Una explosión originada en un escape de gas en una escuela estatal del partido de Moreno, en la provincia de Buenos Aires, se cobró la vida de dos trabajadores educativos. Los reportes periodísticos dan cuenta de que la autoridad a cargo del establecimiento (la vicedirectora) había denunciado ante el Consejo Escolar distrital la anomalía por el fuerte olor a gas. Mientras esperaban la solución sucedió la tragedia.
La Provincia de Buenos Aires asignó a educación inicial, primaria y secundaria de las escuelas del Estado, un presupuesto de $143 mil millones para el 2018. Esto implica el 1,2% del Producto Bruto Interno (PBI) nacional, o sea, una magnitud más que importante a nivel país. En términos de la matrícula que debe atender –que son 2,5 millones de niños y jóvenes que concurren a escuelas estatales de la Provincia– equivale a unos $5 mil por alumno por mes. Se trata de una inversión por alumno ni excesiva ni escasa, pero suficiente para evitar condiciones tan precarias y de tan alto riesgo para alumnos y docentes.
¿Qué explica entonces que las escuelas tengan tan severas deficiencias de equipamiento escolar e infraestructura? Para echar luz sobre la pregunta se puede apelar al presupuesto 2018 de la Provincia de Buenos Aires. Según esta fuente se observa que:
- El 97% del presupuesto de las escuelas del Estado se asigna a salarios.
- Un 2% se asigna a la compra de insumos.
- Un 1% se asigna a infraestructura escolar.
Estos datos muestran que casi la totalidad de los recursos de las escuelas estatales se destina al pago de salarios. La contrapartida es una porción mínima de recursos públicos para comprar materiales de enseñanza, equipamiento escolar y mantener las condiciones edilicias en razonables niveles de confort y seguridad. Pero lo más negativo es que el alto gasto en salarios ni siquiera premia el esfuerzo y el compromiso de los docentes. Las consecuencias son escuelas sin materiales y en pésimas condiciones edilicias con docentes ausentes o desmotivados. Bajo estas condiciones no debería sorprender la decadencia que delatan las pruebas de evaluación de aprendizajes de los alumnos, aun cuando la inversión educativa se ha incrementado considerablemente.
El director de escuela es un actor clave ya que es responsable por los resultados pedagógicos y por la disponibilidad de medios y seguridad de docentes y alumnos. Esto colisiona con la centralización con que se administran el personal, la adquisición de insumos y las reparaciones a través de entes centralizados como son los Consejos Escolares distritales. Por eso, la vicedirectora –víctima de la tragedia– sólo tenía como alternativas perjudicar a los alumnos suspendiendo las clases a la espera de que el Consejo Escolar reaccionara dándole una solución, o asumir el riesgo de una explosión.
El infortunio de esta escuela también explicita la ineficacia de los programas nacionales que aspiran a cogestionar funciones provinciales. El Ministerio de Educación de la Nación administra un programa financiado con el presupuesto nacional denominado “Infraestructura y Equipamiento”. El gasto de este programa previsto para el sistema educativo de la Provincia de Buenos Aires es de $671 millones. Aunque el objetivo declamado es financiar pequeños arreglos en las escuelas (procurando suplir las debilidades de la Provincia) tampoco sirvió para evitar la tragedia. La razón es simple: si un ente distrital –el Consejo Escolar– no logra gestionar centralizadamente las escuelas de su zona, menos lo va a lograr un funcionario desde el Palacio Pizzurno de la Capital Federal.
Para mejorar los resultados educativos es imprescindible modernizar los estilos de gestión. Los pilares centrales son empoderar a los directores y una estructura salarial que premie el compromiso del docente con el aprendizaje de sus alumnos. Para ello, es clave descentralizar recursos y poder de decisión en los directores, eliminar cargas burocráticas espurias, dotarlos de personal administrativo y mantenimiento y darles herramientas para que puedan trabajar con docentes motivados e incentivados. En paralelo, desmontar estructuras centralizadas que no tienen capacidad para aportar soluciones. (IDESA)
07/08/2018 a las 11:52 AM
Comentar.., ¿par que?…, si a la casta politiquera le resbala este asunto como agua por el costado del tiburón…, ¡¡salvo en días de elecciones, porque ahí si que las Escuelas son importantes!!
La reestructuración el sistema educativo debe ser radical.., contundente.., cosa imposible en las urgencias de quienes en el mismo día de votaciones ya piensa en como ganar en las próximas dentro de dos años.
Cualquier «medidita» paliativa, sirve menos que bolsita de plástico para limpiarse la cola.
Guille
07/08/2018 a las 1:29 PM
Don Guille
¿Usted leyó la palabra «sindicatos» en el articulo? Pareciera que no existen
El problema de las escuelas es GRAVE. Conozco casos que la Cooperadora (o sea los padres) tenian que pagar personal para limpiar la escuela porque el «personal» que debía ocuparse de la tarea no lo hacía. La directora no quería decirles nada para evitar un conflicto sindical y que su «carrera» docente se viera afectada.
En las escuelas HAY PERSONAL DE MANTENIMIENTO. Tambien hay personal para preparar el desayuno. Pero, en este caso desgraciado, vemos que estaba la vicedirectora y el portero. El resto no estaba
El articulo es una VERGÜENZA. Dejar en manos del director/a todas las tareas significa poner en sus manos todas las responsabilidades (que no siempre sabe hacerlas porque es un docente no un gerente de empresa)
Se ha descentralizado la responsabilidad a los Consejos Escolares. Pero como son designados politicamente, se llena de inutiles.
En este caso especifico el Consejo Escolar estaba intervenido porque eran CHORROS y se habian apropiado del dinero.
Lo unico que parece importar es usar politicamente el tema. Las soluciones reales no interesan.
07/08/2018 a las 1:32 PM
ANECDOTA
Durante el Gobierno de Scioli la Directora General de Escuelas (asi se llama el Ministro de Educacion Provincial) fue interpelada en la Legislatura porque en una escuela habia 14 PORTEROS designados. Obviamente habia 13 de licencia y uno que trabajaba.
Esa es la realidad de la «escuela publica» que todos dicen defender
07/08/2018 a las 4:21 PM
Si esa «mala palabra» hubiera estado escrita.., ni de reojo la hubiera leído porque es TÓXICA.
En cambio radical a que me refiero significa TODO…, PONER LA MESA PATAS PARA ARRIBA…, cagándome en los roñosos vagos de mierda que hace casi tres cuartos de Siglo vienen ensuciando lo que fue el orgullo de nuestra Nación.., la calidad de sus lugares de estudio.
¿¿Como hacerlo??: ¡¡¡NI LA INICIAL DE LA PRIMERA PALABRA A QUIENES ESTUVIERON, ESTÁN Y PRETENDEN ESTAR EN EL poder…, PORQUE NO VALEN NI SIRVEN PARA UNA LETRA.., SIQUIERA!!!
Guille
07/08/2018 a las 7:09 PM
LA DESCENTRALIZACION DE LOS RECURSOS ES LA SOLUCION. PERO SIGUIENDO EL MODELO CHILENO DE LOS VOUCHERS. CADA ALUMNO TIENE DERECHO A UNO POR UN VALOR DE $5000 MENSUAL CONFORME LO INDICADO. LOS PADRES ELIGEN A QUE COLEGIO IRAN SUS HIJOS. ES DECIR, LA ADMINISTRACION DEL COLEGIO TENDRA UN INGRESO DE $125.000 MENSUAL POR GRADO TOMANDO UN PROMEDIO DE 25 ALUMNOS POR CADA UNO DE ELLOS. CON ESA SUMA SE DEBE HACER CARGO DE PAGAR AL DOCENTE Y LE QUEDA UN REMANENTE IMPORTANTE PARA EL MANTENIMIENDO DEL EDIFICIO Y LA COMPRA DE MATERIALES DE ENSEÑANZA. LO UNICO QUE TIENE QUE HACER EL ESTADO ES EL CONTROL DEL MANEJO DE ESOS RECURSOS Y POR SUPUESTO TERMINAR CON EL ARCAICO SISTEMA DEL ESTATUTO DEL DOCENTE. DE ESTA MANERA SE VAN A TERMINAR LA DECENA DE SINDICATOS DE ESA ACTIVIDAD QUE SOLO MEDRAN CON LOS RECURSOS PUBLICOS Y LOS DE LOS DOCENTES. DE ESTA MANERA VAN A COBRAR LOS DOCENTES Y EMPLEADOS QUE TRABAJAN. NO LOS QUE TIENEN «lICENCIAS» INVENTADAS
07/08/2018 a las 7:20 PM
¡¡Ya vamos bien por ese camino, estimado ERUERU!! Acá tenemos que apretar de movida.., bastante más fuerte, porque esta «población» si no es de esa manera no quiere, no entiende o vaya uno a saber en ese momento que NO se les antoja.
Muchas gracias.., Compatriota.
Guille