Por Guillermo Cherashny.-

Está claro que es imposible que este gobierno elabore un plan económico que reduzca el déficit fiscal y baje la inflación por una simple razón cual es que Cristina sostiene que el déficit no genera inflación y por ende es posible emitir moneda en forma indefinida. La causa de la inflación es para ella el endeudamiento pero si existe endeudamiento es porque antes hubo déficit. Esta teoría de la emisión sin fin la inventó el gobernador Kicillof y la compró la vicepresidente porque cree que se puede repetir la experiencia del 2003 al 2015. Pero esa situación es irrepetible porque no hay un proceso fuerte de inversión como en los años 90, no hay un dólar alto y finalmente no hay un gobierno anterior como fue el de Eduardo Duhalde, que había bajado el gasto público en términos reales un 40%. Actualmente hay un estado elefantiásico, dólar retrasado y desinversión en los últimos 10 años. Pero lamentablemente la vicepresidente desconoce o no quiere entender la realidad y por tanto exige la receta de Néstor Kirchner del 2003 en adelante y lo único en común son los altos precios de cereales y oleaginosas pero el problema es que actualmente hay un gasto público infinanciable.

En conclusión, los intentos tímidos de AF y Sergio Massa -mucho más profundos- sólo se pueden aplicar cuando esté por explotar la economía. Pero para Cristina y sus fanáticos seguidores todavía no se tocó fondo; es más, hay que seguir emitiendo y distribuyendo sin producir.

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