalado oportunamente que el actual gobierno perdió demasiado tiempo antes de hacer público un eficaz diagnóstico de la sobredimensionada e ineficiente estructura del Estado. En cambio, hizo muy poco hasta ahora para modificarla” (…) “Es de esperar que ahora, con el poder que le confiere el apoyo de las urnas, el presidente pueda llevar a la práctica el principio de eficiencia en el que siempre creyó” (…) “El derrotero del cambio trazado por el mensaje presidencial plantea una serie de interrogantes, sobre los cuales la ciudadanía y la dirigencia toda deberían reflexionar: ¿Puede cambiar la Argentina sin un compromiso compartido de vivir sin inflación? ¿Cuánto tiempo más puede permitirse que el Estado continúe gastando mucho más de lo que recauda? ¿Por cuántos años más puede sostenerse una presión impositiva tan elevada, que ahoga la actividad productiva e impide la generación de nuevos empleos? ¿Hasta cuándo podrá sostenerse un modelo en el que casi veinte millones de personas viven o reciben algún beneficio del Estado y sólo ocho millones de personas efectúan aportes en el sector privado? ¿Es posible seguir mucho tiempo más con un sistema previsional que no es sustentable y con argentinos que, al margen del principio de igualdad, son beneficiarios de jubilaciones de privilegio? ¿Es razonable que existan alrededor de 3000 sindicatos, aunque apenas 600 firmen convenios colectivos? ¿Es viable el cambio en un país donde mafias sindicales y grupos de violentos llevan a cabo toda clase de extorsiones delante de las narices de las autoridades y de la ciudadanía entera para negociar privilegios sectoriales o individuales? ¿Estamos en condiciones de dejar atrás el clientelismo y avanzar hacia un sistema electoral más moderno y eficiente? ¿Es finalmente factible aspirar a ser una república en serio con comportamientos de funcionarios y jueces que permiten que la impunidad frente a la corrupción reine sobre la Justicia?” (…) “Pero, en la historia, lo que termina contando son los hechos, mucho más que las palabras memorables. Corresponde ahora, entonces, que tanto el jefe del Estado como el resto d e la dirigencia política que pretende verdaderamente sacar al país del atraso y el aislamiento pasen a la acción. Sólo así se empezará a gestar un verdadero cambio, para el cual no se necesita más Estado, sino liberar las energías productivas de los argentinos y afianzar la república”.

En su edición del 31 de octubre, Página/12 publicó artículos de Werner Pertot (“Una reforma que sonó a ajuste”), Eduardo Aliverti (“Lo nuevo es lo de siempre”) y Washington Uranga (“Ahora o nunca”).

Escribió Pertot: “No dijo “achicar el Estado para agrandar la Nación”. Ya quedó viejo. Tampoco usó la metáfora de “cirugía mayor sin anestesia”. También es de otro tiempo. Ante un público de gobernadores, empresarios, sindicalistas, jefes parlamentarios, jueces y rectores de universidades, el presidente Mauricio Macri sostuvo que su gobierno entra en una etapa de “reformismo permanente” tras la victoria electoral. Delineó tres ejes ante el oído atento de los enviados del FMI, quienes en la visita que realizaron el año pasado dejaron como recomendación una reforma muy parecida a la presentada ayer. Macri planteó ayer el eje fiscal, en el que reclamó un mayor ajuste de las cuentas a los gobernadores; el laboral, en el que anunció a los sindicalistas que se avanzará contra la “industria del juicio”, y en redistribuir el sistema jubilatorio que “no es sustentable”; y el eje institucional, en el que Macri hizo eje en las reformas judiciales. También se quejó de la cantidad de empleados que tiene el Congreso, las legislaturas provinciales y advirtió que hay demasiados sindicatos y demasiadas universidades públicas” (…) “El presidente comenzó con un homenaje a Raúl Alfonsín y luego recordó el resultado electoral, por si se le había pasado a algunos de los presentes. Antes de delinear las reformas, que dividió en tres ejes, Macri se atajó ante la idea de que se viene un mayor ajuste. “No se trata de sacar o de ajustar sino de ceder en algo para recuperar el conjunto”, sostuvo antes de presentar “una agenda de reforma permanente” (…) “Enumeró tres ejes generales: “El primero es sobre la responsabilidad fiscal, la inflación y los impuestos, no podemos gastar más de lo que recaudamos, y esto lo digo en todos los niveles del Estado” (…) “El segundo eje es favorecer el empleo. Avancemos hacia un esquema de reglas de juego que fomenten el empleo privado, formal”, advirtió ante los sindicatos y empresarios” (…) “Por último, Macri sostuvo que habría reformas en la línea de “la República y la calidad institucional” y remarcó que “esto incluye reformas en la justicia, en el sistema electoral y en iniciar un camino de transparencia e integridad para prevenir y castigar a la corrupción” (…) “No podemos seguir gastando más de lo que nos ingresa, tenemos que comprometernos al equilibrio fiscal en todos los niveles de gobierno, acordar un camino entre Nación y las provincias para acercarnos lo más posible al superávit de las cuentas públicas”, les advirtió a los gobernadores. Y sentenció: “Esto no es negociable”. También les señaló que deberán resignar impuestos provinciales. “Tenemos que desandar juntos la escalada de impuestos que nación, provincia y municipio hicieron los últimos años”, indicó Macri” (…) “También anunció que comenzará a trabajar una comisión para reformar el sistema jubilatorio. “Tenemos que pensar una conversación adulta y honesta sobre nuestro sistema de jubilaciones y pensiones”, sostuvo Macri, quien advirtió que actualmente el sistema previsional “no es sustentable”. “A mi entender no debería haber jubilaciones de privilegio, ni regímenes especiales, que por ejemplo habiliten sin justificación alguna a que algunos se jubilen a los 40 o a los 50 años, mientras otros tienen que trabajar hasta los 65”, indicó. Macri aclaró que “el sistema seguirá siendo universal, público, solidario y de reparto” (…) “Sobre el endeudamiento, les preguntó a los gobernadores: “¿Qué madre o qué padre pueden dejarles a sus hijos deudas y problemas? No nos gusta endeudarnos, pero mentirnos, emitiendo dinero sin respaldo y generando inflación”, sostuvo Macri, cuyo gobierno llegó a colocar un bono a 100 años” (…) “En los próximos días vamos a presentar algunas iniciativas que venimos conversando con los representantes del trabajo”, indicó Macri, sobre el blanqueo laboral que viene negociando la CGT con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca. También les advirtió: “Vamos a seguir combatiendo los excesos en la litigiosidad laboral. La mafia de los juicios laborales es uno de los principales enemigos de la creación de trabajo en nuestro país” (…) “También apuntó a sus obras sociales: “En Argentina hay 280, de las cuales sólo 40 representan el 70% de los trabajadores. Esto quiere decir que hay 240 obras sociales que sólo representan el 30%. Esta cantidad llama la atención”. Sostuvo también que pasa “algo similar con los sindicatos”. “No puede ser que haya más de 3 mil en la Argentina y sólo 600 firmen paritarias anualmente”, sostuvo” (…) “Por último, Macri dedicó varias críticas al Poder Judicial. No lo anunció, pero el ministro de Justicia, Germán Garavano, confirmó ayer que, pese a la renuncia de la procuradora Alejandra Gils Carbó, se avanzará en una reforma del Ministerio Público Fiscal. Y también del Consejo de la Magistratura” (…) “Cuestionó las licencias en el Poder Judicial y que trabajen solo hasta el mediodía. También criticó la feria judicial” (…) “Sostuvo que en la Biblioteca del Congreso hay 1700 empleados mientras que la de Chile tiene solo 250. “Estas estafas se tienen que terminar. No hay más lugar para esto”, sentenció Macri. Igual trato recibieron las legislaturas provinciales y las universidades públicas” (…) “Curiosamente, todos los ejemplos culminaban con un planteo de que “cada uno desde su lugar puede contribuir a reducir el gasto público”. “Tenemos que trazar una línea de austeridad para lo que viene-recomendó Macri-Queremos acabar con los privilegios que salvan a unos pocos, mientras tantos argentinos padecen la pobreza y la desigualdad”. Por suerte, al comienzo, había aclarado que no se trataba de ajustar”.

Escribió Aliverti: “Macri no anunció nada nuevo en particular más allá de unos grandes títulos de reformas, que estaban previstos bastante antes de las elecciones. El marco institucional fue propio de un gobierno claramente envalentonado, y será con el correr de estos días cuando se conozca la miga técnica de esta nueva avanzada cuya sustancia no es otra que el recorte de derechos laborales, la rebaja de impuestos a los sectores más concentrados de la economía y el reajuste de los presupuestos provinciales de cara a achicar los explosivos del déficit público” (…) “Aun dentro de la fraseología escolar del Presidente, caracterizada por su insistencia en estar a favor de la felicidad, resaltó que lo único específico haya sido su enésima alusión a terminar con la industria de los juicios laborales. Con eso alcanza y sobra para ratificar cuál será la orientación de este amplio “reformismo”, porque el subtexto de esa cita es la flexibilización de las condiciones de trabajo y, ergo, uno de los pasos necesarios para bajar el costo laboral argentino” (…) “Del mismo modo, la vaga referencia presidencial a lo necesario de la “austeridad” se presta a una única interpretación, al igual que su promesa de que achicará el gasto público. Se sabe de sobra lo que estas palabras significan en el diccionario de una administración de derechas y, de allí en adelante, que “cada uno deba ceder un poco” también queda muy claro en cuanto a sus destinatarios” (…) “Con un congreso propenso y las mayorías sindicales sin siquiera la guardia levantada, efectivamente parece ser el momento adecuado para que el Gobierno pegue lo definido por su coro como “un salto de calidad”. Esto no implica que carecerá de resistencias, pero es innegable que el camino de corto y hasta mediano plazo está más libre que plagado de obstáculos” (…) “Mientras tanto, la bomba del endeudamiento no para de reactivarse pero Macri dijo asimismo que eso es preferible antes que emitir. Otro clásico de un diccionario que siempre está ahí para quienes se tomen el leve trabajo de consultarlo”.

Escribió Uranga: “El acto protagonizado hoy por el Gobierno, con el presidente Mauricio Mari a la cabeza, fue ni más ni menos que una puesta en escena del poder ejercido con impunidad. El argumento. Los resultados electorales. A favor del macrismo: los lineamientos de los anuncios habían sido adelantados por los voceros oficialistas, por medios y voceros oficiosos antes de las elecciones y, según todos los indicios, no le restaron votos ni siquiera entre aquellos sectores que seguramente resultarán perjudicados por las determinaciones. “Ahora o nunca”, dijo el Presidente” (…) “Se ratifica el rumbo trazado por el actual gobierno desde el primer día de su gestión. La orientación de las medidas apunta a dar continuidad a la concentración de la riqueza y del poder. Los recortes afectarán el poder adquisitivo de los sectores más postergados: jubilados, pensionados, trabajadores. Pero también se crean condiciones político-institucionales para reducir a la mínima expresión los intentos de resistencia al “cambio” (…) “El plan anunciado hoy está claramente anclado en la economía, a pesar del maquillaje discursivo que se apoya en lo social. Pero para hacerlo posible requiere del avasallamiento de la institucionalidad y el atropello a la división de poderes, cuyo último capítulo es la renuncia de la procuradora Alejandra Gils Carbó, hostigada y arrinconada hasta el límite de la resistencia humana. Y del retroceso que implica la revisión de los juicios de lesa humanidad propuesto impúdicamente por Elisa Carrió, la diputada más votada por los ciudadanos de la Capital Federal” (…) “Lo que estamos viviendo en la Argentina hoy no es ni más ni menos que una regresión en materia de derechos. Es grave. Pero más grave aún es que lo que ocurre se hace frente a la incapacidad, la inercia y la complicidad de gran parte del sistema político que está entumecido, insensible, amedrentado o es sencillamente cómplice” (…) “El “ahora o nunca” de Macri apunta claramente a cambiar de raíz algunas bases de la Argentina que fue hasta aquí, antes de que los dormidos despierten de su letargo o los damnificados se recuperen de sus heridas. Se trata de dejar una herencia política que cohabite con fuerzas sindicales genuflexas, un sistema electoral más dúctil al poder y un Poder Judicial afín a los mismos intereses. Y, por cierto, un sistema hegemónico de medios que solo informe sobre lo que le interesa al poder, blinde sus errores y sus atropellos y siga construyendo un relato que lo justifique” (…) “Son todas las piezas de la misma estrategia. Por eso livianamente el Presidente afirma que su propuesta apunta a generar “consensos básicos para reducir la pobreza” e interpreta que dado que “los argentinos maduramos” es “ahora o nunca”. Podría decirse que este es el momento elegido por el gobierno para ejercer toda la presión y pegar el golpe de timón para cambiar el rumbo. Antes de que las consecuencias del plan alimenten la reacción de aquellos y de aquellas que, siendo víctimas, no están ahora en situación de rebelarse”.

En su edición del 31 de octubre, La Nación publicó artículos de Morales Solá (“Un llamado a cambiar los paradigmas de la Argentina”) y Marcos Novaro (“Superar la confrontación mezquina es la ambiciosa apuesta de Macri”).

Escribió Morales Solá: “Era el momento. No quería convocar al diálogo desde la debilidad” (…) “Necesitó la fuerza política que le dieron las elecciones del 22 de octubre para hacer lo que hizo ayer. No convocó a ningún diálogo cualquiera; llamó a un profundo cambio de los paradigmas culturales que gobernaron la Argentina en las últimas décadas. A un cambio también en la forma de reflexionar de muchos argentinos. Al triunfo electoral sobre Cristina Kirchner, Mauricio Macri le agregó ayer una nueva batalla, esta vez cultural, que todavía debe ganar. Y hay que nombrar a Cristina Kirchner porque ella es la dirigente más importante del pensamiento absolutamente contrario” (…) “Si no hay consensos básicos, no hay futuro. La historia, sin desconocer nada de lo que pasó, es lo que nos enfrenta. El trabajo lo tenemos que hacer juntos, aun cuando sabemos que tendremos diferencias” (…) “Aquellos conceptos, sin embargo, conformaron el decálogo de ideas básicas que más lo diferenció de su antecesora. Era obvia su decisión de que sus oyentes, dentro y fuera de la sala, compararan su propuesta de diálogo con la confrontación pasada” (…) “Sin menoscabar la importancia de esa línea cultural, otro momento inesperado fue cuando se convirtió en el presidente del látigo. Desmenuzando como un arqueólogo los recovecos del Estado despilfarrador, sacudió con críticas directas a políticos, jueces, legisladores y universidades por la dilapidación sin sentido de los recursos públicos” (…) “Pidió una economía más abierta, menos protegida, para promover el desarrollo del país. “No podemos seguir viviendo con lo nuestro”, avanzó. Adiós al viejo modelo de Aldo Ferrer, que cautivó a toda una generación de economistas argentinos. Ningún político con su pasado de empresario les habló así a los empresarios. Son reflexiones que él venía haciendo en voz baja y entre muy pocos. La diferencia de ayer es que lo dijo en público y ante la crema y nata del empresariado” (…) “No dejó afuera a los sindicatos, a los que criticó el exceso de obras sociales y gremios. Que son también los privilegios que los sindicatos le “arrancan” al gobierno de turno. Pero a los dos, a empresarios y sindicatos, los invitó a sentarse a una mesa común. A los gobernadores les reclamó el derroche del gasto público, aunque aceptó que esa anomalía existe también en el gobierno federal. Zamarreó, en fin, a todo el “círculo rojo”. Desde la primera hasta la última línea de su discurso remarcó que su obsesión es bajar la pobreza. Su gobierno, subrayó, deberá ser juzgado por si logró, o no, ese objetivo. Por ninguna otra razón” (…) “Un eje importante de su discurso se refirió a la calidad institucional de la República. Anunció medidas concretas para combatir la corrupción y la reforma electoral, que es una molestia que lo acompaña desde que el Senado le trabó los cambios que hubieran sido dispuestos en práctica en las elecciones recientes. Se detuvo, sobre todo, en la Justicia, en sus tiempos infinitos y en la desmesurada creación de fiscalías” (…) “Ayer sucedieron los anuncios iridiscentes. Ahora viene la parte más entretenida, que será la de las negociaciones puntuales. Los gobernadores serán figuras centrales de la negociación institucional. No sólo tienen para ofrecer sus acuerdos (si es que llegan a ellos), sino también su predicamento en el bloque de senadores peronistas y, de algún modo también, entre los diputados peronistas no kichneristas” (…) “Nadie es más culpable de nuestro fracaso que nosotros mismos”, dijo Macri. Estaba hurgando en los viejos fantasmas de muchos sectores sociales, no sólo dirigenciales, según los cuales siempre hay alguien o algunos de afuera que quieren saquear el país y frenar el destino manifiesto de la Argentina. Desde Maradona hasta los dos Kirchner, ese discurso ha sido frecuente. Está homologado, además, por casi todas las corrientes de izquierda y por buena parte del pensamiento peronista. Es una manera inexplicable de exculpar a la dirigencia política y social argentina de su responsabilidad por la frustración nacional. Si existen fuerzas enormes e inmanejables en el exterior con el propósito de acabar con la Argentina, entonces ningún argentino, poderoso o común, tiene la culpa de nada. Macri salió ayer también al cruce de esa irracional certeza, que forma parte de cierto bagaje cultural argentino”.

Escribió Novaro: “Terminó la transición y empezó la fase programática del gobierno de Macri. Que consiste esencialmente, si seguimos el argumento expuesto por el presidente, en reemplazar juegos confrontativos, en que lo que uno gana procede de lo que pierden los otros, tan habituales entre nosotros y no sólo en el ciclo kirchnerista, por juegos cooperativos, en que todos ganamos un poco porque la torta se agranda, para lo que hace falta confiar en los demás y empezar cediendo algo, haciendo algún sacrificio. Que Macri les pidió especialmente a los poderosos y privilegiados” (…) “Nada va a ser fácil. La buena disposición inicial de actores poderosos puede ayudar, pero ¿y si ese entusiasmo se troca en impaciencia y faccionalismo, los dos vicios más extendidos de nuestra vida en común? … ¿O se frustran esos acotados pasos adelante con llamados a una nueva guerra santa, con la excusa de que “hay que apretar el acelerador en serio y dejarse de dar vueltas” o de que el cambio “fue copado por el bando contrario?” (…) “Tanto desde el gobierno como desde los grupos de interés, la oposición y la prensa puede abonarse el reformismo permanente, pero a condición de que se haya aprendido de los errores cometidos con anteriores entusiasmos pasajeros. Algo que no está garantizado en todos los casos” (…) “Las palabras de Macri fueron medidas, sin euforia, advirtieron que “el cambio cuesta”, que hay miedo, y sobre todo la inconveniencia de subirse al caballo y lanzarse al galope. “Estamos dando pasos nuevos, firmes, seguros”, dijo al inicio. La ansiedad, ese mal argentino tan extendido como la viveza, no parece que vaya a ser alimentada desde el poder” (…) “Otra clave de la exposición del presidente fue enlazar las inversiones productivas y el combate de la pobreza. La lógica del capitalismo abierto y competitivo con la de la justicia distributiva. No es algo nuevo, Macri viene desde hace tiempo machacando con el asunto, pero ahora adquirió plena centralidad, y sus palabras fueron mucho más precisas. Sonaron más o menos así: dejemos atrás el trajinado asunto del “gobierno de los ricos”, de lo que se trata es de enlazar dos mundos escindidos y que se han venido alimentando, pero también debilitando, fruto de una fraudulenta confrontación; poner a los pobres contra los ricos le ha servido al populismo radicalizado no para avanzar con la justicia social, sino para volver a ambos dependientes de sus mediocres ofertas; a los empresarios, para que ganen todo el dinero que quieran, pero sometiéndose a la corrupción y las exacciones de corto plazo, con lo que sus inversiones se resienten y el empleo productivo languidece, bajo la amenaza de que las masas vayan a golpear a sus puertas a reclamarles por su insensibilidad; a los pobres, para que acepten que el mundo no les ofrecerá nada mejor que un plan social, un conchabo en el estado, con suerte un empleo en negro, y todo por culpa de los malditos capitalistas” (…) “El Presidente cree que “los argentinos maduramos”, así que podemos cambiar en serio. Que “esta generación” va a mirar al futuro y no va estar atada a los fracasos del pasado. Pero debe saber que eso es sólo a medias cierto. Si llegamos a este punto es porque nos cansamos de esas confrontaciones y de ensayar iniciativas delirantes. Como sucedió ya en 1983, en 2002. Es porque las energías para seguir insistiendo en la irracionalidad de momento flaquean que optamos por algo más módico y sensato” (…) “El reformismo permanente es mucho más complicado de lo que parece y va a ser evaluado tal vez cuando la paciencia y el entusiasmo no abunden. Ojalá en el ínterin la confianza y algunos buenos resultados materiales hayan fructificado”.

En su edición del 30 de octubre, Página/12 publicó artículos de Eduardo Aliverti (“¿Cuál derrota es?”) y Horacio González (“Derroteros”).

Escribió Aliverti: “El nuevo y amplio triunfo electoral de la restauración conservadora parece más grave que lo que pinta su similitud con las remembranzas del huracán menemista de los ´90, apoyado en la ola neoliberal que ya recorría el mundo” (…) “Hay similitudes. Aquel avance de la derecha se basó en un PJ cooptado casi en su totalidad por el oportunismo de los vientos internacionales. No había con qué darle. Avasallaba el consenso de Washington, como se conoció al conjunto de reformas impuesto a los países de economías débiles, devastadas por la crisis de las deudas externas, bajo la tutoría del FMI y el Banco Mundial. El Estado debía achicarse para agrandar la Nación, la privatización de las empresas públicas tuvo el concurso gremial, la fiesta del 1 a 1 con el dólar reprodujo el entusiasmo de las clases medias con la tablita de la dictadura y la corrupción estructural de ese remate republicano se consideró un dato menor” (…) “En los ´90 ya ocurrió que el baile en el Titanic fuera sucesivamente avalado en las urnas, incluyendo la elección presidencial de 1995 cuando ya estaba claro que Menem no era precisamente el líder nacionalista victorioso de seis años antes. La actualidad semeja lo mismo hacia 2019, con un Cambiemos que da sensación ganadora así candidateara al Mago sin Dientes” (…) “Para el caso y en términos económico-sociales, el ciclo iniciado en 1976 por y para las minorías del privilegio tuvo un interregno durante el alfonsinismo. El terror de estado como mecánica de gobierno sistemática se retiró, pero la tenue resistencia entre 1983/87 contra el salvajismo de la financierización del capital voló por los aires con una entrada neoliberal que duró diez años. Los propios y extintos radicales, hoy subsumidos en el macrismo como tristísimo furgón de cola, definieron el final de Alfonsín como golpe de mercado. Eso es lo que ahora se reintroduce, corroborando como anomalía al período kirchnerista. Casi como “fantasía”, al decir del actual presidente del Banco Nación, Javier González Fraga, cuando aludió a que pobres y sectores medios estaban locos si en verdad creyeron que consumir un poco más y vivir un poco menor era posible. Lo normal es o sería esto. Lo que volvió. Y volvió respaldado con millones de votos en los que se nuclean, por un lado, expectativas de no se sabe qué futuro económico plausible que no haya sido ya desmentido por la historia de estos modelos de exclusión social. Pero, sobre todo, volvió con sustancia de odio, de revanchismo, en dosis que tienen la enjundia gorila tradicional y la indiferencia de grandes franjas asumidas como despolitizadas” (…) “Hay diferencias y no son descartables (entre Macri y los militares y el menemismo). No lo son hasta el punto de que es factible estar frente a un reto de dimensiones desconocidas. La parte que se repite es la de los intereses para los cuales se gobierna. Desde allí, empiezan salvedades distintivas. Macri y los suyos no administran en nombre del poder económico. Son ese poder. Militares y menemismo fueron vectores” (…) “Lo resume con forma y fondo el filósofo Gustavo Varela en su artículo publicado en el periódico digital Socompa (“Cambiemos, una manera de ser”). “No son la rancia aristocracia del siglo XIX. No son las fieras fascistas del treinta. Se parecen a los de la Revolución libertadora” (…) “En la política son de genealogía reciente (fines de los setenta, comienzos de los ochenta): finanzas y era digital. O sea, máquinas de producción y resultados. Ni Roca, ni Agustín Justo, ni Frondizi. Ni Onganía, ni De la Sota, ni Cobos. Eso es carne vieja. Los de ahora son buitres de carroña actual. Son…empresarios, de bicicleta, aire libre y viernes casual. No tienen país de origen, no les importa la Argentina. Pueden vivir aquí o en cualquier lado” (…) “Son gentes a pura eficiencia y con muchos recursos técnicos. No tienen cultura, apenas aquella necesaria para el desplazamiento. En general son iletrados, de bostezo fácil frente a un libro” (…) “Son corporaciones que negocian. Ni fábricas fondistas ni empresa familiar” (…) “No es un nombre. Son otra cosa: una raza política nueva que casi ni conocemos” (…) “No hay votantes. Hay usuarios. Eso ofrecieron en las elecciones: aplicaciones para usuarios” (…) “Ser felices, estar todos juntos, la alegría es poder colaborar, en todo estás vos, mirar al futuro” (…) “Cedamos siempre el asiento. Dejemos bajar antes de subir. Tiremos la basura en los cestos: aplicaciones para la vida PRO” (…) “¿Cuántas palabras tiene el vocabulario Macri?” (…) “No importa. Crean un lenguaje con poco: felicidad, cambio, no volvamos para atrás, sí se puede, vivir mejor, todos los argentinos, equipo, vecino, juntos, nosotros. ¿Engañan? No, inventan un lenguaje atractivo. Un vocabulario tela de araña, atrapante, anhelado” (…) “El concepto “futuro” es un andamio fundamental en la construcción de Cambiemos. Sabemos que hay muchos que no ven todavía la mejora en la economía, van a llegar las inversiones, cómo no sentir esperanza, en equipo lo estamos haciendo posible” (…) “La puesta en escena funciona y el grado de eficacia es enorme” (…) Dice Aliverti: “Varela advierte que la promesa de lo que ha de venir tiene fecha de vencimiento “a diferencia del pasado, que no vence”. Pero es entonces cuando aparece la pregunta de cuál derrota política es esta, en su sentido de proyección, porque está claro que a mediano plazo es insustentable un esquema de país dependiente anclado en el endeudamiento como única vía de recurso activador” (…) “Hoy “peronismo” quiere decir más nada que poco si es por las perspectivas que se ofrecen desde el significante y significado de ese lugar (el peronismo apto para ofrecer respuestas de futuro). Tan nada como que sus sujetos y factores no entusiasman a nadie y así terminaron, electoralmente, quienes se pegaron a Macri. Pero la novedad es que la derecha gobernante ya no necesitaría a esos traidores o aguachentos como dispositivo de negociación. Ya no es que sin el peronismo no se puede gobernar. Esta derecha gobierna sola, confiada” (…) “La derrota electoral sería lo de menos si no estuviera acompañada por el concepto de derrota política. Pero será mucho peor todavía si se la acompaña de transas que transformen en un híbrido la oposición al modelo. Sin ir más lejos, cuando se registra a los grandes derrotados del domingo 22 lo primero que aparece no es Cristina sino las fotocopias peronistas del macrismo. No sirve de consuelo, pero sí de enseñanza”.

Escribió a González: “¿Qué decir? No debe avergonzar esta pregunta que reviste una nota íntima e incierta, al contrario del más decidido ¿qué hacer?” (…) “Lo ocurrido en estos días obliga a pensar la dimensión que tiene la ruptura de las clases populares con su representación clásica. Esto ocurre en todo el mundo debido a que el concepto de interés de clase ha quedado sustituido por la idea de pulsión, o de clases de pulsiones. Es decir, el consumo de mitologías. La atracción por pasiones fantasmagóricas colectivas y de fórmulas construidas para la credulidad inmediata surgida de amenazas indeterminadas. Esa indeterminación, repleta de bandos y proscripciones, momentáneamente ha triunfado. El “se robaron todo” adquiere la dimensión de un grito de guerra, y una vez más nos vemos abrumados por una cuestión fundamental que toda sociedad atraviesa en los momentos de mayor peligro. Se trata de la confusión entre el mito y la realidad; mejor dicho, entre una forma ruin del mito y una forma dialéctica de la realidad” (…) “Creadores específicos de este tipo de mitos que vulneran la libertad de conciencia son los que practican ciertos personajes de la actualidad, ellos también, a su manera, ficcionales. Uno de ellos, gracias a eso, tuvo la mitad de los votos de la Ciudad de Buenos Aires” (…) “Tal personaje…dijo primero que Maldonado estaba en Chile, “en una probabilidad de 20 por ciento”, luego deslizó de modo risueño una frase sobre el congelamiento a que habitualmente se liga a un personaje creador de una masiva literatura infantil, para luego explicar que todo lo hizo para “no asustar a la sociedad” (…) “Primero: hay que decir que hay una gran novedad en curso, que nadie practicó hasta el momento, ni siquiera el peronismo en sus momentos dorados de los años 40. Considerar que alguien debe “proteger a la sociedad”, “darle a conocer” ciertas cuestiones en el momento adecuado y en otros no. El resultado es una intolerable infantilización del vínculo del político con la “sociedad”, que como se sabe, es bien complejo y nunca sometido a ese protectorado de la niñez. El totalitarismo real comienza con esa frase. Y segundo, la fórmula mesiánica falaz se corresponde a la forma adormeciente del mito. El mito es una forma de vida silenciosa, que está detrás de todas las cosas y que no se proclama” (…) “Apareció un cuerpo, ojalá no sea Maldonado, lo quiero con vida, pensé”. ¿No es esta frase de la gobernadora provincial otro ejemplo de un dictado infantil? ¿No era otra forma de aliviar el papel de la Gendarmería, asociándose a un deseo que se poseía genuinamente por parte de la familia, apoderándose de ese anhelo? Apoderarse de un deseo es el gesto del ladrón de sentimientos. Organiza pues sus sentimientos según convenga frente a lo que imagina que es una sociedad puerilizada, cándida en su bagatela” (…) “La fabricación de utilerías escénicas obsesiona al macrismo tanto como el blanqueo de capitales familiares. Y sobre el tablado de la industria de elaboración de situaciones ficticias deterioraron durante todos sus mandatos al kirchnerismo. ¿Qué hubo de eso? Porque aun cuando se aludían a irregularidades varias-vulgo: corrupción-, también flotaba al viento la pastelería de los criadores de mitologías, expresión que remeda del criador de gorilas de Roberto Arlt. El hombre es el relato del hombre y el relato es el hombre que relata. El uso comunicacional de palabras como grieta o relato, colocándolas como sinónimos de impostura o encubrimiento, fundó toda una corriente jurídica apócrifa, que por fin hoy juzga sin jurisprudencia, castiga con las evidencias de su propia barbarie disfrazada de civilización” (…) “Los condenados ya lo están a priori, y su única posibilidad es escapar a tientas del casco y las esposas de acero tornadas por el ávido camarógrafo oficial. La palabra corrupción hizo su magma cosecha, porque a diferencia de otras palabras menos bíblicas, ésta no está sujeta a la pausa necesaria entre significado y significante. Corrupción es una unidad maciza e impenetrable de significado y significante. Su sonoridad interna, su pictograma que sale de lenguas encendidas, su pronunciación afiebrada, todo en ella ya consagra el juicio preparado de antemano. La corrupción es un manchón siniestro y vacío, que basta invocárselo para reunir toda la significación kirchnerista, para colmo, notificada con el símbolo K, letra convertida en exógena al alma del buen burgués, el buen paisano, la prístina encarnación del pueblo incontaminado. Ni qué decir del ultra K. Guárdese aquel que incurre en este oscuro dominio del diccionario de las inquisiciones de turno; será sometido al debido proceso kafkiano” (…) “En el Parlamento, aun los diputados que cuestionan con argumentos decisivos la corrupción macrista se exigen siempre un preámbulo de vestiduras rasgadas dedicados a la corrupción K. Entendámonos: no es que no haya habido corrupción en el sentido lato, en el cotidiano ajetreo de unas decisiones que no debieron ser así-y hay culpabilidad en ello-, pero otra cosa es la corrupción legendaria, escrita en las páginas mesiánicas de un paraninfo plañidero, con el lloriqueo nacional en alza, con un conjunto de conciencias angelicales del exorciso. Escandalizadas por profesión, presentan la “estructura moral refundadora de la nación” comenzando fácil. Desde un guanaco de veinte pesos hasta los ultimátums de todo tipo, quedan autorizados por un triunfo electoral. El triunfo se reconoce. Las metodologías empleadas deben ser discutidas” (…) “Llegamos así a un punto culminante. De todo lo que se le acusa al kirchnerismo-el encubrimiento generalizado de la verdad-es de lo mismo que hay que observar multiplicado en el gobierno actual. El país tiene una misma palabra en su verso y su reverso. Pero ocurre que hay una incapacidad asombrosa para quedar paralizado ante este sistema de espectacularidades, esta maquinaria coactiva, esta antropología judicial de calcinamiento de personas. “Espectáculo” es vocablo esencial en la lengua de Durán Barba. La víscera más sensible del hombre es un bolsillo donde suenan no tanto las monedas sino las imágenes. Toda víscera, hoy, padece de un estado onírico. Pues los pueblos son concretos en la historia y oníricos en el momento en que por raras razones, la historia parece que establece un suspenso, se detiene en sí misma” (…) “Es por eso que en el caso de la prisión de De Vido hay una manifiesta ilegalidad que altera la misma Constitución, pero quienes eran los más apropiados para decirlo no pudieron hacerlo, o no se animaron a lo que parecería una desmesura, porque estamos todos en estado de proscripción y vigilancia por el restallido de una única palabra: corrupción”.

En su edición del 29 de octubre, La Nación publicó artículos de Morales Solá (“La derrota de Cristina sólo ha comenzado”) y Pablo Sirvén (“Macri a la búsqueda del “buen opositor”).

Escribió Morales Solá: “Siempre se sabe cuándo comienza una derrota, pero nunca cuándo ni cómo termina. La caída electoral del cristinismo significó también la cárcel inmediata del otrora todopoderoso Julio De Vido” (…) “A su vez, gobernadores y muchos legisladores peronistas rompieron las cadenas del tutelaje cristinista” (…) “Sólo una coincidencia es perceptible en un amplio abanico de la dirigencia política y social: preocupa en esos sectores que Cristina Kirchner caiga presa prematuramente. ¿Para qué crear una mártir entre sus fanáticos? ¿No sería, acaso, que su inevitable prisión ocurra por razones justas y limpias? En esta conclusión convergen oficialistas, peronistas y empresarios, entre otros” (…) “La Cámara de Casación Penal definirá en los próximos días si la apropiación por parte de Cristóbal López de dinero del Estado es un delito del fuero Penal Económico o del Penal Federal. Si como quiere la AFIP, el tribunal decidiera que es un delito federal, a Cristóbal lo espera la cárcel” (…) “La posición de la agencia tributaria es que Cristóbal no es un evasor más, sino un empresario que cometió defraudación al Estado y que, por lo tanto, debe ir a la cárcel. Sin embargo, lo que se discute se reduce a cuál será el final personal de Cristóbal. El derrumbe definitivo de lo que fue un imperio económico, que creció a la sombra del poder kirchnerista, es ya una realidad inmodificable” (…) “La agencia tributaria logró la inhibición de todos los bienes de Cristóbal López. Llamó la atención del gobierno, por eso, que un fondo de inversión manejado por Ignacio Rosner anunciara la compra del Grupo Indalo. No es un fondo con espaldas suficientemente anchas como para hacerse cargo de la compra y la deuda. La justicia deberá autorizar esa venta” (…) “La caída definitiva de uno de los dos empresarios más emblemáticos del kirchnerismo (el otro es Lázaro Báez), tiene su correlato en la política. La mayoría de los gobernadores peronistas (con las excepciones de los arcanos sin luz que significan Gildo Insfrán en Formosa y los Rodríguez Saá en San Luis) se desligaron de Cristina, promovieron la renovación del peronismo y se manifestaron dispuestos a iniciar un período de diálogo con el gobierno de Macri” (…) “La posición de esa mayoría de mandatarios es importante porque son la fuente de poder que alimenta al influyente jefe del bloque de senadores peronistas, Miguel Pichetto. Pichetto es el principal ideólogo de una refundación del peronismo, que propone que su bloque fije claras posiciones centristas, alejadas de la izquierda y la confrontación perpetua que expresa Cristina. Es una manera elegante de decirle a Cristina antes de que llegue a ese bloque, que podría llamarse del PJ, que no la quiere ni la necesita. Es probable que el destino de la jefa política de la tercera sección electoral bonaerense se limite al asilamiento en el senado, al liderazgo de un bloque de no más de ocho o nueve senadores. Nada”.

Escribió Sirvén: “Tal vez este lunes se concrete el verdadero comienzo del gobierno de Mauricio Macri” (…) “Macri caracteriza a esta primera mitad de su gestión presidencial con una metáfora inquietante: el avión que se va a pique y en el que al nuevo piloto no le queda otra que tomar el timón y enderezarlo urgentemente para no estrellarse” (…) “En estos dos años iniciales arrancó un cambio cultural y político profundo, pero condicionado por un poder paralelo, el kirchnerismo, que incendió discursos y calles, al tiempo que desde las propias entrañas del Estado trabó lo más que pudo los primeros avances. La ofensiva judicial final sobre los principales funcionarios que delinquieron en ese régimen, y su progresiva pérdida de sustancia electoral, le permitirán ahora, más que nunca, a Macri acelerar por una carretera más despejada” (…) “Como ingeniero que es, el tiempo transcurrido no fue en vano: cavó el pozo donde se levantarán los cimientos del gran edificio que ahora, con el aval favorable de dos elecciones consecutivas pretende comenzar a levantar” (…) “La amplia convocatoria al CCK de 170 representantes de sectores empresarios, sindicales, universitarios y parlamentarios será para presentar lo que la posteridad recordará, para bien o para mal, de su paso por el poder: las vigas maestras del “reformismo permanente” que procurará poner a tono con la época legislaciones laborales, tributarias, previsionales, educativas y políticas que fueron pensadas, en su momento, para un mundo que ya no existe desde hace décadas” (…) “El otro tema es que en esta nueva etapa que se abre, la contrafigura tóxica del Presidente, Cristina Kirchner, que tanto rindió mediáticamente para marcar contrastes, debería empezar a quedar atrás para dar lugar a la aparición de lo que podríamos denominar el “buen opositor” (…) “Obviamente que ese cambio transcendental no será de un día para el otro ya que la caída del kirchnerismo es traumática, con resistencias y en sucesivas etapas” (…) “¿Qué es el “buen opositor”? Es aquel que sin perder su identidad partidaria y su función de marcar las críticas que deba hacer, tiene una actitud positiva y dialoguista hacia el poder, sin zancadillas ni traiciones inesperadas. Busca consensos y caminos alternativos para enaltecer el diálogo público, con inteligencia y madurez, muy lejos de las barricadas virtuales que sólo se proponen horadar al Gobierno hasta pretender hacerlo caer, si es posible, empeño en el que Cristina Kirchner se aboca sin pausa desde el día en que ni siquiera se dignó a entregar los atributos del mando” (…) “La dispersión peronista puede resultar funcional para que el oficialismo pueda ahora avanzar con más potencia y profundidad. Pero, a la larga, no deja de ser un problema para un gobierno no tener del otro lado un interlocutor válido. Ese propicio encuentro de estadistas no sólo facilita el tratamiento en consulta de algunos asuntos públicos, sino que derrama ejemplaridad en la sociedad como saludable inspiración para recrear una feliz convivencia en los distintos órdenes de la vida. Clausuraría los callejones sin salida y los climas ásperos que sólo pretenden voltear el orden establecido a contramano de lo que las urnas volvieron a expresar”.

En su edición del 29 de octubre, Página/12 publicó artículos de Irina Hauser y Raúl Kollmann (“Errores que no pasan un examen”), José Pablo Feinmann (“El triunfo y los malos modales”), Alfredo Zaiat (“La trampa de la tasa”) y Daniel Novak (“Trabajador flexibilizado”).

Escribieron Hauser y Kollmann: “Allegados al Cuerpo Médico Forense fueron drásticos: “Sólo la ignorancia o la manipulación pueden haber estado detrás del informe que entregó la Gendarmería sobre la muerte de Alberto Nisman”. Según la mirada de cuatro profesionales, que conocen al detalle lo que se hace en la morgue y en el CMF, los errores del Informe de Gendarmería son tan elementales “que harían naufragar a un alumno de la cátedra de medicina legal” (…) “El diagnóstico de los allegados al CMF parte de lo que para ellos es una certeza: la Gendarmería no tiene la menor experiencia en autopsias ni análisis de cuerpos. En cambio, en la morgue, el CMF hace más de tres mil autopsias por año: la de Santiago Maldonado, por ejemplo, fue la número 3087 de 2017. Dado que existe una denuncia por los resultados tan discrepantes, se dice que en el CMF están esperando ansiosos el contrapunto, documentación mediante” (…) “Como se sabe, la Gendarmería sostuvo en su informe de casi 400 páginas que a Nisman le pegaron una golpiza y luego lo durmieron con ketamina. El tema es decisivo para la hipótesis del homicidio que sostuvieron los gendarmes, porque de otra forma no podrían explicar por qué el fiscal no tiene ninguna lesión defensiva y no existió el menor revuelo en su departamento. No se encontró nada desordenado, ni siquiera en el baño que mide apenas dos por dos. O sea que la ketamina fue la forma de justificar que Nisman se dejó llevar dócilmente al baño y a la muerte” (…) “La sustancia química, consumida en boliches a los que el fiscal concurría, fue detectada en mínimas trazas, al punto que los gendarmes pusieron en la página 51 las siglas N/C, que significa “no cuantificable”. Dos páginas más adelante, admiten que la droga fue hallada en baja concentración, cercano al límite de detección, pese a lo cual concluyeron sin explicación alguna que los supuestos asesinos lograron que Nisman cayera en un estado de inconciencia llamado “anestesia disociativa” (…) “Los allegados al CMF contestaron en varios planos. “El pool de vísceras de Nisman se pasó por dos cromatógrafos distintos y la ketamina por supuesto está en las bibliotecas que tiene el Cuerpo”. El cromatógrafo es un instrumento sofisticado que bombardea los tejidos y tiene una “biblioteca” de sustancias que “busca”, lo que significa que cuando las detecta produce oscilaciones, como si fuera un electrocardiograma” (…) “Quienes conocen el funcionamiento del CMF le señalaron a este diario que los cromatógrafos de toxicología del cuerpo tienen en su biblioteca la ketamina, que es una sustancia muy básica, fácil de detectar” (…) “Todos los datos que se aportan llaman la atención-señalaron los allegados al CMF-. En primer lugar que se haya encontrado sólo en el hígado y en ningún otro órgano. Tampoco lo detectaron ni en la orina, ni en la sangre, ni en el humor vítreo (el ojo). A esto se agrega que dicen que lo hallaron sin metabolizar, algo imposible en el hígado…Todo indica que tuvieron el aparato contaminado porque el trabajo que hacen ellos habitualmente en las causas judiciales es analizar si tal pastilla o cristal es de ketamina, éxtasis o lo que sea. Ellos analizan drogas en estado puro. ¿Cómo garantizan que el aparato no haya estado contaminado?” (…) “Sin embargo, los especialistas señalan dos contradicciones más. La primera es que resulta arbitrario decir que Nisman fue anestesiado ya que para eso se necesita una cantidad muy importante y apenas encontraron trazas en el hígado que no pudieron cuantificar” (…) “La segunda contradicción mencionada por los forenses que hablaron con este diario es que lo último que se hubiese elegido para anestesiar a alguien para después matarlo es ketamina. Esa sustancia puede adormecer, pero también puede poner a una persona en estado inmanejable, violenta, eufórica y otras conductas. Todas son especulaciones falsas e incomprobables” (…) “El otro elemento señalado por la Gendarmería son los golpes, en el hígado, debajo del labio, en una pierna y, sobre todo, la fractura de la nariz. Los gendarmes dicen que a Nisman le pegaron una paliza, lo dominaron a los golpes, luego lo durmieron con la ketamina y lo llevaron al baño-supuestamente dos sicarios-donde le pegaron un tiro” (…) “Lo más serio desde el punto criminalístico es que la Gendarmería informa que Nisman tiene fractura de nariz, o sea que recibió un golpe durísimo que lo dejó groggy para que le administren la ketamina. “Lo de la fractura de nariz es una afirmación sin fundamento alguno-señalaron los médicos que hablaron con este diario-. Basta haber mirado el cuerpo y ahora las fotos para ver que no tiene ni una hematoma ni una marca de ningún tipo. Imagínese los rastros que deja una fractura. Los gendarmes confundieron una radiografía sacada con un leve chanfle, algo que es habitual, con una fractura. O hay inexperiencia o hay manipulación. Piense que todo eso fue observado por 16 forenses” (…) “El CMF es la referencia argentina e incluso internacional en materia de autopsias. Pero en el caso Nisman, además, intervinieron en una junta médica 16 forenses, incluyendo los designados por la querella encabezada por la ex pareja de Nisman, Sandra Arroyo Salgado. Ni uno solo señaló, por ejemplo, la existencia de una fractura de nariz. Es más, la autopsia consignó específicamente la inexistencia de lesión en el tabique nasal. Hubo trece forenses que diagnosticaron que no se percibió accionar homicida en la muerte del fiscal y establecieron que Nisman falleció en la mañana del domingo”.

Escribió Feinmann: “El 3 de febrero de 1852, Urquiza, al frente del Ejército Grande, derrota a Rosas. Le promete al general Chilavert-que conducía las fuerzas del Restaurador-que habrá de respetarlo, que nada le pasará. No bien el general abandona la tienda de Urquiza, es fusilado” (…) “La victoria da derechos. Integrantes de La Mazorca son degollados con cuchillos sin filo” (…) “Urquiza se instala en Palermo. Había entrado en Buenos Aires con la cinta del federalismo. Uno de sus gestos más coherentes y combativos. Invita a las damas de la sociedad porteña a que lo visiten. Las damas van. La larga entrada hacia la residencia del caudillo está desbordante de rosistas ahorcados. Las damas se horrorizan, pero dan por descontado que se trata de mazorqueros y siguen adelante. Es el costo de la victoria. El triunfo otorga el derecho a los malos modales. Como sea, no les gusta Urquiza” (…) “Este disgusto se encarna en el movimiento antiurquicista del 11 de septiembre de 1852: Urquiza tiene que abandonar su residencia porteña” (…) “Las calles de Buenos aires trazan la ideología de las clases altas, los que triunfaron” (…) “Federales y unitarios hacen un pacto de gobernabilidad” (…) “Todos están de acuerdo: el Puerto y la Aduana deben ser propiedad de la ciudad metrópoli” (…) “Se dicta la constitución en 1853. Su artífice es Juan Bautista Alberdi. Urquiza lo nombra al frente de las relaciones exteriores” (…) “El período que va de Caseros al 80 recibe el nombre de “organización nacional”. Consiste en poner al país bajo el dominio de Buenos Aires. Ya se había propuesto la separación. La sustantivación de la gran provincia agrícola y ganadera. Así, se enfrenta al proyecto de la Confederación, que lidera Urquiza. La lucha por la hegemonía del país se dirime entre Buenos Aires y Paraná. Se combate en Cepeda (1859) y en Pavón (1861). Aquí, en Pavón, se produce la misteriosa retirada de Urquiza, que le permite a Mitre la “guerra de policía” contra las provincias y la guerra contra el Paraguay. Se liquida a los negros en tanto carne de cañón, a los gauchos en las guerras civiles y a los indios con la campaña de Roca. Hay que poblar el país, pues la victoria de Buenos Aires lo ha dejado sin mano de obra. Aquí aparece la figura del inmigrante” (…) “Se dicta, en 1905, la Ley de Residencia” (…) “Los vencedores del 80 saben que ahora pueden moldear el país a su entero arbitrio. Es el precio de la victoria: ahora-se dicen-hacemos lo que se nos da la gana, para eso hemos ganado. Amontonan a los inmigrantes en los conventillos. En el hotel de Inmigrantes se lee: “En este país, como en todos los de la tierra, hay vencedores y hay vencidos”. Malos tiempos para los vencidos se preparan cuando se dice esta frase. Los vencidos todavía se rebelan y habrán de rebelarse en distintas circunstancias a lo largo del siglo XX. Se empecinan en tomar la casa de los vencedores que harán todo lo posible por impedirlo” (…) “El mayor peligro que temen las clases altas es que el Otro les tome la casa. Esto habrán de impedirlo una y otra vez. Siempre con la ayuda de la cruz y la espada. Ahora tienen votos. Y muchos. Proponen la “reforma permanente”, fórmula trotskista con una variación decisiva, la reforma no es la revolución, aunque se dice “reforma” para marcar lo esencial. Lo permanente. O sea, de aquí no nos vamos ni podrán echarnos. En este país, que nadie lo dude, hay vencedores y hay vencidos”.

En su edición del 28 de octubre, Página/12 publicó artículos de Luis Bruschtein (“Déficit gemelos”) y David Cufré (“No cierra”).

Escribió Bruschtein: “Como la mayoría de las obras públicas no las construye el gobierno sino que las licita, el clásico de la corrupción es pagar o recibir la coima para ganar o conceder una licitación con sobreprecios. Las personas que el miércoles festejaban la detención de Julio De Vido en su puerta estaban convencidas de que el ex ministro de Planificación es la personificación monstruosa, el sumun plus ultra de la corrupción. Pero en ninguna de las causas en su contra se menciona la palabra coima, o comisión o lo que sea. Deducen y especulan con que podría haberlos, pero en realidad, lo que se juzga serían malas decisiones para comprar gas o para conceder estudios ambientales para Río Turbio. Y ni siquiera está probado que fueran malas decisiones. Nadie puede negar que sus denunciadores se han esforzado para llevarlo a los tribunales, superinteresados en mostrarlo como el rey de la corrupción, pero si ellos, que tienen tanto poder y se han esforzado tanto, no han podido encontrar hasta ahora casos de coimas, sobresueldos o negociados clandestinos, y lo llevan a los tribunales sólo por decisiones administrativas que ellos juzgan erradas, la imagen del monstruo de la corrupción se pincha. Las causas tendrían que ser más fuertes. Los bolsos de José López, por ejemplo” (…) “Uno espera que si van a presentar al rey de la corrupción, las causas sean todavía más escandalosas que cualquiera de esas. La intención de este razonamiento no es tratar de demostrar la inocencia de De Vido, sino que se vea el interés forzado de presentarlo como algo que después no está en consonancia con las causas que se le abren. Y algo muy importante: cualquier causa de corrupción contra un ministro que adjudica obras públicas no puede tener entidad si no incluye a la contraparte empresaria que se hizo cargo de esas obras, porque de allí viene el dinero sucio” (…) “Como no hay nada de eso, lo que se infiere objetivamente es que se trata de inventar un monstruo paradigmático, alguien que sirva para irradiar hacia todos los funcionarios del gobierno anterior, hacia sus colaboradores e incluso hacia sus simpatizantes. Todos son corruptos, pero en especial la jefa de todos: Cristina Kirchner, porque el gobierno conservador la ve como la única posibilidad de que se reconstituya una fuerza popular de oposición” (…) “El centro de toda la política de destrucción ejecutada por los medios, el aparato judicial y el gobierno, no es el FIT, ni Florencio Randazzo, ni los gobernadores peronistas, sino la ex presidenta, quien el jueves debió declarar en una causa insólita donde se la acusa de traición a la patria. La derecha ubicó a la ex presidenta como su principal adversario y la trata como enemiga” (…) “Fuera de la inmensa burbuja de la realidad virtual que han conseguido crear los grandes medios corporativos y sus periodistas emblemáticos, la situación argentina se ve con ojos muy críticos. En estos dos años, pasó de ser uno de los países emblemáticos en la defensa de los derechos humanos, a convertirse en uno de los peores en la región con casos de presos políticos y una desaparición forzada a los que el gobierno justifica o simplemente desoye las orientaciones de la CIDH” (…) “Siempre hubo en el país un sector importante refractario a las políticas de derechos humanos. La resistencia a que fueran juzgados los que actuaron como secuestradores y torturadores durante la dictadura fue tan fuerte que primero lograron imponer las leyes de Punto Final y Obediencia Debida y después la amnistía y durante muchos años evitaron que los criminales respondieran por sus actos ante la sociedad. De hecho, esos sectores de capas medias y altas constituyeron la base principal de la oposición al gobierno anterior que abrió las puertas a los juicios contra todos los represores e incluso contra sus cómplices civiles” (…) “Se habla de un déficit gemelo en la economía, los de balanza comercial y el fiscal. El del Poder Judicial y el de los derechos humanos es un déficit gemelo más alusivo a un componente ético institucional y está generando una grieta aún más profunda de la que se creó cuando el gobierno anterior afectó intereses poderosos. La Casa Rosada está empeñada en una guerra abierta contra la administración anterior y está decidida a arrastrar al barro al Poder Judicial, como ya lo han hecho las corporaciones mediáticas. Las barreras de lo ético y lo moral que se traspasan deberán ser compensadas por cualquier gobierno que suceda al actual, aún cuando no sea kirchnerista. Jueces y periodistas habrán perdido. De las guerras abiertas nadie sale indemne”.

Escribió Cufré: “El déficit comercial de este año será record histórico. El desequilibrio entre exportaciones e importaciones superará por mucho la estimación del Gobierno, que de hecho ya se vio desbordada cuando todavía falta computar un trimestre para el cierre de 2017. El ministerio de Hacienda calculó que se ubicaría en 4500 millones de dólares, pero el acumulado hasta septiembre ya arroja 5200 millones. La cifra que proyecta la consultora Econométrica, que dirige uno de los economistas favoritos de la city porteña, Mario Brodersohn, se estira hasta los 7000 millones de dólares. Más alarmante aún es su estimación para 2018, porque lejos de que las autoridades encuentren un camino para desactivar esta amenaza para la sustentabilidad de la economía, advierte que el saldo comercial trepará hasta un rojo de 11.000 millones de dólares. “El interrogante por dilucidar es si en 2018 los mercados financieros internacionales estarán dispuestos a financiar un creciente endeudamiento”, para cubrir este agujero, se pregunta Brodershon, y rápidamente se responde que sí, gracias a la herencia de los gobiernos kirchneristas. “No está en discusión el potencial acceso al mercado de capitales en 2018 y 2019 porque como partimos de un nivel de Deuda Pública Neta/PBI que es relativamente bajo con relación a otros países, el gobierno tiene acceso al mercado financiero internacional para cubrir esos desequilibrios. Lo que está en discusión es el mediano plazo porque las reformas estructurales que se requieren en exportaciones llevan tiempo hasta que se puedan apreciar sus resultados”, advierte el consultor. Es decir que el macrismo tiene margen para tomar crédito en moneda dura porque las administraciones de Néstor y Cristina Kirchner redujeron sensiblemente la carga de esa deuda” (…) “La vulnerabilidad que genera la apertura importadora-más allá del impacto sobre la industria nacional, que sigue perdiendo empresas y puestos de trabajo, como volvió a apreciarse esta semana con despidos masivos en Unilever y el reconocimiento del ministerio de Trabajo de que la ocupación en las fábricas cayó en agosto por vigésimo mes consecutivo-, sumada a la persistente fuga de capitales, el déficit en la cuenta turismo, el pago creciente de intereses de la deuda externa y la remisión de utilidades de las multinacionales a sus casas matrices, queda expuesta ante cada episodio de cambio de humor en la plaza internacional” (…) “En lo que refiere al déficit entre importaciones y exportaciones, el informe de Brodersohn señala que “el superávit comercial que fue positivo en 1800 millones de dólares en 2016 pasó a ser negativo en 5200 millones en nueve meses de 2017. Estos números nos sugieren que tenemos dos opciones si se quiere equilibrar el sector externo a fin de evitar que, tarde o temprano y a medida que se van cerrando las puertas de acceso al mercado financiero internacional, terminemos en un nuevo ciclo de “stop and go”, en una nueva frustración. La primera, como ha sido históricamente el caso en la Argentina, es una política recesiva para bajar las importaciones. La otra opción es intentar que las exportaciones de nuevos productos y a nuevos mercados aceleren su crecimiento”. Como se ve, no solo economistas heterodoxos sino también ortodoxos como el titular de Econométrica advierten que “tarde o temprano” se endurecerá el acceso a los mercados financieros y la economía nacional quedará expuesta en el mejor de los casos a una nueva fase recesiva. También señala que el modelo agroexportador es insuficiente para cerrar la brecha comercial. “La revolución tecnológica en la producción de cereales y oleaginosas y la expansión de la frontera agropecuaria demuestran que ese sector tiene una gran capacidad de respuesta exportadora pero esa respuesta es insuficiente para financiar un crecimiento sostenido. Por lo tanto, abrir nuevos mercados para nuevos productos pasa a ser un objetivo impostergable para un crecimiento sostenido de la economía”, completa el ex secretario de Hacienda de Juan Sourrouille en el gobierno de Raúl Alfonsín” (…) “En rigor, no es necesario endeudarse en dólares con el exterior para compensar un bache fiscal que se genera en pesos, pero tanto el Gobierno como los economistas que lo respaldan mezclan las aguas para convencer a la ciudadanía de que lo mejor es aceptar el plan de ajuste, para el oficialismo “gradualista” y para la city de “shock”. Ese ajuste, a su vez, es descargado sobre las espaldas de las mayorías populares, mientras a los sojeros se les bajan las retenciones y a las empresas otros impuestos. El triunfo electoral de Cambiemos les da espacio político para hacerlo, aunque los números del frente externo, que son los que desatan huracanes en la Argentina, son lo que no cierran”.

En su edición del 28 de octubre, La Nación publicó artículos de Eduardo Fidanza (“La incierta certidumbre de ganar”), Silvia Pisani (“Un plan que aún tiene un escollo, la resistencia”) y Héctor M. Guyot (“Le llegó al PJ la hora de pagar los destrozos”).

Escribió Fidanza: “(…) El contenido del texto que sigue no se refiere a este hecho conmovedor y de consecuencias probablemente funestas (la independencia de Cataluña). La intención es escribir sobre el resultado de las elecciones del domingo pasado y proponer una lectura posible de lo que ocurrió” (…) “La cuestión que nos incumbe es el triunfo liso y llano, redondo y sin atenuantes” (…) “El éxito de Cambiemos es contemporáneo al de los independentistas catalanes, pero su significado es muy distinto. Aquí, la coalición oficialista ganó con limpieza y contundencia, sin dejar rivales en pie. Cataluña se independiza con fuerza insuficiente a elevado precio, aunque se lo presente como un triunfo. Se trata de formas diversas del éxito que merecen reflexión. En rigor, las preguntas son dos: qué implica ganar y cómo proceder en el momento de la victoria” (…) “En la historia argentina de las últimas décadas los triunfos abultados, en votos o territorios, generaron interpretaciones por lo general acordes con la magnitud del resultado” (…) “Podría decirse que si la victoria no da derechos, como consagró el canciller de Sarmiento, Mariano Varela, al referirse al Paraguay derrotado, la victoria sí despertó fantasías y anhelos hegemónicos en los ocasionales vencedores. ¿Cuándo? No en la primera victoria, sino en la segunda. Alfonsín, Menem y Kirchner fueron prudentes y consensuales al principio, acaso porque sus triunfos surgieron de tragedias” (…) “El problema es cómo pensaron y actuaron luego, cuando revalidaron el dominio electoral. Alfonsín planteó la subsunción del peronismo en un tercer movimiento histórico; Menem instauró la reelección presidencial; los Kirchner fueron por todo. Se observa aquí un agravamiento progresivo de la alucinación política: Alfonsín apenas imaginó una estrategia improbable; Menem, con ayuda de Alfonsín, politizó la constitución; el kirchnerismo victorioso hizo del estado un botín” (…) “La literatura, el psicoanálisis y la historia, en tanto que reflejan la experiencia humana, convalidan el sentido común: el triunfo es apenas un episodio de la vida de los individuos y las sociedades. Su contracara es la derrota, el olvido, la decadencia. Los sueños hegemónicos, las promesas de hasta la victoria siempre, los frentes para la victoria sucumben en el desván de la historia. Apartarse del triunfo y sus abusos desafía la soberbia, abriendo paso a la “certidumbre incierta” de la que hablaba Maurice Blanchot. Una paradoja que matiza los delirios del poder” (…) “En esta sintonía, es oportuna una mirada equilibrada de la segunda victoria de Cambiemos, algo que perciben los miembros más lúcidos del gobierno. Tal vez los motive una conclusión realista: cualquier éxito electoral es frágil en la Argentina, en tanto que no se resuelvan los desequilibrios económicos que hicieron naufragar las experiencias anteriores. En un país con estas carencias, la victoria es siempre una foto, nunca una película. Apenas una incierta certidumbre, un puro presente sin perspectiva. Alfonsín se estrelló contra la hiperinflación; Menem cebó la bomba de la mayor crisis argentina, y el kirchnerismo dejó un tercio de pobres y cosecha tempestades” (…) “Mientras chocan los planetas en la entrañable España, mientras los fanatismos se imponen a la verdad en muchos lugares del mundo, la Argentina tiene una nueva oportunidad. Para afirmarla quizá se requiera una ascesis de la victoria, una lectura mesurada de la voluntad del electorado, entendiendo que éste confía a la vez que sospecha, que está dispuesto al sacrificio, pero no consentirá la explotación. Y sobre todo: que carece de amor incondicional” (…) “La victoria no da derechos, como lo recordó hace poco el jefe de Gabinete. Tampoco debería alentar antiguas fantasías y nuevas revanchas, por más rotunda que haya sido”.

Escribió Pisani: “Es una de las situaciones más complicadas que le toca vivir a España. El gobierno dio la orden de disolver el Parlamento catalán y desalojar a sus autoridades autonómicas” (…) “Pero, ¿qué pasa si se resisten? ¿Quién hará cumplir en Cataluña lo que se dispuso a 600 kilómetros de distancia? Malas noticias: la Asamblea Nacional catalana, uno de los brazos del independentismo, llamaba anoche a resistir. “No tienen que atender “las órdenes de nuevas autoridades, fueron las instrucciones que bajaron ayer con miras a los puestos de trabajo que, el lunes, estarán ocupados por otros” (…) “Es un llamado a la resistencia en toda la línea y, sobre todo, en las calles, que ha sido el fuerte del independentismo” (…) “Ésa es una cara del desafío. La más desconocida. Es lo mismo que abrir una caja de sorpresas. Uno puede saber cómo empieza el movimiento, pero no cómo termina” (…) “Si no puedes garantizar el cumplimiento de tu propia legalidad, más vale que te despidas de ser un país serio”, decían ayer fuentes de la Moncloa que explicaron a corresponsales extranjeros los alcances de las medidas. Otra cosa es el cálculo político. Ahí entra la posibilidad de que el llamado “frente independentista” se resquebraje con la idea de evaluar si se suma o no al proceso electoral convocado por Rajoy” (…) “Jueces y fiscales dieron ayer una señal poderosa. “Estamos con la constitución y con la legalidad”, dijeron las distintas asociaciones. Si hay alguien a quien obedecerán será a ese marco y no otro” (…) “El voto independentista de ayer-con la vergüenza de haber sido producido en secreto-fue demostrativo de hasta qué punto le temen al poder de ese Estrado del que se declaran independientes. Dicen que se separan pero, al mismo tiempo, se tapan la cara para estar a salvo el día en que ese Estado reaccione. Los que pagarán el pato, en todo caso, serán los de siempre. Los que ese mismo independentismo usa como fuerza de choque en las calles” (…) “El alcance de esa resistencia se empezará a medir muy pronto. Y la Moncloa no parece estar asustada”.

Escribió Guyot: “A la larga, nada es gratis. Casi todos los peronistas se subieron al carro mientras duraba la fiesta y llegó el momento de pagar los destrozos” (…) “Detrás de una y otra forma de pago hay una misma cosa: el hartazgo moral de la sociedad. No es que los argentinos nos hayamos reformado, pero la gran mayoría experimentó, ante la exhibición de atrocidades, algo parecido a la vergüenza. No había recuerdo de una rapacidad semejante desplegada con tanto descaro. Calcularon mal. Como quien mete la punta del pie en el agua, sondearon al pueblo y creyeron que podían ir por todo. Y llegaron bastante lejos. Estuvieron cerca de conseguirlo. Pero este pueblo, que parecía tener un precio, que parecía vacunado contra la obscenidad, un día dijo basta.” (…) “A partir de ese día, la suciedad escondida bajo la alfombra se fue sumando a lo que ya estaba a la vista” (…) “Es cierto que la elección se polarizó. La gente eligió entre la impunidad y la justicia. Tal vez, en la sospecha de que es precisamente eso lo que diferencia un régimen autoritario de una democracia republicana” (…) “En su derrota, una vez más, Cristina Kirchner mostró su pulsión autodestructiva. Dinamitó al peronismo desde el gobierno y ahora parece decidida a completar la faena. La noche del domingo se mostró como vencedora y se sentó sobre sus votos para exigirles a sus compañeros el tributo de la obediencia y la lealtad” (…) “Son muchos los que, como novios maltratados, han querido armar el bolsito y dejarla, aunque no saben cómo. Le temen, además, a la intemperie. A los que se fueron e hicieron rancho aparte no les fue bien. Algunos de ellos quieren volver. En verdad, todos quieren volver. Hoy los referentes peronistas son hijos pródigos sin arrepentimiento a la vista que buscan el camino que los lleve a casa. Es decir, al calor del poder. Todo lo que advierten, por ahora, es que la ex jefe suprema representa la ruta del delirio que los llevaría a la desintegración” (…) “Todo indica que apenas Cristina trastabille, se van a juntar otra vez a la sombra de los dos o tres que suman más votos para proclamar la renovación, donde habrá cabida para todos, de Moyano a Scioli, del Chino Navarro a Abal Medina, de Insfrán a los Rodríguez Saá” (…) “¿Renovación es mover una sola ficha (Cristina) para dejar igual todo lo demás? Sin un mínimo de autocrítica seria, lo más probable es que la historia se repita de nuevo. Sería un error y un costo, porque el país necesita una oposición constructiva y democrática que aspire a la alternancia” (…) “En este nuevo ciclo es indispensable que un gobierno fortalecido y una oposición en verdad renovada restablezcan el valor de la palabra, todavía maltrecha por años de abuso y malversación. Los consensos, los acuerdos de convivencia, se tejen en la diversidad y entre los que piensan distinto. Esto vale tanto para los políticos en el Parlamento como para la gente en el llano o en los foros sociales. Bajar los niveles de violencia verbal nos haría bien a todos. Y sería el síntoma más inequívoco de que estamos dejando un ciclo atrás para empezar uno nuevo”.

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