Por Guillermo Cherashny.-

Si bien hoy las «manos amigas», como en la era K se llamaba a los bancos amigos del Central, ahora aparecieron las «manos amigas macristas», que salieron a comprar dólares cuando se cotizaba $ 17,60 -20 centavos por arriba del cierre de ayer- pero finalmente bajó solo 2 centavos, aunque el precio mayorista, que es el que usan los exportadores, bajó a $ 15,20. Pero después de la suba de la nafta del 7% y antes de eso, cuando Morgan Stanley descartó a la Argentina como país emergente y quedó como fronterizo, ahí empezó la escalada cambiaria.

Pero por el aumento de la nafta, el gas oil y la divisa extranjera, ya los supermercados usan la maquinita de remarcar y la solución no es no ir al supermercado, como pide Elisa Carrió, sino que Defensa de la Competencia sancione estas conductas abusivas. Pero ya sabemos que el gobierno no lo quiere hacer.

Desde ya, la pauta de inflación del 17% ya quedó en el olvido y se proyecta cerca del 25%. Eso si en noviembre no se producen aumentos. Pero después de las elecciones, el gobierno ya dijo que aumentarán la nafta, el transporte, el agua, la luz y el fútbol por cable, que costará 300 pesos a cada hogar, y teniendo en cuenta que este país es muy futbolero, más de dos millones de hogares disminuirán el consumo en los supermercados y en los alimentos de primera necesidad y se cumplirá la máxima argentina «pan y circo».

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