Por Raúl Cuello.-

En su agenda, el Presidente Macri tenía un compromiso de indudable importancia para nuestro país: asistir al 46th Foro de Davos, ciudad Suiza que en esta oportunidad congregó a 40 Jefes de Estado y alrededor de 2.500 personalidades del mundo de la política y economía internacional. El evento tuvo lugar desde el 20 al 23 de este mes. Macri se hizo presente con una comitiva muy reducida que incluyó a su esposa, al Jefe de Gabinete, al Secretario de Asuntos Estratégicos, al Diputado Sergio Massa y su médico. Antes viajaron el Ministro de Finanzas y la Ministro de Relaciones Exteriores y el Presidente del BCRA.

El resultado de las gestiones que tuvieron lugar para el relanzamiento internacional de Argentina para atraer inversiones y demostrar el giro de la política doméstica hacia un modelo pro mercado, ya han sido conocidos por los distintos medios de comunicación y no son motivo de esta nota. Sí importa destacar gestos y actitudes.

La expectativa a que dio lugar el Presidente Argentino, fue el punto final a una incomprensible ausencia de 12 años de Néstor y Cristina K al que se oponían por considerarlo una reunión de neoliberales (término que tal vez no pudieran definir por ignorancia), lo cual no quiere decir que no los hubiera en las reuniones, pero también había comunistas, social demócratas y liberales, es decir de todo el espectro ideológico. La última presencia de un primer mandatario fue la de Eduardo Duhalde en 2003.

Lo que importa señalar son las condiciones bajo las cuales se ha efectuado este viaje y las enseñanzas que deja para los argentinos teniendo presente las palabras de Einstein citadas al principio.

A poco más de diez días de haberse fisurado su décima costilla, situación agravada por el propio Macri al sacarse la faja que inmoviliza la zona afectada, por lo que sin dejar de atender sus obligaciones, debió guardar absoluto reposo durante el fin de semana hasta el momento de abordar el avión. Solamente quien ha tenido un accidente con tal consecuencia, sabe el dolor que debe soportar y que el descanso nocturno es absolutamente imposible hacerlo acostado. Sin embargo a pocos días decidió anteponer sus obligaciones para con el país y se hizo presente en Davos, donde físicamente distó de estar cómodo, ya que el lapso de tiempo que demandaba su curación es de por lo menos treinta días.

Por si esto no fuera suficiente, se hizo presente con una reducida comitiva e integrada por los más importantes funcionarios de Economía, Finanzas y Relaciones Exteriores. Integró a la misma como muestra de madurez política al Diputado Sergio Massa y el viaje se realizó en un Avión de Línea (Air France) en business class. Esto es economía de gastos y muestra de austeridad republicana.

En estas condiciones Macri impone un liderazgo difícil de discutir por propios y ajenos, internos y externos. Y por aquello de que el ejemplo debe fluir de arriba hacia abajo, estas actitudes motivan, simplemente porque las propias conductas repercuten sobre los otros, para bien o para mal, e independientemente que asuman la influencia.

No podemos estar en condiciones de considerarlo un estadista de la magnitud que tuvieron Perón o Frondizi durante el siglo pasado. Faltan, pruebas para ello, pero es indudable que es un verdadero líder independientemente de sus títulos académicos y sus antecedentes políticos, porque ya está dando muestras de su capacidad para encabezar al Poder Ejecutivo Nacional y que su elección no fue un error de quienes lo votaron.

El ejemplo brindado por Macri es el único idioma que todos los hombres pueden entender. El mismo está a 180 grados del que brindaba CFK con aviones a su disposición en caso tales como para llevar los diarios de fin de semana cuando estaba en “su mundo”, cuando viajaba al exterior en el Tango 01 completo con su corte, de la soberbia que evidenciaba llegando tarde para la foto en cualquier reunión internacional donde se consideraba la más importante de las personalidades presentes y en resumen de su afán por considerarse importante y dispendiosa de los fondos públicos.

Si se predica con el ejemplo, ya sabemos cómo nos fue con el último gobierno y cómo es posible que nos vaya con el que tenemos en la actualidad. Macri nos recuerda los casos de los presidentes Roque Sáenz Peña, Alvear, Irigoyen, Frondizi, Illia y Alfonsín por sus actitudes republicanas en cuanto a modestia y austeridad.

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