Por Guillermo Cherashny.-

Los datos de inflación de marzo superaron todos los cálculos de las consultoras, que daban a lo sumo el 4,1%. Pero el anuncio del presidente de que habría un pico alto alarmó a todos, aunque esta vez Macri no pasó el papelón de la inflación de enero, que dijo que estaba bajando y subió a 2,9%. Aun así, el fracaso en la lucha contra la inflación es rotundo, pese al intento del doble cero, es decir emisión monetaria y déficit fiscal 0, en primer lugar porque la recaudación cae por la brutal recesión y a lo sumo el déficit será de 1 o 1,2% del PBI y la emisión es del 3% mensual por las LELIQs, que son promesa de emisión futura, por lo cual el plan Dujovne-Sandleris es un completo fracaso para bajar la inflación y salir de la recesión. El problema es el FMI es responsable a través de Lagarde contra la opinión del board, que no quería darle ese monto a nuestro país, pero es responsable de las bandas cambiarias que ahora se congelaron hasta fin de año entre $ 39,35 y $ 51,45 para que el Central pueda intervenir si pasa ese número alto cuando hoy el dólar cerró a $ 42,30 el mayorista sobre el cual opera la banda Y hoy, pese a que el BCRA vendió 60 millones de dólares, subió 70 centavos. Así las cosas, la incertidumbre sobre la política económica que generó el presidente Macri es mayor a la incertidumbre electoral que genera un eventual triunfo de Cristina.

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