Por Guillermo Cherashny.-

La corrida cambiaria que comenzó el 24 de abril aún no terminó, porque estos días de baja del dólar desde los $ 42 a $ 37 y pico se logró a base de subir la tasa de las LELIQs al 72%. Es decir, letras de liquidez, la nueva bomba que reemplaza a las LEBACs. Por tanto, con una tasa semanal del 72%, es decir anualizada a más del 100% anual. Pero cuando el Central la bajó a 71,9% de inmediato el dólar mayorista, que había bajado a $ 36, de repente rebotó a 36,75 pesitos, lo que significa que, si baja la altísima tasa a menos del 72%, la divisa vuelve a subir. La idea era bajar el dólar mayorista, el más importante, porque por ahí pasan las operaciones de exportaciones e importaciones a $ 34, es decir el piso de la banda inferior que, si lo cruza, o sea, si baja a $ 33 y pico, el Central puede emitir sin violar la emisión 0. Pero parece que esa idea está muy lejos de ocurrir.

Sí podría pasar que el mayorista se mantenga en 37 y 38 pesos a fin de año, donde sí estaría en la banda inferior, ya que se actualiza al 3% mensual. Pero de acá al 31 de diciembre, con una tasa anualizada del 100%, estaremos inmersos en una gran depresión, no una recesión como la que ya estamos viviendo.

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