Por Antonio Rossi.-

Al ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gray, los directivos del Banco de Desarrollo y Comercio Exterior de Rusia lo dejaron en offside.

Desesperado por dar buenas noticias y levantar su imagen dentro y fuera del gobierno, Prat-Gay salió a dar por hecho el otorgamiento de un crédito de 1.819 millones de dólares de Rusia para la construcción de la central hidroeléctrica de Chihuido.

Por medio de un comunicado oficial difundido el fin de semana pasado, la cartera de Hacienda y Finanzas informó que había suscripto un acuerdo con el Banco de Desarrollo y Comercio Exterior de Rusia (VNESHECONOMBANAK) para financiar el 85% del monto total del complejo hidroeléctrico que se asentará en la provincia de Neuquen.

Tras leer la información que publicaron los principales medios capitalinos, los funcionarios del banco le enviaron desde Moscú una nota a Prat-Gay para que aclare que el préstamo aún no está cerrado y que quedan pendientes varios puntos por resolver antes de la firma definitiva del “convenio de financiamiento”.

Uno de las cuestiones clave que resta definir es la tasa de interés anual que regirá para el repago del crédito. Los funcionarios rusos sostienen que la tasa de interés debe ser la que figura en la oferta ganadora de la licitación: 6,5% anual.

En cambio, los técnicos de la subsecretaría de Relaciones Financieras Internacionales que maneja Martín Soto pretenden bajar el nivel de la tasa al 5% anual.

Las negociaciones bilaterales proseguirán en septiembre con el fin de cerrar de una vez por todas la asistencia crediticia que se viene tramitando desde hace más de 18 meses.

La megaobra de la central hidroeléctrica Chihuido fue ganada por un consorcio argentino-ruso que encabeza la empresa Helport del grupo Eurnekian.

El esquema de financiamiento que arrimó el consorcio ganador prevé una asistencia crediticia del estatal VNESHECONOMBANAK a 20 años de plazo, con 66 meses de gracia y una devolución en pagos semestrales que comenzará a correr después de terminada la obra.

Localizada en Neuquen, la central hidroeléctrica de Chihuido tendrá una potencia instalada de 637 Megavatios -equivalente a la mitad de la usina de El Chocón- y aportará 1.750 Gigavatios/hora de energía media anual al sistema eléctrico nacional.

El plazo de ejecución de la obra será de cuatro años y, según los números oficiales, la construcción de la represa generará 2.500 puestos de trabajo en forma directa y otros 3.000 de manera indirecta.

Junto con Helport que tiene el 41%, la otra empresa local que encabeza el consorcio adjudicatario es Panedile con una participación del 31%. Piloteada por Hugo Dragonetti, la constructora Panedile es la encargada de llevar adelante las cuestiones referidas a la ingeniería y los aspectos técnicos del proyecto.

En tanto, el 28% restante del grupo adjudicatario de Chihuido está repartido entre   Isolux de España, Chediack, Eleprint e Hidroeléctrica Ameghino.

Por su parte, las compañías rusas Inter Rao y Power Machines -que serán las proveedoras de las turbinas y los equipos generadores- figuran como “subcontratistas nominadas”. Esto significa que no dependen del consorcio y que a la hora de cobrar sus facturas lo harán directamente del Gobierno argentino.

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