Por José M. García Rozado.-

Según este estudio, realizado a 706 casos, entre 2 y 7 de junio, un 79,1% de los encuestados la considera “muy mala” o “mala”. Sólo el 17% la considera “muy buena” o “buena”. Dos temas concentraron la atención el martes durante el cóctel por el Día del periodista en el Palacio de Hacienda: el precio del dólar -si está retrasado, o tenderá a retrasarse- y los pronósticos sobre la recaudación del blanqueo de capitales, que empezó a tratar el Congreso. El ex jefe del Banco Central consideró que «nos hemos sacado de encima los miedos con el dólar (?)» aunque reconoció que esto tiene «un lado negativo», que es el atraso cambiario. Opinó que hubo «aciertos y de medidas dolorosas» en los primeros 6 meses del gobierno de Macri.

En el cóctel del día del Periodista, estaban los ministros Alfonso Prat- Gay (Hacienda), Juan José Aranguren (Energía), Francisco Cabrera (Producción) y Guillermo Dietrich (Transporte). Cabrera mostró su preocupación por el posible atraso del dólar (ayer cerró en $ 13,92), Prat-Gay habló de la inflación y arriesgó que el blanqueo dejaría una exteriorización del orden de los US$ 20.000 millones, y Dietrich destacó la baja del déficit en Aerolíneas Argentinas. Aranguren no tuvo otra que defender los vaivenes oficiales con las tarifas de luz, gas y transporte. La discusión sobre si la economía está en las puertas de un nuevo ensayo de atraso cambiario, en el intento de aquietar la inflación y permitir un repunte del consumo, cobra fuerza a partir de una nueva realidad: es fuerte el ingreso de dólares al país. En parte por las exportaciones de soja (de paso, ayer volvió a subir y está en US$ 432 la tonelada), en parte porque la Nación y varias provincias salieron a colocar bonos después de la salida del default, o porque la tasa de las Lebacs del Banco Central (anteayer bajaron un punto y están en 33,25% anual) permitieron una ganancia financiera jugosa, lo concreto es que entrada de dólares, hay.

La contracara de ese ingreso exhibe destinos diversos pero bien direccionados. Una parte va para financiar déficits del sector público; otra, para pagar deudas, y una tercera, y bastante importante, es el retorno a la dolarización. La Argentina vive un momento particular en el que el ingreso de divisas es fuerte y la dolarización, también. Todos los meses, el conjunto del sistema financiero vende unos US$ 800 millones para atender la demanda de empresas y ahorristas que -tal como vinieron haciendo los argentinos en, por lo menos, los últimos 60 años- compran dólares cómo reaseguro de sus ahorros. Durante el primer trimestre, el Banco Central vendió en el mercado unos US$ 3.000 millones pero, simultáneamente, los depósitos a plazo fijo en dólares en los bancos crecieron en 3.000 millones. Con el paso del tiempo, el crecimiento de las colocaciones en divisas en el sistema financiero fue perdiendo fuerza, mientras que el ritmo de dolarización parece estar lejos de menguar. En este punto, hay funcionarios, economistas y operadores del mercado financiero que se preguntan si la Argentina tenderá hacia una economía “pesificada” o “dolarizada”.

Hoy los bancos dejaron de incentivar los depósitos en dólares porque tienen limitada la posibilidad de colocación: sólo pueden financiar a empresas exportadoras que tengan ingresos en divisas como forma de minimizar el riesgo cambiario. Además, los tomadores de préstamos lejos estarían hoy de pensar en volcarse por uno en dólares cuando el precio de la divisa se encuentra en un nivel considerado no muy alto hasta por el Gobierno. Desde hace meses, el titular del Central, Federico Sturzenegger, viene adelantando que tendrá problemas para evitar una baja del precio del dólar y más aún frente a lo que el Gobierno considera un resultado alentador del próximo blanqueo, aunque dependerá de qué opciones adopten los “blanqueadores”. Para Sturzenegger, lo ideal sería que opten por pagar la tasa del blanqueo pero sin traer los dólares. Para Prat-Gay, seguramente sería que de los US$ 20.000 millones que se exterioricen, la gente pague un 8% en promedio y traiga los US$ 1.600 millones para cubrir el pago de la deuda a los jubilados y el generoso déficit fiscal que tiene el país. En tanto que para Mauricio Macri, lo políticamente más favorable sería que traigan los dólares para destinarlos a inversiones o compra de viviendas.

El economista de Cambiemos Javier González Fraga, muy cercano al gobierno, coincidió con el diagnóstico de sus colegas al asegurar que el tipo de cambio está atrasado, por lo que «el dólar está barato de vuelta». Si bien manifestó que «(los argentinos) nos hemos sacado de encima los miedos con el dólar» reconoció que esto tiene «un lado negativo», a la vez que estimó que la apreciación del peso en relación a la divisa estadounidense es un tema que el Gobierno «tardará en solucionar». “Nos hemos sacado de encima los miedos con el dólar, lo cual tiene un lado negativo, y es que el dólar está barato de vuelta, ya no hay esa preocupación que teníamos hace unos meses. Esto es un tema que el Gobierno va a tardar un tiempo en solucionar”, dijo González Fraga en declaraciones al portal “agrovoz.com.ar”. En cuanto a la evaluación del gobierno de Mauricio Macri en los 1ros 6 meses de gestión, el expresidente del Banco Central y excandidato a vicepresidente consideró que hubo «aciertos y de medidas dolorosas, que responden a un plan político» y agregó que «acá, por suerte, la economía está subordinada a la política”. “A pesar de un mundo más adverso, que también va a perjudicar las inversiones, creo que la Argentina está iniciando una recorrida bien virtuosa”, consideró González Fraga. También dijo que el Gobierno Nacional, en este primer semestre, ha practicado políticas «que se han hecho demasiado rápido, otras que se están haciendo muy gradualmente, en línea con un programa político”.

En esa línea de análisis, afirmó que “la inflación está bajando, no el índice, pero sí la inflación real; es un dato que hay que tomar en cuenta”. Al referirse al contexto internacional, el economista observó que “si bien la soja rebotó un poco, hay expectativas de que ya en junio y julio la tasa de interés empieza a subir, y si el dólar vuelve a ser una moneda fuerte a nivel internacional, esto puede provocar algunas oscilaciones en los precios internacionales”. Estimó que las mejoras económicas “van a empezar a llegar en el segundo semestre-desconociendo el hecho de que ya estamos en ese segundo semestre-, sobre todo las que vienen de la mano de la menor inflación, de la obra pública, y del aumento del financiamiento”. Por último, estimó que la inversión privada comenzará a manifestarse recién hacia fines de año y el año próximo, al sostener que el empresariado está expectante con la parte política, la impositiva y los resultados del blanqueo de capitales. Pero como contrapartida Según el estudio, realizado a 706 casos, entre 2 y 7 de junio, un 79,1% de los encuestados la considera “muy mala” o “mala”. Sólo el 17% la considera “muy buena” o “buena”. Estos datos contrastan con las calificaciones de gestión y de imagen, indicando un grado significativo de tolerancia con la gestión. El 55,3% de los consultados considera que la situación futura del país será “muy buena” o “buena”, mientras que sólo el 30,8% sostiene la opinión contraria. Para Aragón “se verifica un alto grado de tolerancia hacia el gobierno y esta tolerancia parece fundarse en un grado importante de expectativas positivas para el futuro”.

Tanto la calificación de la gestión de Macri como su calificación de imagen continúan recibiendo aún más de 50% de menciones positivas y también más de 40% de menciones negativas. Estos valores se mantienen estables desde fines del mes de marzo. Aragón señala que “es imposible estimar el límite de esa tolerancia ni la vigencia en el tiempo de las expectativas mencionadas”. Pero la apuesta al éxito del blanqueo de una porción de los US$ 192.000 millones, que según el INDEC, los argentinos tienen en propiedades y dinero en el exterior (hay fondos de inversión que calculan que llegarían a US$ 400.000 millones) abrió la puerta a una nueva etapa en la concepción de la economía política. Como idea de causalidad en el Gobierno razonan: con la plata del blanqueo se le paga la deuda a los jubilados. Y éstos, a su vez, destinan la mejora a consumir más con lo cual podrían aparecer algunos “brotes verdes” en el alicaído nivel de actividad que hoy muestra la economía. Y siguen razonando: con más consumo y dólares entrando, la inflación tendería a bajar (?) (del 40% anual en que se encuentra) al tan preciado 25%, y así el Gobierno podría aspirar a mantener una pelea competitiva en las elecciones de 2017. Los funcionarios se envalentonan al calor del ingreso de los dólares y con el trasfondo de la idea de que al Gobierno ya no le preocupa tanto la reducción del déficit fiscal en el corto plazo. Paradójicamente, y como ya ocurrió en algunos momentos de la histórica económica reciente, el fisco enfrenta hoy una situación de exceso de dólares pero de escasez de pesos para cubrir el rojo fiscal hasta fin de año.

Según datos privados, al Tesoro le faltaría aún el equivalente a US$ 8.000 millones, pero en pesos, para llenar el déficit. La fotografía financiera de la Argentina se repite constantemente: los argentinos hacen sus transacciones corrientes en pesos pero a la hora del ahorro recurren a los dólares, a menos que la tasa de interés sea claramente alta y logre superar tanto a la inflación como a la suba prevista para el tipo de cambio. Cálculos privados dicen que hoy sólo entre lo que está en cajas de seguridad de los bancos y lo que se guarda en hogares, habría en el país entre US$ 70.000 y US$ 80.000 millones en “billetes”. Ese dinero no tendría otro destino que el del refugio ante algún manotazo del Estado, sin renta alguna. Otra vez la Argentina está ante la paradoja de que, por la cantidad de dólares que aparecen, el país se encuentre frente al dilema del “atraso cambiario.” El economista radical/peronista Roberto Frenkel suele equiparar el efecto del atraso cambiario al de la droga para un adicto. “Al comienzo, la sensación de bienestar se siente en el aumento de los salarios en dólares y del consumo pero, cuando los dólares no alcanzan, la salida suele ser desastrosa y con costos altos para la población”. Probablemente, y ante la recesión en la que se encuentra la economía, estos temas puedan resultar extemporáneos y ningún funcionario querrá ser un vocero para la prudencia.

El dólar calmo habría llegado para quedarse por un tiempo, con la idea de serenar la inflación y mejorar el consumo. Eso, a menos que las bajas de tasas de interés que definen en el Banco Central le haga ganar atractivo adicional a una divisa que parece no perderlo nunca. Y menos aun cuando el dólar se ha fortalecido en el mundo en los últimos meses. En mayo la capacidad de compra de las familias cayó un 11%, casi 2 puntos más que en abril, y más del doble del acumulado en el 1er trimestre del año. Así lo reveló forme difundido este jueves por FyEConsult. Entre las causas de esa retracción, que explicaría un retroceso del 9,2% en las ventas minoristas durante el mes pasado (según datos de CAME), se encuentran el incremento de los precios domésticos, superiores a los abril; la caída de la creación de puestos de trabajo entre los asalariados privados (-0,4% entre noviembre y marzo); la postergación de paritarias; y la política monetaria contractiva del Banco Central que redujo la posibilidad de las familias de financiarse con créditos. Por los mismos motivos que se seguirían registrado en los próximos meses, para FyEConsult, no se avizoran «señales de recuperación en el corto plazo» del poder de compra familiar. «Teniendo en cuenta el comportamiento inercial de los precios domésticos, que registrará en los próximos meses incrementos interanuales superiores al 40%, la postergación de los incrementos salariales, y el menor dinamismo que presentará el crédito al sector privado en los próximos meses, no prevemos una recuperación en las ventas minoristas en el corto plazo», sostiene el informe. Por otro lado, el estudio de FyEConsult analiza el impacto en el nivel de actividad de próximas medidas fiscales del Gobierno destinadas estimular el consumo, como el pago de deudas a los jubilados, la devolución del IVA sancionada el miércoles y la extensión de la Asignación Universal por Hijo a los monotributistas.

Según el informe, aún con la aplicación de esas políticas en el 2do semestre de 2016, el nivel de actividad económica «tardará en estabilizarse y mostrar señales de recuperación». La capacidad de consumo de las familias se desplomo 11% en mayo. https://t.co/Boofeg7fN5 — Macroeconomía Arg (@FyEConsult) 9 de junio de 2016. En este sentido, la consultora explica que, más allá de las medidas expansivas, «la demanda de trabajo no repuntará en forma inmediata, y los ingresos reales de las familias sólo dejarán de caer» en un contexto en el que la inflación permanecerá en niveles altos (2% mensual). En este contexto, durante el resto del año no se produciría una recuperación de la capacidad de compra familiar, y si se produjera no alentaría el rebote de la actividad, ya que gran parte del nuevo consumo se dirigiría a la compra de importaciones, que -según observa FyEConsult- correría con ventaja frente a la industria local «debido a la existencia de un tipo de cambio real apreciado». “El esfuerzo de los argentinos se lo lleva la inflación” acotó Massa hoy (10/6) durante su visita a un micro emprendimiento familiar de artículos regionales en la localidad de Merlo, Provincia de Buenos Aires. Allí Massa dialogó con sus trabajadores y manifestó: “A partir de escucharlos tratamos de construir leyes que le faciliten la vida a todos”. Durante su visita a un taller de platería criolla ubicado en el centro de Merlo, Massa escuchó las problemáticas de sus trabajadores, quienes le expresaron su preocupación por los aumentos en las tarifas de luz y gas, indispensables para realizar su actividad, como así también los juicios laborales y el impacto por la falta de crédito a las Pymes, las cuales generan el 80% del empleo en nuestro país.

Según explicaron, la actividad en el taller la realizan de lunes a viernes, mientras que los fines de semana viajan a diferentes ferias en distintos puntos del país para ofrecer sus productos, teniendo resultados dispares, lo cual dificulta la planificación estratégica de la empresa a largo plazo, además de limitar sus días de descanso. En ese contexto, el líder del Frente Renovador afirmó: “Este es un ejemplo de cuatro familias que transforman el esfuerzo y el trabajo manual en una serie de productos que son parte de nuestra costumbre, y que venden a toda la Argentina”. Y añadió: “Además estuvimos viendo como es el proceso, desde el yeso y la cera hasta la alpaca, viendo como esas calabazas se van transformando en mates, pero por sobre todas las cosas escuchándolos. A partir de escucharlos, tratamos de construir leyes que le faciliten la vida a todos ellos. Me conmueve el esfuerzo de los argentinos que, a partir de su trabajo producen para nuestra economía”. Duro editorial ayer jueves (9/6) del periodista Marcelo Longobardi en Radio Mitre (Grupo Clarín) que interpela al gobierno de Mauricio Macri, pero también a la política argentina. Sobre el gobierno nacional deja una buena y una mala: elogia el ingreso a la Alianza del Pacífico (por ahora Argentina será “observador”) pero castiga por el feriado del 17 de junio que derivó en un fin de semana largo de cuatro días. Esa jornada no laborable se sancionó ayer (8/6) en el Senado (con votos peronistas y de Cambiemos) y Macri -que en campaña despotricó contra la gran cantidad de feriados que heredó del kirchnerismo- estaría dispuesto a promulgarlo por necesidades políticas.

Otras cuestiones también son alarmantes, como los “25 mil condenados por la justicia argentina que están prófugos”, cuestión que compete al ministerio de Seguridad de Patricia Bullrich. Longobardi, que durante la campaña electoral fue bastante moderado en sus entrevistas con Daniel Scioli, lo que le valió varias críticas de sus seguidores, concluye con una advertencia para Macri: “El plan empatía no sé si alcanza. En el país no hay entusiasmo en términos generales. Tengo la impresión de que eso tiene que ver con un problema de orden político”. El editorial completo de Longobardi esta mañana en Mitre: “Tenemos un corte de taxistas en 9 de julio como consecuencia de Uber. La diferencia de votos en Perú es de 0,25. En Venezuela tenemos saqueos, escasez de alimentos. Tenemos a Hillary Clinton, que quedó consagrada como la candidata demócrata para enfrentar a Trump. Va a ser la primera candidata presidencial mujer en Estados Unidos. Ayer se difundió una actuación que hizo Meryl Streep haciendo una imitación alucinante de Trump. Hubo un atentado en Tel Aviv ayer. La única noticia alentadora es que Argentina se ha incorporado como observador a la Alianza del Pacífico. Macri va a estar ahí en esta reunión en Chile. Tenemos una noticia que es un delirio. La política argentina está de joda. Han sancionado un nuevo feriado. A propósito de la conmemoración del general Güemes. Entiendo que Macri va a promulgar este feriado. ¡La política argentina se ha vuelto como los padres: todo que sí!”

“Tenemos una situación energética complicada en el día de la fecha. Tenemos una crisis que incluye que estamos sin energía, importando tanto electricidad como gas de todos los países limítrofes. En el caso del gas, está viniendo de Bolivia y de Chile. Como consecuencia de esta situación, Aranguren recibió una denuncia penal por importar gas de Chile. El diputado De Vido lo ha convocado a Aranguren a dar explicaciones. Arriba de esto tenemos una secuencia de amparos contra las tarifas. Hay amparos en Buenos Aires y en gran parte de Argentina. ¡El jefe de Gabinete ha pedido que la gente pague igual las tarifas! Tenemos que el Senado convirtió en ley el reintegro del IVA por la compra de alimentos a jubilados ¿Por qué no les dan los 300 pesos y listo? Se va a votar el miércoles la ley que incluye tanto el blanqueo como el pago a jubilados. Aparece una carta de la señora de Kirchner que se titula: Para que nunca más digas que no sabías. Critica la mordaza que se viene, impuesta a terceros o periodistas que piensan desatar los nudos de Panamá Papers. Lo que comenta es que recibió un correo de Emanuel Álvarez Agis advirtiéndole sobre las implicancias del proyecto de los jubilados. Y subraya que la trata de Presidente. Subraya que si ANSeS vende acciones del fondo, es poco menos que el fin del mundo. Tenemos temas judiciales de todo tipo. Gustavo Vera ha dicho que el Papa les dijo a los jueces: «Vayan a fondo con sus causas». Tenemos revelaciones nuevas del caso Báez-Cristina. La Nación cuenta que había en depósitos del señor Báez muebles de los hoteles de Cristina. El fiscal Delgado le pide a Casanello que avance en la investigación de las declaraciones juradas de Macri.”

Y continúa Longobardi: “A Aranguren le apareció ayer que era accionista de Shell y el jefe de Gabinete dijo que no era incompatible (?). Sanz ha dicho que es importante que el Gobierno acuerde con el peronismo. Tenemos 25 mil condenados por la justicia argentina que están prófugos. Da la impresión de que el Gobierno ha quedado atrapado en la telaraña que es la Argentina de hoy y que ha sido la herencia del plan bomba. Me parece que sin entrar en detalles me da la impresión de que hay un problema de orden político. El plan empatía no sé si alcanza. En el país no hay entusiasmo en términos generales. Tengo la impresión de que eso tiene que ver con un problema de orden político”, concluye. El economista José Luis Espert dialogó con Adriana Balaguer (AM 950 Belgrano) sobre el megaproyecto de blanqueo de capitales y pago a jubilados, la inflación, el dólar y las medidas económicas del gobierno: «Cambiemos quedó muy golpeado luego del tarifazo y pretende compensar ese golpe político con un aumento con alto rédito político como el de jubilados y a su vez para que ese aumento no genere recesión se busca conseguir dólares del exterior a través del blanqueo», explicó Espert. «Si no entran muchos dólares del exterior, esto se va a financiar con la renta o los activos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad que no está para pagar gasto público, sino que pertenece a los actores activos, a los que se robó la plata en 2008 cuando se eliminaron las AFJP», explicó. Si bien «Hay que pagar lo que corresponde a los jubilados», Espert sostuvo que «en materia económica, el PRO es el kirchnerismo pero con buenos modales.» «Hay elementos para pensar que la economía va a dejar de caer y la inflación será más baja en la segunda mitad del año. El gobierno espera terminar el año con un 1,5% de inflación mensual», concluyó.

Espert afirmó: «La inflación tiene tendencia a la baja, la política monetaria fue restrictiva en este primer semestre. La Argentina tiene poca memoria, por eso le pasa lo que les pasa», subrayó. «Tenemos una situación fiscal previa al aumento a jubilados con un déficit que es el mayor en el último medio siglo. Es peligroso», aclaró el economista. En tanto, remarcó: «Con las medidas económicas que está tomando el BCRA, el dólar está controlado entre $14 y $15.» Horas antes, Espert le había dicho a Radio Mitre, que “de ahora en más esto es sangre, sudor y lágrimas por algunos años. Si no se hacen las cosas consistentes vamos a volar por los aires en algún momento de los 5 a 10 años. Hay que cambiar el rumbo 180 grados. Si en diciembre estuvimos por volar por los aires apechuguémosla”, apuntó. Consideró que el comportamiento de la economía es “regular” y si bien destacó una “baja de la inflación” reconoció que “la economía no arranca”. El gobierno de Mauricio Macri “puede llegar a tener el déficit fiscal bien medido más grande del último medio siglo de la última guerra mundial para acá incluido”. “Cuidado con emitir pesos contra reservas porque es tan inflacionario como emitir pesos contra adelantos transitorios. La actividad está cayendo desde principios del último trimestre del año pasado. La buena noticia sería que la economía deje de caer, pero no va a haber crecimiento”, agregó. Y subrayó: “Andar diciendo que a cinco meses de experimentar la quinta crisis en 40 años de pronto sale el sol, no es así. Mentir tampoco es la solución”.

Un ejemplo K, dice Espert: “Muy controvertido ha sido el acto de populismo demagógico de Cambiemos/PRO incorporando otro día no laborable cuando en campaña proselitista sus líderes criticaban el abuso de feriados que establecieron los Kirchner durante 12 años. Desde el PRO se hablaba de «pan y circo» a esas acciones de parte del Frente para la Victoria. Sin embargo, el presidente Mauricio Macri decidió promulgar el nuevo día no laborable y de forma veloz para que pueda estar vigente la semana próxima y así articular un feriado largo en honor de Martín Miguel de Güemes, el héroe de Salta, provincia que ahora le concedería el voto de sus legisladores a varios proyectos que precisa el Presidente, por el viernes 17/06 que se sumará al lunes siguiente 20/06 ya previsto como Día de la Bandera”. La acción fue criticada por el presidente de CAME (Cámara Argentina de la Mediana Empresa), Osvaldo Cornide, quien le dijo a Pablo Duggan (AM 950 Belgrano): «El 17 de junio que se empalma con un viernes, sábado, domingo y lunes es desastrozo para las ventas.» «Le vamos a mandar una nota a Macri para que promulgue en el boletín oficial la sanción de este feriado para el 2017», adelantó Cornide. «Hay un exceso de feriados porque hay un engaño diciendo que estimulan la actividad económica en los centros turísticos pero cuando hay una masa de dinero para gastar, si se gasta en lugares equis no se gasta en otros», explicó. «Son 5 días, en el medio está el Día del Padre y mucha gente se irá a lugares turísticos haciendo caer muchísimo más la venta», concluyó.

Share