Por Guillermo Cherashny.-

Agotadas las esperanzas del gobierno de que en el segundo semestre comenzaría la reactivación y cuando se esperaban los brotes verdes, ahora Prat Gay quiere ponerles fertilizantes a esos supuestos brotes verdes pero choca contra Federico Sturzenegger, el presidente del Banco Central, quien apoyado por el presidente Macri, cree que hay que mantener alta la tasa de las Lebac para bajar la inflación y también -¿por qué no decirlo?- para aumentar las ganancias de los bancos, que son hoy el principal apoyo de Cambiemos, todo lo contrario de los popes de la UIA, que están agrandados por la victoria de Donald Trump y sus políticas proteccionistas. El triunfo del empresario estadounidense es el verdadero cisne negro para los países emergentes por las devaluaciones, especialmente en América Latina, que ya se produjeron en México, Brasil y Argentina, donde el dólar tocó ayer los 16,80 pesitos, pero con muchos tomadores al final.

EEUU tiene con Obama sólo el 2% de déficit fiscal, porque congeló el gasto militar, pero ahora Trump promete aumentar las operaciones bélicas y un gigantesco plan de infraestructura de 500.000 mil millones de dólares, con lo cual la tasa de interés subirá inexorablemente.

Así las cosas, entre la economía que no se reactiva y el cisne negro de Trump, la recesión puede condicionar el crecimiento del año que viene, que sería mucho más modesto de lo esperado y no se sentirá en la gente.

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