Por Luis Américo Illuminati.-

En la Argentina ha comenzado a revertirse la máxima que dice: «Es tan culpable el que realiza el mal como los que lo apañan y no hacen nada para frenarlo». El gobierno de Javier Milei tiene hoy otros objetivos -opuestos a los del corrupto régimen kirchnerista- tendientes a desbestializar -valga la expresión- el mundo del fútbol. Por su perfil de perfecto villano al líder de los barrabravas de Boca Juniors se lo puede comparar al Guasón, patético enemigo de Batman. Uno es un villano de la ficción y el otro es un villano real e insolente que imita o supera a la ficción. Rafael Di Zeo amenazó a Patricia Bullrich. Un audio atribuido al jefe de la hinchada de Boca, Rafael Di Zeo, amenaza con “ir a la guerra” contra la ministra de Seguridad, debido a la sanción contra dos de sus laderos a los que se les aplicó el derecho de admisión, en el marco de la aplicación del programa “Tribunas Seguras”. El audio salió a la luz después que el Gobierno tomó la decisión de sancionar a Fabián Kruger y Fernando Gatica, laderos de Di Zeo, a raíz de los incidentes ocurridos en el partido de Boca contra Gimnasia y Esgrima, en Santa Fe. En el audio Di Zeo le comunica a un tal Walter que está dispuesto a “hacerle quilombo” al Gobierno, como represalia por la aplicación del denominado “derecho de admisión”, que le impide al sancionado entrar a ninguna cancha de fútbol del país. “Cuando vayan a la cancha les vamos a pegar a los del Ministerio. Le vamos a hacer eso”, manifiesta Di Zeo y contándole además a su interlocutor que, en otras oportunidades, pactaba la entrega de otros hinchas al derecho de admisión con las autoridades encargadas de brindar seguridad en los partidos de fútbol. Y ataca también al periodista Gustavo Grabia, que investiga los hechos y es un experto en cuestiones vinculadas a los casos de violencia en el fútbol. “Vos me decís que tenemos que hacer algo acá por este quilombo”. Listo, dale. Yo te doy tres nombres y los sacás en todos lados, boludo. (…) Y vos quedás bien; y te puedo conseguir otras cosas. A mí me gusta más la guerra que entrar a la cancha”, finaliza diciendo el más incorregible de los energúmenos del submundo del fútbol argentino. Téngase en cuenta que las manifestaciones de Di Zeo no son simples delitos de peligro abstracto o potencial sino de peligro efectivo. Son manifestaciones sumamente alarmantes que atacan el orden y la seguridad pública. Tiene suficientes antecedentes para ser considerado un peligroso conspirador. Por su parte, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich denunció a Di Zeo en la Justicia por los delitos de amenazas e intimidación pública. Bullrich le hizo saber que a ella no la amenaza «nadie». Y está bien que no se amilane. Es de esperar que Di Zeo como enemigo público número uno vaya preso un largo tiempo para mantener y asegurar la paz y la tranquilidad en el fútbol. Es un disgusto escuchar hablar a su abogado defensor Diego Storto quien apuntó contra la ministra de Seguridad por la medida impuesta a su cliente, lo que considera un abuso de poder. Abuso de poder, oscuro y clandestino es el que ejerce este individuo furibundo fundamentalista del fútbol, un peligro público. El abogado de Di Zeo hace la suya, está bien que ejerza su profesión de abogado, pero de ahí a defender y justificar a un sociópata con chicanas y sutilezas sí que es verdaderamente un abuso del derecho penal de defensa. No es lo mismo defender a Dios que defender al diablo.

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