Por Guillermo Cherashny.-

Venimos señalando desde hace unos días que después de los errores de estrategia electoral cometidos por Jaime Durán Barba, se confirmaría que el PRO va a dejar de lado los globos y empezará a hacer propuestas más sólidas por boca de Mauricio Macri. Éste habría advertido que sus silencios le abren flancos ante Daniel Scioli. La política de no decir nada para que el electorado no tenga miedo al cambio no le sirvió para ganar Santa Fe ni Córdoba y se esperan definiciones claras después del seguro triunfo del PRO el domingo próximo, quizás en el mismo discurso de esa noche después del ballotage.

Axel no frena

Pero mientras el jefe de gobierno trabaja su cambio de estrategia, los malos pasos de Axel Kicillof lo ayudan. El ministro de economía está decidido a no poner límites a la emisión monetaria. Se le escapó, además, la cotización del dólar blue, aunque el miércoles Alejandro Vanoli, subiendo la tasa de interés y vendiendo bonos dolarizados, consiguió bajarlo a $ 13,94, pero ayer volvió a subir a $ 14,12. Esto justo después de que ayer a la mañana Kicillof dijera que el blue sube porque Macri dijo que la disparada se debe a que el gobierno miente con todos los índices, lo cual es una verdad pero insuficiente para hacer subir el mercado paralelo. Es más, estas acusaciones le adjudican a Macri un poder tremendo, cual es efectuar declaraciones y provocar una suba inmediata, cuando las verdaderas causas son la emisión descontrolada de moneda y el retraso cambiario. Además, la posibilidad de que Macri llegue a presidente -aunque difícil- produjo hasta ahora suba de acciones y bonos y que el blue se mantuviera con una brecha cambiaria del 25%. Esto hasta que se presentaron las desinteligencias del fiscal Carlos Gonella y Aníbal Fernández despotricando contra el contado con liqui y discutiendo con el presidente del BCRA, Vanoli, que fue otra causa de la disparada de los mercados. Así, la desesperación de Kicillof por no poder detener la minicorrida tal vez lo obligue a decir pavadas, como que Macri hace subir el blue para que la inestabilidad e intranquilidad en los mercados siga entorpeciendo la campaña electoral.

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