Por Guillermo Cherashny.-

En el primer lunes de la tercera semana del mes de enero y a poco menos de mes de la extensión de la meta de inflación al 15% del 27 de enero pasado, el marcado le dijo no a esa intención de bajar las tasas de LEBACs y subir el dólar a $ 20. En realidad, el no fue parcial, porque el dólar cerro a $19,50, cerca de los 20 pesos pero la tasa está entre 27 y 28%, muchos puntos por encima de una tasa de inflación esperada del 15%, sino más bien que el BCRA espera una parecida a la del año pasado, es decir, largamenta el 20%. La idea original de Mario Quintana, asesorado por su mano derecha económica como es Vladimir Werning, un argentino que fue jefe en América Latina de Goldman Sachs y que le «vendieron» a Marcos Peña era bajar las tasas de LEBACs al 23% y el dólar a $ 20, es decir, el plan 23/20 sólo está logrando el segundo objetivo y le da la razón a Sturzenegger, el presidente del BCRA, que aceptó de mala gana esa imposición y sólo bajo la tasa de pases 75 puntos básicos y la de LEBACs 150 puntos, como lo hizo el mercado secundario. Pero la suba del lunes a $ 19,65 y el mayorista a $ 19,10 no le deja otra altenartiva al Central que mantener la tasa igual en el día de hoy. Además, con los saltos que pega el dólar, los sojeros retienen la cosecha esperando mejor precio a su producto. Así fue que el año pasado le vendimos mucho menos soja a China. En cambio Brasil, con todos sus problemas, les vendió más. O sea, no es que el gigante asiático compra menos, sino que el problema es nuestro.

Otra contradicción del equipo económico del cual también participa Aranguren fue dejar libre el precio de los combustibles. Pero cuando era imperioso subirlo la semana pasada por el aumento del dólar y del petróleo, el gobierno presionó a YPF para que no lo aumentara, lo que no hizo hasta ahora, demostrando que no sólo no hay flotación libre de la divisa porque está condicionada por las altas tasas de interés y el ingreso de dólares por el endeudamiento sino que no hay precios libres de los combustibles, por lo el mega DNU para desregular mercados es otra mentira más del gobierno para no dejar actuar al Congreso.

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