Por Guillermo Cherashny.-

El motivo por el cual la cúpula de la UIA está muy crítica de la política económica del gobierno -aunque parece que no firmará un documento con la Iglesia y la CGT- es que está convencida de que Macri y Dujovne han decidido atrasar el tipo de cambio para bajar la inflación y ponerse competitivos para las elecciones del año próximo. Además, se oponen a las retenciones a las exportaciones industriales de $ 3, ya que, si se atrasa el tipo de cambio, son muy onerosas, y por la eliminación de los reintegros a los productos industriales. El temor de los empresarios nucleados en la UIA es que el gobierno repita el esquema de agosto del 2017, con un dólar de $ 16 que aguantó hasta diciembre de ese año, al igual que los aumentos de tarifas y transportes, para después de las elecciones de medio término.

Paolo Rocca reapareció ayer en una reunión pública con Dante Sica, el ministro de agroindustria, le espetó en la cara: «No atrasen el tipo de cambio», en una clara advertencia al gobierno nacional, y lo mismo se piensa en voz alta en el sector agropecuario, que siente la suba de insumos y el dólar barato.

Así las cosas, el gobierno está acorralado por todos lados y sólo cuenta a favor con consultoras económicas obsecuentes y periodistas que defienden más al gobierno que los propios ministros por el temor a la vuelta de Cristina o del Peronismo Alternativo o los dos en una alianza.

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