Por Hernán Andrés Kruse.-

En el documento Estimación Mensual de Actividad Económica que publicó el miércoles 24 el INDEC, se observa claramente el retroceso que experimentó la actividad económica en junio último, que alcanzó el 4,3 por ciento. Si se efectúa una comparación entre el primer semestre de 2016 con el primer semestre del año anterior, la baja se sitúa en 1,3 por ciento. El INDEC volvió a difundir las estimaciones mensuales de la actividad económica y confirmó la caída en picada de la economía desde que Mauricio Macri asumió el 10 de diciembre pasado. Por el lado de la oferta las ramas más afectadas fueron la construcción, la industria y las economías regionales mientras que por el lado de la demanda agregada las ramas que más vienen sufriendo el impacto de las medidas económicas ortodoxas son el consumo público y privado, las exportaciones y la inversión. En enero la economía registró un incremento interanual del 0,3 por ciento, en febrero del 1 por ciento y en marzo del 0,4 por ciento. A partir de abril (-2,1 por ciento) la economía comenzó a descender. En mayo la economía bajó un 2,1 por ciento y en junio el 4,3 por ciento citado más arriba. A mitad del año pasado las tasas de crecimiento alcanzaron el 5,3 por ciento cerrando diciembre con un crecimiento del 2 por ciento. Uno de los sectores más afectados por la política de retracción productiva y de aliento a la especulación financiera fue la construcción. La edificación cayó un 19,6 por ciento en junio, lo que indica un nivel de contracción similar al que se registraba en 2002, luego del estallido de la convertibilidad menemista. Esta caída se debe fundamentalmente al recorte de los gastos públicos destinados a obras de infraestructura y de repavimentación y ampliación de rutas, y a la desarticulación de programas centrales destinados a incentivar el sector como el Procrear. Las inversiones en ladrillos cayeron también por la pérdida del poder adquisitivo de la clase trabajadora y el aliento dado a las colocaciones financieras. Otra actividad que viene sufriendo duros golpes desde que Cambiemos está en el gobierno es la producción industrial. La apertura indiscriminada a las importaciones y la transferencia de ingresos desde los sectores asalariados a los sectores concentrados de la economía afectó fuertemente al sector industrial. Por su parte, la producción manufacturera retrocedió 6,4 por ciento en junio en relación con el mismo mes del año pasado. Otro sector que cayó fuertemente es el de alimentos, registrando las carnes mermas del 11,8 por ciento, las leches, del 22,3 por ciento, el azúcar y los productos de refinería, del 14,4 por ciento, y la yerba mate, del 5,6 por ciento. El consumo privado (representa cerca del 70 por ciento del PIB) cayó fuertemente en los últimos meses a raíz de la caída del salario real, las jubilaciones y las asignaciones para los sectores más vulnerables de la población. La frutilla del postre es la desocupación que al cierre del primer semestre registró un 9,3 por ciento (fuente: Federico Kucher, “Volcó la economía y cae a ritmo brasileño”, Página 12, 25/8/016).

Las zonas industriales son las más afectadas por el desempleo ya que dependen de cómo marcha el mercado interno y del grifo de las importaciones. Luego de que el Indec difundiera la cifra oficial de desempleo-9,3 por ciento-el presidente de la nación se limitó a expresar que “hay que salir de tantos años de populismo diciendo la verdad” y advirtió que “el dato que nos tiene que preocupar es que la población que efectivamente tiene empleo en Argentina apenas supera el 40 por ciento”. Por su parte, Cynthia Pok, directora de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, luego de criticar el funcionamiento del INDEC durante la época del kirchnerismo, admitió que en el país “hay nuevos desocupados”. Comparados los recientes datos del Indec con los valores del mismo período de 2015, la tasa nacional de desocupación creció 2,7 puntos porcentuales (del 6,6 al 9,3 por ciento). En el Conurbano bonaerense la tasa de desocupación subió 3,3 puntos porcentuales (del 7,9 al 11,2 por ciento); en Rosario, 3,4 puntos porcentuales (del 8,3 al 11,7 por ciento); en Córdoba, 1,3 puntos porcentuales (del 10,2 al 11,5 por ciento); y en Mar del Plata, 3,5 puntos porcentuales (del 8,1 por ciento al 11,6 por ciento). Fernanda Girardi, subsecretaria de producción y desarrollo de Rosario, manifestó que “en Rosario, el empleo registrado se desplomó en el segundo trimestre del año”. “No es nuevo que la tasa de desocupación en Rosario esté por encima del promedio nacional, es un proceso que viene desde la desindustrialización de los 70 y 90. Sin embargo, en el proceso de expansión económica de la década anterior esa brecha prácticamente se había cerrado. En 2003, el desempleo en Rosario era cinco puntos más alto que en el país, mientras que en 2011 la diferencia era prácticamente cero. Hoy la brecha está en 2,4 puntos”. Agregó que “los niveles de desempleo están en el orden de los que teníamos en 2006/2007. Hemos retrocedido unos cuantos años. El sector de la construcción muestra una caída de empleo registrado de 10 puntos, la industria también está muy golpeada, especialmente la metalmecánica, en donde ha crecido la solicitud de procedimientos preventivos de crisis. En el sector informal todo esto puede ser peor”. Daniel Arroyo, ex candidato a vicegobernador bonaerense por el Frente Renovador, hizo alusión a la situación laboral en la provincia: “Acá se paró la construcción, la metalmecánica, la industria textil y el comercio. Eso hizo que mucha gente se quedara sin trabajo y que mucha otra trabajara menos horas. El conurbano bonaerense está muy complicado en términos de empleo y en términos de pérdida de changas”. Vilma Baragiola, Secretaria de Desarrollo Social del partido de General Pueyrredón, destacó que “Mar del Plata arrastra desde el año 2000 la tasa más alta de desocupación”. El desempleo en la ciudad de Córdoba es del 11,5 por ciento, porcentaje que supera con creces a los que imperaban en el segundo trimestre de 2008 (6,5 por ciento); en 2007 (7,7 por ciento); y 2006 (8,4 por ciento). El actual índice de desocupación en la ciudad de Córdoba se asemeja bastante al que imperaba en 2005 (12,3 por ciento) (fuente: “Volviendo a una década atrás”, Página 12, 25/8/016).

El miércoles 24, las aulas del país estuvieron vacías. Con un paro nacional que abarcó toda la jornada tanto en la educación pública como en la privada, los docentes reclamaron la reapertura de la paritaria para discutir un aumento salarial que compense la inflación. Denunciaron que el gobierno nacional, ajuste educativo mediante, no hace más que desconocer lo que acordaron y firmaron en febrero. La reacción del Ministro Esteban Bullrich fue la esperada: el gobierno nacional no reabrirá las paritarias, con lo cual no habrá ningún tipo de recomposición salarial. Pararon todos los niveles educativos: desde el jardín de infantes hasta la universidad. Participaron Ctera (docentes estatales), Sadop (docentes privados), UDA, CEA, AMET (escuelas técnicas) y los gremios universitarios (Conadu, Conadu histórica y Fedun). La santafesina Sonia Alesso (Ctera) dijo que “cuando discutimos en febrero el aumento anual, era muy difícil pronosticar el índice inflacionario, por lo que se acordó una suba proyectada, que a esta altura ya se superó. Uno de los puntos era que la paritaria siguiera abierta para monitorear el poder adquisitivo del salario”. En la última reunión celebrada con los gremios el 3 de agosto, el ministro Bullrich dijo que era imposible la reapertura de la paritaria porque no había plata. También se negó a negociar sobre otras cuestiones como la continuidad de los programas socioeducativos, el plan de formación docente y la discusión sobre la subejecución de los presupuestos educativos. La semana próxima los docentes de todo el país formarán parte de la Marcha Federal de las dos CTA y la Corriente Federal de Sergio Palazzo. Se movilizarán por las provincias el 31 de agosto, el 1 y el 2 de septiembre. El momento culminante de la marcha tendrá como escenario la plaza de Mayo donde el viernes próximo habrá nuevos paros en las aulas. Según Ctera el paro fue contundente, con una adhesión que trepó al 90 por ciento. Por su parte, Sadop también habló de un alto acatamiento. Distinto es el enfoque del ministerio de Educación que consideró que la adhesión apenas trepó al 50 o 60 por ciento. Esteban Bullrich dijo que el paro “no estuvo justificado en lo salarial” y aseguró que el aumento final que recibirá el salario inicial de los maestros “llegará casi al 50 por ciento en enero”. Gerardo Alzamora (Sadop) le retrucó: “Bullrich cambia los números según lo que le convenga”. “En febrero dijo que nos había dado el 25 por ciento a cobrar en septiembre, ahora dice que nos dio 35 por ciento y suma porcentajes que se cobrarán a futuro, incluso en enero… la realidad es que ya hubo una inflación por arriba del 40 por ciento y nuestro aumento quedó por debajo. La paritaria tiene una cláusula que dice que funcionará en forma permanente y será requerida por las partes cuando las circunstancias así lo requieran; ésta es una de esas circunstancias. Es la palabra que dio Bullrich, que al parecer tiene una palabra muy endeble”. Según Alesso, la reapertura de paritarias procura garantizar “que el salario docente no quede por debajo de la línea de la pobreza y en algunos casos de la indigencia. Hay temas salariales y temas educativos que son urgentes” (fuente: Laura Vales, “Aulas vacías para que Macri abra las paritarias”, Página 12, 25/8/016).

El miércoles 24, Marcos Peña, jefe de Gabinete, presentó su informe de gestión ante los diputados nacionales. Afirmó que el diagnóstico, la hoja de ruta y los desafíos trazados por el gobierno nacional “van en el camino correcto”, aunque reconoció que el país está en recesión y admitió que el PIB puede sufrir una disminución del 1 por ciento en 2016. Sin embargo, consideró que, en función de la herencia recibida, la performance del gobierno es positiva. Opinó que la dura caída del empleo se debe básicamente al “sinceramiento estadístico” y recalcó que el índice de desempleo está al mismo nivel que el del año pasado. Manifestó que el déficit fiscal del 4,8 por ciento estimado por el gobierno tiene como explicación “lo no pagado” en 2015. Aseguró que desde el oficialismo se trabaja en “una nueva propuesta” para la tarifa del gas y solicitó a la oposición la elaboración de propuestas para la realización de la audiencia. Invitó a los legisladores a que apoyen la idea del oficialismo de implementar la Boleta Única Electrónica y prometió que en septiembre el gobierno enviará al Congreso el proyecto que modifica las escalas del Impuesto a las Ganancias. Héctor Recalde, jefe de la bancada del FPV, dijo que “el derecho al trabajo no destruye ni crea empleo, sí la política económica” y propuso una reducción de la jornada laboral (de 48 a 35 horas) para crear las condiciones que permitan una mayor generación de puestos de trabajo. José Luis Gioja, presidente del PJ, manifestó que no quería perder el optimismo pero que le parecía “un relato (el de Peña) que no tiene nada que ver con la realidad y lo que está pasando en la Argentina”. El ex ministro de Economía Axel Kicillof aludió a las proyecciones económicas del oficialismo, la caída del salario real en 13 puntos, la reapertura de paritarias y el endeudamiento del Tesoro Nacional en 30 mil millones de dólares. El jefe de Gabinete afirmó que la Argentina no había crecido en 2015 y que el déficit fiscal no fue ese año del 1,9 por ciento. Consideró que la recesión actual tuvo su origen no este año sino en el último trimestre de 2015 y que es menor a la recesión registrada en 2014. Si bien reconoció que la salida del default significó para las arcas del país 20 mil millones de dólares, la deuda externa disminuyó en lo que va de la gestión de Mauricio Macri. Según sus números en diciembre de 2015 la deuda externa ascendía a 244 mil millones de dólares y hoy es de 241 mil millones. Néstor Pitrola expresó que el jefe de Gabinete “vino a patear la pelota hacia delante en todos los temas. En Ganancias, que el año que viene habrá una nueva escala, pero ahora son más trabajadores que pagan. Vino a encubrir que han transferido enormes ingresos a los exportadores y a la banca, endeudamiento y bicicleta financiera mediante, mientras siguen castigando a trabajadores y jubilados” (fuente: Miguel Jorquera: “Con el discurso de estamos mal pero…”, Página 12, 25/8/016).

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