Por Mario Cadenas Madariaga.-

La Nación publicó ayer una interesante entrevista al Dr. Miguel Bein, titular del Estudio Bein y Asociados, sobre los criterios que recomienda en los temas principales de la economía. Son criterios propios, pero como se trata de uno de los principales asesores de Daniel Scioli, revisten particular interés.

Un ciclo de expansión en base al consumo, seguido de otro fundado en la inversión.

El primer concepto adelantado quizás sea el más importante: “después de haber llegado a la maduración de un ciclo de crecimiento acelerado en base al aumento del consumo, el que sigue debe fundarse en el crecimiento de la inversión, ya que el objetivo que persigue es el desarrollo.

Su apreciación sobre el ciclo cumplido por el kirchnerismo no es exacta, pues en el mismo ciclo Australia creció, con otra política naturalmente, 2,5 veces más, con una estructura económica similar. Asimismo el nivel de pobreza y el desempleo que tuvo en la iniciación fue en gran parte responsabilidad de la incompetencia de Néstor Kirchner y su equipo, entre otras causas por haber mantenido el crédito al sector privado en niveles muy bajos.

Pero el comentario donde el desacierto alcanza una exageración incompresible, es cuando UD dice que el ciclo ha terminado “exitosamente”. ¿Tiene presente la quiebra de la mayor parte de los sectores exportadores, el nivel de pobreza y de indigencia actual, la insuficiencia de las divisas, creado artificialmente por el modelo, el nivel de la deuda pública interna y externa, el nivel del riesgo país, etc.” Creo que estos comentarios comprometen seriamente el prestigio de cualquier economista.

El gasto público en una situación externa recesiva.

Se lee a continuación otro comentario sorprendente: “cuando el comercio internacional está muy frenado, cuando todos los países adoptan medidas proteccionistas y uno tiene que sostener el mercado interno porque se caen los mercados externos, uno transitoriamente puede apelar a medidas expansivas del lado del gasto, para evitar que una situación internacional se traslade a la Argentina, con un costo de desempleo alto”. ¿No le parece preferible Dr. Bein la eliminación de los gravámenes y limitaciones a las exportaciones, que la Argentina mantiene, con absurda singularidad en el comercio mundial? ¿No es esto más naturalmente expansivo para la economía interna, que el aumento inflacionario del gasto público?

El déficit fiscal.

Otro concepto que me ha extrañado es la forma de calcular el déficit fiscal “que bien medido, antes de pagar intereses de la deuda va a ser cuatro puntos del producto”. Me pregunto: cuando Ud., Dr. Bein, confecciona el balance de su estudio para determinar el resultado, en caso de déficit -hipótesis que no creo probable- ¿no considera los intereses que debe pagar por sus obligaciones? ¿Son exigibles o no?

Cepo, control restrictivo de cambios o control de capitales.

Con relación al cepo, o control restrictivo del mercado de cambios, que el Dr. Bein llama control de capitales, pero que afectan a todos los intercambios no solo de capitales, no le parece una situación criticable, sino más bien normal, aunque hoy con el nivel de restricciones que hay en la Argentina, sólo debe ser superado por Venezuela, o Cuba, u otro país igualmente “saneado”. Evidentemente, Dr. Bein, no ha tenido en cuenta el nivel de riesgo argentino o las tasas que paga el Estado por sus bonos.

A la pregunta del periodista en cuanto tiempo se eliminará “el control de capitales” dijo: “ponerle plazo a eso es como ponerle plazo a la negociación con los buitres. Si vos le poner plazo, negocias peor”. Sabemos así que si Ud., Dr. Bein, fuera ministro del eventual presidente Daniel Scioli, no habrá plazo para llegar a una finalización del estado de default, y por tanto mantendremos por largo tiempo nuestra pésima calificación financiera internacional.

Emisión monetaria.

El Dr. Bein al respecto hizo una aclaración por lo menos insuficiente: “No es que uno emite porque quiere. Tampoco vas a romper la cadena de pagos evitando la emisión. No vas a romper el pago de sueldos, el gasto social. No es lo mejor pero es un mal menor”. Es grave que un candidato a Ministro de Economía crea que si se para la emisión se rompe la cadena de pagos, o se deja de pagar los sueldos el gasto social. Esto sucede cuando el futuro ministro no tiene un plan para reducir el gasto de manera que se pueda simultáneamente reducir la emisión.

La política del desendeudamiento.

Dr. Bein, Ud. fue en este tópico totalmente contradictorio. Dijo: “Nosotros no vamos a cambiar la política del desendeudamiento, de ninguna manera, pero vos necesitas un puente de uno o dos años, hasta que los dólares que vuelvas a tener sean genuinos”.

Primero es necesario decir que el desendeudamiento como política del kirchnerismo es una más de sus muchas mentiras, ya que la deuda actual es mucho mayor que la del 2001 o 2002. Ha habido endeudamiento. No es serio repetir lo contrario. Además por el nivel de las reservas y el déficit de la balanza de pagos, el grado de debilidad financiera es extremadamente delicado.

Pero además, ajustándonos literalmente a su respuesta, Dr. Bein, se va a endeudar en los dos primeros años.

La política anti inflacionaria.

Dijo el Dr. Bein: “Proponerse bajar la inflación abruptamente sólo se puede hacer con un ajuste, por lo tanto está descartado. Mi visión es llegar a un dígito al final de cuatro años. Cuatro o cinco puntos por año. Eso incluye política de precios y de ingresos, con lo cual la presencia del Estado es irreemplazable”. Dr. Bein Ud. resulta muy parecido a Axel Kicillof.

Dr. Bein, con esta política es imposible que aumente la inversión ni que inicie una política de desarrollo.

No obstante que Ud. ha manifestado que con este programa va a iniciar un ciclo de alta inversión y desarrollo, en el mejor de los casos va a obtener un período de bajísimo crecimiento, sin aumento de las inversiones internas ni externas, y por lo tanto con graves problemas sociales, aumento del desempleo, de la pobreza y la indigencia, empeoramiento de todos los servicios y de la infraestructura. Su Presidente va a sufrir fuertes resistencias populares, que pondrán en riesgo la gobernabilidad.

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