Por Guillermo Cherashny.-

Anteayer fue un viernes negro para la economía argentina, dos días después del miércoles de igual color, con una devaluación de más del 15% en el mes y con una caída del 20% en las acciones argentinas que cotizan en Wall Street y lo mismo en el Merval local.

Está claro que la desconfianza en la Argentina se origina en el sistema radial con el cual Macri gobierna en el país, con marcos peña como su alter ego y Mario Quintana y Gustavo Lopetegui como auditores de todos los ministros. De esa mesa ratona que maneja el país, a la cual se sumó Nicky Caputo, el amigo de la vida del presidente, que es el primo de Luis Caputo, el presidente del BCRA, quien hace acordar a Enrique Folcini, un presidente del Central que cuando asumió dijo que se había preparado toda la vida para ese cargo y, si bien Luis Caputo no dijo lo mismo, dejó correr el dicho que era «el Messi de los mercados», es decir, un experto en manejo de deuda externa y el indicado para desarmar la bomba de las LEBACs; sin embargo, en poco más de dos semanas demostró una impericia total y está llevando al país no sólo a una corrida cambiaria sino que la puede convertir en bancaria si los depositantes al vencimiento salen a comprar dólares.

Así las cosas, Dujovne-Caputo no dan para más y sólo su reemplazo por Carlos Melconian y Rodolfo Santangelo puede salvar al gobierno de una agonía que no se aguanta más convirtiéndose en un equipo económico que acuerde con la oposición y que haga de cuenta que Macri y Marcos Peña no pueden meter mano en la economía del país, porque ya hicieron mucho daño.

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