El economista Jorge Ingaramo, en diálogo con Carlos Tórtora, analiza en detalle un probable escenario de reformas si gana CAMBIEMOS.

CAT: ¿Ya tenemos un dólar Macri?

JI: Bueno, los dichos de Prat Gay conducen a un dólar de doce con cincuenta. La discusión es que si a eso se llega por la flotación del tipo de cambio y una unificación total del mercado o por una fijación del tipo de cambio. Me parece que la flotación es más compleja desde el punto de vista de la certidumbre para traer guita de afuera, digamos, para que liquiden a los chacareros, para que los aceiteros puedan traer prefinanciaciones, para que los bancos puedan comprar títulos en dólares. Así que yo veo como un escenario de menor riesgo tener un tipo cambio fijo entre 12.50 y 13, y ésta sería la parte cambiaria del asunto. A mí no me disgusta la solución Blejer para -como decíamos recién- emitir títulos en dólares, lo mismo que se hizo con Repsol, pero con una tasa por supuesto más baja, con el riesgo del país más bajo. Obviamente, hoy el riesgo país ya está más bajo, porque ahora el mercado descuenta que gana Macri. Y bueno, se trata entonces de emitir esos títulos para ir negociando los atrasos de importaciones y esos títulos hay que emitirlos; el tesoro se los tiene que dar al Central en canje con los títulos que tiene hoy el Central, que no sirven para nada, que son indisponibles, y eso lo tiene que usar para arbitrar el mercado cambiario sin perder reservas en el caso de que haya más demanda de dólar que la esperada. Cosa que yo no creo, que el mercado se vuelva loco en ese sentido si es que gana Macri. El tema es cuidar las reservas y, por supuesto, hacer un acuerdo como el que hizo Fábrega con los aceiteros cuando en febrero del 2014 le trajeron dos mil millones de dólares de prefinanciación. Yo haría un acuerdo con los bancos para que me compren los títulos en dólares y un acuerdo con los aceiteros para que me traigan la prefinanciación, y un acuerdo con los chacareros de alguna manera para que me liquiden todo lo que necesitan para la devolución de la campaña. Que al paso que vamos, entre diciembre, enero y febrero ellos van a tener que desembolsar unos cinco mil millones de dólares, porque son treinta millones de hectáreas, y por poco que tengan que desembolsar por hectárea son cinco mil palos verdes que podemos sacar del bolsillo. Y entonces yo con eso me haría un paquetito para sostener el tipo de cambio de doce con cincuenta. Ésa sería mi estrategia. Digamos que Macri no lo dice ni nadie lo dice, porque no sé si la tienen o, si la tienen, no sé si conviene decirlo, digamos, porque de repente dar un número podría ser muy peligroso. Pero ésa es la forma. Yo con eso me animaría a fijar un tipo de cambio y sostenerlo. Y luego, ya cuando más o menos me asenté, a los 100 días, ahí sí anunciaría con mucho tiempo la flotación pero administrada, una flotación con banda, que yo creo que es lo mejor que se puede hacer para esa transición, una vez que más o menos la plata empezó a entrar. Se podría anunciar que se va a defender un tipo de cambio en una banda de más menos cinco centavos de peso por dólar, digamos, y si la administración me llega a resultar bien, ya casi a fines del año, la floto y dejo que el mercado lo fije él. Eso es lo que uno lee entre líneas de lo que afirma Prat Gay. Y de lo que dice Scioli, ni opinar, porque él dice que va a mantener las mejores tarifas públicas y que el dólar va a estar a diez pesos. Bueno, yo soy Baltasar, digamos.

CAT: Perdió racionalidad Scioli; pero bueno, esto está pasando porque, en la medida que no logra descontar, empieza a acudir a cualquier tipo de argumento; es un poco lógico.

JI: Despues va a haber que tumbar la Ley Cerrojo y la Ley del Pago Soberano y va a ver que tumbarla por DNU, porque en el Senado no va a pasar esa ley.

CAT: Bueno, eso dijo Sanz: “Vamos a utilizar los DNU cuando haga falta…”

JI: Bueno, claro, yo me suscribo para el desembarco, lo que yo llamo desembarco de los primeros cien días. Se requiere modificar esas dos leyes que hacen falta. Luego está el cambio estructural, digamos, las otras cosas, el cien por ciento móvil, por ejemplo.

CAT: Esto está claro, porque abre las negociaciones con los holdouts. Otra cosa sería después el ajuste en sí. Digamos gasto público, tarifas, etc.

JI: Nadie ha dicho cómo bajar las tarifas, perdón, como bajar los subsidios. Yo sigo con mi propuesta y digo que tenemos que elegir tres millones y medio de familias, emitirles una tarjeta de débito tipo SUBE y ahí ponerles el subsidio a la demanda por cantidad de kilowatts por metros cúbicos de gas y por metros cúbicos de agua, porque no en todas partes hay medidores. La ANSES tiene una base de datos bastante clara sobre los subsidios que se están dando. Digamos, además, que tiene toda la lista de jubilados que cobran la mínima y bueno, a los que sean titulares de servicios públicos se les carga, supongamos, yo entiendo que un número racional es mil doscientos pesos para tres meses. Cada tres meses, un tipo tiene que ir a la ANSES a cargar mil pesos y avisar que eso va a ir reduciéndose con el tiempo hasta su completa desaparición. Yo creo que con eso ya con los cinco puntos y chirolas del déficit que son causados por las tarifas el déficit total debe estar en siete puntos, de los cuales cinco y monedas deben ser por tarifa; entonces, ya con eso usted reduce el déficit fiscal notablemente. Propongo que en el segundo semestre le quede un equivalente a dos puntos del PBI y todo eso lo pueda financiar con deuda y la tercera deuda que hay que emitir es lo que le quede de deuda flotante. Usted ve que cuando un gobierno se va le deja al que viene una deuda flotante lo más grande posible; digamos que asume la menor cantidad de costo. Este gobierno se va en los primeros días de diciembre y deja una deuda con proveedores muy grande y ahí yo creo que va a haber que emitir un título porque, si todo eso se tiene que emitir en pesos, digamos que el Banco Central va a seguir siento una caja vacía. Además, el Banco Central va a tener que sacarse de encima la deuda de las LEBAC. La duración promedio de las LEBAC está en ciento veinte días pero rinden el 27% anual. Si usted va a colocar un tipo de cambio fijo, no puede estar pagando veintisiete por ciento real por dólar. Es una locura. Tiene que ir viendo la forma de ir cancelándola a medida que se renueve y a los que no quieren LEBAC darles un título liquidado con dólares. Entonces yo creo que hay que hacer tres emisiones de títulos como mínimo.

CAT: Ahora, pasando a otra parte del tema, Macri dice que los planes sociales son derechos adquiridos. ¿Esto es sostenible en el tiempo?

JI: Sí, desde el punto de vista financiero, sí. Ahora, no es lo mismo desde el punto de vista moral, legal, ético. Ésta es una discusión económica y yo creo que si usted agarra una administración con 28% de pobres y consigue bajar a un dígito la tasa de inflación en siete meses, un dígito mensual a menos del 1% mensual. Entonces la tasa va a adquirir un 10% anual en siete meses. Ya con eso baja el nivel de pobreza digamos a veinte. Luego viene la estabilidad de precios y un trabajo que se pueda hacer con los ajustes nominales de jubilaciones. En este punto hay que ser cuidadoso y hay que cumplir por un tiempo la ley previsional de los ajustes semestrales. Eso le mejora toda la parte del salario mínimo de los jubilados, acomoda un poco los salarios mínimos de los que están en blanco y produce una brusca caída del nivel de pobreza pero nunca va a poder eliminar esa pobreza estructural que hoy debe ser entre el 8 y el 10% de las familias argentinas, que son las que están cargadas de pibes, que tienen muchos hijos y que, si no los ayudan con un plan social, esa gente no va a conseguir trabajo porque, para que consigan trabajo, las madres tendrán que dejar de cuidar a sus hijos. Entonces hay que entrenarlos y prepararlos educativamente para el mercado del trabajo. Ese proceso va a llevar cuatro años como mínimo, así que yo creo y personalmente veo que lo que se puede hacer es un rediseño de la política social para que verdaderamente se controle en serio si yo tengo asignación por hijo mandar a una nutricionista, a una dietista, para ver si el pibe está comiendo verdaderamente, si está creciendo, si tiene un tamaño de cerebro razonable. Hacer el plan CONIN. Yo creo que hay que cambiar cualitativamente esas políticas pero son inevitables en los próximos cuatro años. El mayor peligro en este tiempo para Macri puede ser político y no sólo económico.

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