Por Guillermo Cherashny.-

El discurso de Martín Guzmán, el ministro de economía, en el Congreso responsabilizó al FMI, a Macri y a los bonistas por la insostenible deuda externa, aunque rescató la llegada de Kristalina Georgieva como directora gerente en lugar de Cristine Lagarde. Señaló que la austeridad fiscal en épocas de una profunda recesión como la que tiene el país no sirve y propuso un equilibrio fiscal para 2022 o 2023, lo que defraudó a la mayoría de los economistas locales y él mismo afirmó que los bonistas se sentirán frustrados, por lo que se descuenta una quita del capital y de los intereses, además de un alargamiento de los plazos por cuatro años. Resta saber si ésta es una posición de máxima para después negociar una flexibilización que les permita a los bonistas aceptar finalmente la propuesta.

Dijo también que está llegando a un acuerdo con el FMI, por lo cual se conformaría al Fondo, que quiere castigar a los bonistas por prestar a un deudor que no podía pagar. Si se confirmara también que el FMI quiere castigar fuertemente a los bonistas sería una gran ayuda para lo dura posición de Martín Guzmán. Así las cosas, en el próximo mes y medio se verá qué dicen los acreedores externos sobre esta propuesta.

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