Por Guillermo Cherashny.-

Hace un tiempo que se habla de la crisis lechera y la cooperativa SanCor, la más grande del país, sufre muchos problemas financieros, entre ellos una deuda gigantesca con al AFIP y la ANSES. De ahí que Gustavo Nardelli, hombre del ministro Francisco Cabrera y activo miembro de la Fundación Pensar, y que es hijo de la señora Vicentin -la fábrica de aceites que tiene un puerto gigantesco en la ciudad de San Lorenzo- se quiere quedar con la parte de yogures, flanes y postres de SanCor, ofreciendo 100 millones de dólares, cifra que también ofrece la Coca-Cola. Pero los directores de SanCor ya recibieron la información de que, si le venden a Coca-Cola, esta firma tendrá problemas para solucionar sus deudas con la AFIP y la ANSES. Pero Gustavo Nardelli sí lo puede lograr con la poderosa Vicentin, ya que sus contactos políticos con el nuevo gobierno le permitirán «manejar» las acreencias de la AFIP y la ANSES.

Si esta venta se consumara, estaríamos ante un nuevo episodio del conocido «capitalismo de amigos» que se sufrió los últimos doce años, aunque está claro que Vicentin es una empresa muy sólida y de muchos años, que no puede compararse con los pseudo empresarios K. Pero la Coca-Cola acaba de desembolsar 570 millones de dólares a Unilever por la marca Ades, una especie de leche de soja frutada que es un invento argentino. Coca-Cola es mucho más solvente que Vicentin y tiene financiamiento exterior a bajo precio. Y en este caso lo más importante mantener todos los puestos de trabajo, caso que Vicentin no puede garantizar, dada la crisis de la industria lechera, que tiene problemas para exportar por el creciente retraso cambiario.

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