Por Domingo Cavallo.-

En el mes de mayo comencé a señalar que la inflación relevante estaba bajando. Denomino “inflación relevante” a la que no depende de decisiones administrativas sobre precios regulados sino que se determina en los mercados libres de bienes y servicios. Hice aquella observación a partir de examinar la información diaria aportada por PriceStats. De hecho la inflación promedio mensual bajó hasta tocar el 1.07% en la segunda semana de agosto.

Pero, lamentablemente, ahora debo informar que desde mediados de agosto la inflación medida por PriceStats ha estado subiendo y hacia el 12 de septiembre (último dato diario disponible), la inflación mensual promedio se ubica en el 2.42% mensual; más del doble del nivel que había alcanzado a principios de agosto.

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Como la inflación de los últimos 30 días se ubicó por más de dos semanas arriba del 2.5%, la inflación promedio mensual seguirá subiendo en las dos últimas semanas de septiembre y, probablemente, termine el mes arriba del 2.5% mensual.

No se puede atribuir este rebrote inflacionario a causas monetarias. La expansión monetaria ha estado muy contenida, las tasas reales de interés han sido positivas y el tipo de cambio se ha mantenido estable. Por consiguiente hay que buscar las causas en otro lado. Sin duda el ritmo de aumento nominal del gasto público (que se ha acentuado desde julio) y las expectativas de aumentos de salarios por intensificación de los reclamos sindicales deben estar jugando un rol preponderante. Se trata del fenómeno de la inflación inercial al que me referí en posts anteriores.

El gobierno debería pensar en el lanzamiento de un plan integral de estabilización y desarrollo hacia fines de año, una vez que haya concluido la discusión del Presupuesto Nacional para 2017. Le llamo Plan de Estabilización y Desarrollo para recordar la experiencia de Arturo Frondizi al cabo de su primer año de gestión. Ojalá los asesores del Presidente relean la historia económica de aquellos años y la utilicen como experiencia.

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