Por Jorge Ingaramo.-

La Presidenta ya anunció los ajustes en las asignaciones, las paritarias están virtualmente cerradas, los asalariados que más consumen van a cobrar sus aumentos y sus aguinaldos poco antes de votar; por consiguiente el consumo puede dinamizar algo la economía del tercer trimestre.

Desde marzo se notan mejoras en la Construcción, el regreso al financiamiento del Tesoro vía deuda en pesos o en dólares, con rendimientos muy atractivos para inversores, bancos y ANSES y una política de expansión monetaria que, si bien tiene como destinatario el consumo, acepta como otros probables destinos el financiamiento del déficit público vía Bonos comprados por bancos (obtienen pingües utilidades tomando pesos al 20% y prestándoselos al 27% al Tesoro).

En el último año aumentaron las Reservas MU$S 5.000. Desde los chinos, se tranquilizó el Dólar blue, con reducción de las brechas cambiarias y activa intervención del Banco Central. El Dólar para enero de 2016, costó en promedio, en marzo pasado, $ 11,75 y el viernes pasado cerró a $ 10,22; es decir un 13% menos.

Lo que podría cambiar en materia monetaria y fiscal, ya que la política cambiaria parece ser relativamente estable, ya cambió en las últimas semanas: hubo un claro aumento de la Base Monetaria que, afortunadamente para el oficialismo, se trasladó a la demanda de pesos. Unos pocos indicadores nos dan una medida de la “continuidad” monetaria hasta, probablemente, el 25 de octubre. Así, los principales indicadores tuvieron, al 12 de junio, la siguiente evolución en lo que va del año e interanual:

– La Base Monetaria creció 8,5% y 33,1%. El circulante lo hizo el 4,8% hasta el 12 de junio y el 35,4% i.a.

– Los depósitos totales crecieron 6,6 y 29,4% mientras que los plazos fijos del sector privado lo hicieron al 29,7 y 38,9%, respectivamente. Quiere decir que bajó sustantivamente la velocidad de circulación del Peso y la calma cambiaria permitió una mayor disponibilidad de liquidez bancaria, tanto para asistir al Tesoro como para incrementar los préstamos al sector privado (7,8% en algo más de cinco meses y 26,8% interanual).

– Una demostración de la menor velocidad de circulación la da, en lo que va del año, la comparación de las variaciones del M1, M2 y M3 ampliado, que son negativas en los dos primeros casos (3,3 y 1,9%) y positivas en el último (7,2%, magnitud que puede compararse con los préstamos al sector privado que subieron 7,8%).

– Las LEBACs, como porcentaje de la Base Monetaria, que representaban el 46,4% hace un año, subieron hasta el 69% , -cuando el Banco Central comenzó a cederle espacio al financiamiento, vía Bonos, del Tesoro- y hoy, están virtualmente congeladas, desde hace más de 30 días y representan el 64,4% de la Base aumentada.

– Como la liquidación de divisas se ha vuelto más fluida, no ha habido demasiado espacio para que los mercados “votaran en contra” de la fórmula que incluye a Zannini, pese a que desde que se conoció esta decisión, claramente hay mayor demanda de dólares. No creemos que la sangre llegue al río, ya que el sistema financiero y la CIARA (los aceiteros), se habrán resignado a partir de hoy lunes, a que “esto es lo que hay”.

CONCLUSIONES

– Hasta donde se sabe, la Presidenta y su Ministro estrella no jugarían en el nuevo gobierno. No les convendría que éste no tenga personalidad propia y, menos aún, contribuir activamente a que carezca de la misma (sería un riesgo que conviene transferir, junto con el bastón).

– Uno puede distinguir una economía que juega a favor del oficialismo hasta el 25 de octubre; un período de transición consensuada entre el equipo del futuro Presidente (si es que éste fuera Scioli) y la administración actual; y la fase inicial del nuevo gobierno, donde se debería demostrar personalidad propia, capacidad de logros y resistencia a la tenaz vigilancia que pudiere imponerle el post-kirchnerismo, desde las cámaras legislativas o participando, tal vez marginalmente, de la gestión ejecutiva.

– No debería haber graves inconvenientes, producidos desde la economía, toda vez que el círculo rojo comprendió que “esto es lo que hay”.

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