Varios economistas advirtieron que la calma cambiaria comienza a «esfumarse por las inconsistencias de la política cambiaria, monetaria y fiscal», mientras evaluaron que el incremento del dólar blue era «esperable» para el segundo semestre por «incertidumbre» e «inquietud». El economista de la Fundación Libertad y Progreso, Aldo Abram consideró, indicó: «La suba del dólar tiene que ver con el incremento de la emisión del Banco Central, la bicicleta financiera que se empieza a desarmar de cara a las elecciones, y las actitudes del Gobierno». De ese modo, argumentó que la administración de Cristina Kirchner «a la larga termina incentivando a la gente a tener más miedo y pasar al (dólar) paralelo». «Si empezamos a tener temor, queremos bajar la cantidad de pesos. Si ellos (por el Gobierno) dejan de hacer macanas se acaba el miedo de la gente, que busca cubrirse comprando dólares», evaluó. En ese sentido, consideró que adquirir divisas mediante el mecanismo que regula la AFIP es un «instrumento de cobertura frente a ese temor». Respecto del ritmo acelerado que registró la demanda del dólar ahorro, subrayó que «cuánto más incrementa la brecha cambiaria, más incentivo hay para usar el dólar oficial». Sin embargo, consideró que «las restricciones al uso del dólar ahorro han aumentado y se está cerrando de a poco la ‘canillita’». Además, criticó que «cualquier control cambiario, como el implementado por el Gobierno, es absolutamente inconsistente», al tiempo que insistió en que es «absolutamente necesario salir rápido del cepo porque el sector productivo está ahogado». «El Banco Central con todo lo que emitió ya depreció el peso.

Es una ficción el tipo de cambio oficial», fustigó. En tanto, el economista heterodoxo Eduardo Curia advirtió que hay «inquietud» por el cambio de Gobierno, en medio de una macroeconomía que «está muy desarreglada». «Los desequilibrios de fondo son varios e intensos», sostuvo el especialista, al tiempo que pronosticó que la demanda del dólar ahorro continuará en niveles altos. En ese sentido, aclaró que «salvo que se planteara claramente un programa, un esquema o un cálculo de divisas», los ahorristas intentarán adquirir la moneda norteamericana. «Eso podría llegar a descomprimir un tema que todavía está pendiente», estimó y advirtió que «si avanza la jugada del juez (de Nueva York, Thomas) Griesa, hay que ver los efectos que pueda provocar en la economía». Así Curia analizó: «Me parece que las expectativas empiezan a apuntar a cómo sigue todo esto y cómo engancha con lo que viene después. Se produce ese hueco de expectativas y si me pongo en el lugar del Gobierno, más que estar pensando en mecanismos de control, tendría que pensar en despejar incógnitas». El ex presidente del Banco Central, Martín Redrado, había alertado que «las inconsistencias de la política cambiaria, monetaria y fiscal estaban adormecidas debajo de la superficie» y evaluó: «Pero en este mar de fondo en el que se desenvuelve la economía, la creciente volatilidad estaba a la vuelta de la esquina. Y la calma cambiaria comienza a esfumarse». En un comunicado, Redrado consideró: «En los últimos días, los pequeños ahorristas han mostrado un cambio de tendencia, dado que desde principios de mes no sólo aumentan las compras de dólares, sino que, en lugar de venderlos para realizar una ganancia, deciden guardarlos». (El Liberal)

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