Por Guillermo Cherashny.-

Sorpresivamente Marcos Peña llamó a una conferencia de prensa. En general fue muy criticado pero señaló algo muy importante y fue que la Argentina, al calificar para un crédito flexible, tiene la oportunidad de solicitar un stand by, que tiene muchos condicionamientos, especialmente en el área fiscal, donde el gobierno tiene una política expansiva.

Sobre los condicionamientos, algunos analistas de Wall Street señalan que el Fondo no será muy exigente con el país, porque quieren que Latinoamérica siga el camino de Temer y Macri, es decir, dejar atrás gobiernos populistas y, en el caso nuestro, por un presidente electo por los votos.

En efecto, este crédito -si esta versión es cierta- le da a Macri financiamiento hasta las elecciones presidenciales. Se había cerrado en Wall Street hace más de un mes y el mercado local no daba para abstenerse, de aquí hasta octubre del 2019. De ahí que, ante el vencimiento de LEBACs por más de 30.000 dólares de la semana que viene o una eventual corrida ya no cambiaría sino que, ante el temor, el público retire los depósitos de los bancos y se convierta en una corrida bancaria.

Si estos analistas se equivocan y el FMI es el mismo de siempre, obligará al gobierno a un ajuste que no quiere hacer.

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