IP dialogó con el economista Agustín Monteverde. Ésta es la síntesis de sus opiniones.

«Estamos en una crisis en curso que tiene sus etapas de impasse y otras de aceleración. Me sorprende la actitud de algunos analistas que sostenían que con el actual programa económico se llegaba bien a la entrega del poder. Son, en algunos casos, los mismos que ahora afirman -sueltos de cuerpo- que es necesario que la reestructuración la deuda sea con una quita muy fuerte.

Cuando entre octubre y las PASO defendían el plan económico, ¿no advertían el riesgo enorme con que ahora se desayunan?

El esfuerzo fiscal que se haga debe pasar por la reducción del gasto público. Si se persiste en el actual camino de aumento de la carga fiscal -impuestos, para-impuestos, tasas de interés astronómicas- hay riesgo de mega recesión con alta inflación.

Pero es difícil que caigamos en lo inmediato en una hiperinflación. Ésta requiere una realimentación automática por vía de la emisión monetaria requerida para sostener la deuda cuasifiscal y un régimen generalizado de indexación de toda la economía, que aún no existe.

Estamos en una economía que se quedó sin red de seguridad: Destrozaron la ANSES, el Banco Nación y otros organismos descentralizados. Sufrimos la presión fiscal más alta del mundo. Como dije, esa presión fiscal se compone de impuestos, para-impuestos, tasas de interés; incluso los llamados tarifazos son en realidad megaimpuestazos (más de la mitad de las tarifas son .impuestos).

Técnicamente, el “reperfilamiento» de las LETES implicó un default, pues se cambiaron unilateralmente las condiciones con que fueron emitidas.

Ahora el FMI, que apoyó y promovió la política económica adoptada, sugiere con desparpajo que se le hagan quitas a los acreedores privados pero no -claro está- a sus propias acreencias.

El gobierno macrista alimentó una doble bomba de deuda fiscal y cuasifiscal mediante una política cuyo único objeto fue contener el tipo de cambio mediante el carry trade; es decir, pura bicicleta financiera.

Mientras desmanejaba la economía, el gobierno optó por distraer a la sociedad con una nueva grieta, impulsando el aborto y la ideología de género.

Luego del revolcón delas PASO, han salido tardía y poco convincentemente a tratar de recuperar el voto pro-vida. También buscan recuperar al electorado militar, recordando a los soldados asesinados en Formosa; el mismo gobierno que en los pasados cuatro años no perdió oportunidad de arrojar flores al Río de la Plata en homenaje a quienes fueron asesinos de esos soldados.

En caso de triunfar, Alberto Fernández tiene la oportunidad de hacer reformas estructurales. Para eso cuenta a favor con que tiene a quien echarle la culpa y el representar un espacio progre le da cobertura.

Lo que sí debe quedar claro es que esta vez la situación es tan delicada que no admite aspirinas. Llegó la hora de las consecuencias».

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