Por Guillermo Cherashny.-

El ministro de economía ha perdido toda su compostura y ante una denuncia judicial de Victoria Donda le sugirió que se vista con plumas, porque enloqueció cuando la jueza María José Sarmiento lo conminó a que é las cifras de la pobreza en el país, hecho que él considera estigmatizante, porque no quiere aceptar los cálculos del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, que dice que la pobreza es del 30%. Y no tuvo mejor idea que aplicar un «correctivo» de violencia de género a la diputada Donda, del que después tuvo que rectificarse.

Más leña al fuego

Esa reacción impulsiva seguramente tiene su origen en los números del presupuesto del 2016, que todo el arco político y económico tomó como un chiste de mal gusto, a lo que se agregó la resolución que el ministro tomó el lunes por la mañana, que obliga a los fondos de inversión y compañías de seguros a que se desprendan de sus bonos dolarizados y que los cambien por lo bonos de infraestructura, que pagan el 2% en pesos. Esto motivó que ayer el dólar blue se cotizara entre $ 15,85 y $ 15.90, por lo cual Kicillof se vio obligado a dar marcha atrás con su resolución del lunes. O sea que estuvo sufriendo varios choques contra la pared en estos últimos días. Además, le quedan sólo 80 días como ministro de economía con amplios poderes que ni siquiera tuvo Domingo Cavallo en su mejor momento. Y lo mas ridículo son sus afiches gigantes, donde Kicillof aparece muy grande y en chiquito Scioli-Zannini, lo que sorprende a todos.

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