Por Luis Orea Campos.-

“Mercado alcista dejó en octubre a tenedores de bonos y ADR ganancias de u$s 13.400 millones”.

Este titular le dice muy poco y nada a millones de personas que ignoran que son las víctimas de un fraude colosal que paradójicamente es perpetrada utilizando mecanismos legalmente aceptados. Nadie va a ir preso.

Es más, mucha gente se ilusiona porque al ignorar los mecanismos financieros -el 90%- inducida por los medios y los “expertos” piensa que el «efecto riqueza» por las ganancias financieras va a generar un derrame que se va a trasladar a una mejora en el ingreso individual de las familias y el empleo.

No vamos a entrar -como hacen otros analistas- en la proyección de lo que se podría hacer en obras para la comunidad con esa montaña de dólares simplemente porque solo serviría para provocar algún que otro comentario.

¿Cómo funciona la tramoya? Obviamente con la generosa colaboración del gobierno y su famoso “plan económico” que no beneficia a “los empresarios” ni a “los ricos” sino a un grupete de amigos financistas que goza de información privilegiada (oculta por supuesto) y a los medios.

Con la tablita que inventó Martínez de Hoz y hoy aplica su discípulo Caputo tienen asegurada la devaluación del peso respecto del dólar a razón de 2% mensual o 24% anual. Colocar pesos a plazo fijo a 48% anual o comprar bonos que suben de precio verticalmente cuando el gobierno asegura que los va a pagar a su vencimiento resulta entonces una sinecura sin igual en el mundo financiero global y así lo reflejan los medios extranjeros.

Supongamos que tengo 1 millón de dólares, los vendo y reúno 1100 millones de pesos. Los pongo a plazo fijo en pesos durante dos meses al 48% anual. Ese capital se transforma en 1188 millones luego compro nuevamente dólares con ese rendimiento descontando el 2% de devaluación mensual del peso y obtengo una ganancia limpia de 44 millones de pesos o 40 mil dólares, 20 mil por mes y 240 mil por año exentos parcialmente de impuestos. Todo con un click en la pantalla de mi PC.

¿Dónde está la trampa? Que cuando se seca la laguna todos los baguales van a tomar agua. Y puede ocurrir que cuando voy convertir mis pesos en dólares me puedo encontrar con que muchos tuvieron la misma idea y termino comprando menos verdes que los que tenía antes porque la demanda subió el precio.

¿Cómo evito ese riesgo? Contactando a alguien poderoso del gobierno que me avise cuando el mar se está poniendo movido así puedo cortar con la bicicleta a tiempo, tomar mis pingues ganancias y comprar mis dólares antes que los demás comiencen a correr. Usted imagine quien puede ser ese contacto que levanta el tubo y le dice: “Vendé porque se viene la maroma”. Por una módica participación por supuesto. No existe el almuerzo gratis.

Por supuesto, no todos son ganadores porque como se sabe el último mono siempre es el que se ahoga y el que llega tarde al mercado es boleta. Y así funciona la bicicleta con la que la Patria financiera se apodera en unos meses de 13.400 millones de dólares. ¿Y sabe quién va a cubrir los cheques diferidos que emite el gobierno para mantener andando la bicicleta? Adivinó.

Y pensar que hay quien se ríe del adelanto de la Navidad que decretó Maduro en Venezuela. Aquí Milei & Cía. también adelantó la navidad para algunos, con una pequeña diferencia: en lugar de pan dulce reparten plata dulce.

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