Por Guillermo Cherashny.-

El valor del dólar llegó el viernes a 16,88 pesos, un poco porque Morgan Stanley dejó el país en la situación de fronterizo pero fundamentalmente porque el gobierno nacional infla a la ex presidente para polarizar la elección y que los votantes de Massa-Stolbizer voten a favor de Cambiemos, cosa que hasta ahora no ocurrió, pero que el gobierno insiste en que se produzca.

La suba del dólar es poca y no debería preocupar, porque está regalado, pero el problema es que, si pasara los $ 17, produciría más inflación, más teniendo en cuenta que el índice de junio dará 1,5% y para julio se espera que sea del 1,7% y encima se aumentó la nafta y el gas oil en un promedio del 6% que, como se sabe, pega en el costo de los alimentos. Aparte, pese a las mejoras estadísticas que muestra el INDEC, en la calle sigue habiendo una recesión con una baja profunda del consumo que no se reactiva como espera el gobierno.

En este escenario, el gobierno corre en desventaja en las elecciones de la provincia de Buenos Aires, donde se destacan Cristina y Massa-Stolbizer y el oficialismo sólo le queda decir que lucha contra la corrupción y las mafias, como las detenciones en La Salada y el allanamiento de la villa 1-11-14 y también con la esperanza de que la situación económica mejore en el futuro. Es decir, Macri quiere compararse con el desastre kirchnerista, que protegía o era cómplice de las mafias, y que denuncia la corrupción pasada desplazando como eje de la elección a la situación económica, si esto es posible, cuando en todas las elecciones el bolsillo es la principal motivación para ganar los comicios.

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